REVISIÓN
Impacto de la obesidad en la
función reproductiva masculina.
Obesity
and male fertility
Ana C Martini*, Rosa I Molina#, Rubén D Ruiz*, Marta Fiol de
Cuneo*.
Revista Facultad de Ciencias
Medicas 2012; 69(2):102-110
*: Investigadores del Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET).
Cátedra de Fisiología Humana, Facultad de Ciencias Médicas,
Universidad Nacional de Córdoba. Santa Rosa 1085, X5000ESU,
Córdoba, Argentina.
acmartini2000@yahoo.com
#: Laboratorio de Andrología y Reproducción (LAR). Chacabuco
1123 PB, 5000, Córdoba, Argentina. RMolina@lablar.com
Autor corresponsal: AC Martini. Cátedra de Fisiología
Humana, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional
de Córdoba. Santa Rosa 1085, X5000ESU, Córdoba, Argentina.
acmartini2000@yahoo.com
INTRODUCCIÓN:
Mucho es lo que se ha publicado acerca del posible impacto
del sobrepeso y/o la obesidad sobre la fertilidad humana
(ver revisiones 1-6). La inquietud al respecto, no es
casual. Resulta de la co-existencia temporal de dos
fenómenos muy llamativos: una marcada disminución en la
fertilidad humana ocurrida durante las últimas décadas3 y
un aumento casi pandémico en la incidencia de sobrepeso y
obesidad7; este último fenómeno se observa tanto en
países industrializados como en los del tercer mundo8.
En nuestro país, según relevamientos del año 2009, el 53,4%
de la población presenta exceso de peso y la obesidad
aumentó en forma significativa desde el 2005 al 2009, de
14,6% a 18.0%, siendo nuestra provincia una de las que posee
mayor prevalencia. En Córdoba, el 40,6% de la población
adulta presenta sobrepeso y el 15,5% obesidad9,10.
En cuanto a la disminución de la fertilidad, si bien existen
muchos reportes, quizás el que tuvo mayor impacto fue el
meta-análisis publicado por Carlsen y colaboradores en 1992,
en el que se incluyeron a casi 15000 hombres sanos11. La
conclusión central de dicho estudio fue que en un lapso de
50 años, la cantidad total de espermatozoides en el semen
humano había disminuido en un 50%. A pesar de la
controversia que generó este estudio y habiendo recibido
incluso algunas críticas sobre el análisis estadístico
aplicado, permaneció en los investigadores la señal de
alerta acerca de que “parece haber ocurrido durante los
últimos años una disminución en la calidad seminal lo
suficientemente importante como para justificar una amplia
investigación sobre éste y otros aspectos de la reproducción
masculina”12.
Como corolario final de esta historia, en el año 2004 Jensen
y colaboradores publicaron un estudio que incluía a más de
1500 hombres sanos, en el que detectaron una relación
inversa entre el aumento del índice de masa corporal de los
voluntarios y los niveles de hormonas sexuales (testosterona
libre, SHBG e inhibina B), la concentración espermática y la
cantidad total de espermatozoides13. Si bien no fue la
primera, esta publicación abrió el debate acerca del posible
efecto negativo del sobrepeso y la obesidad sobre la función
reproductiva masculina en general y la calidad seminal en
particular.
El objetivo general de esta breve revisión es analizar las
evidencias actuales acerca de la posible asociación entre
obesidad y fertilidad, los mecanismos vinculantes propuestos
y las terapéuticas de las que se dispone en la actualidad.
1. OBESIDAD Y FUNCIÓN REPRODUCTIVA MASCULINA:
Como se expresa en los siguientes apartados, la obesidad es
capaz de afectar la calidad espermática y/o la fertilidad
por múltiples mecanismos (Figura 1). Sin embargo, es
importante aclarar que no todos los individuos obesos sufren
de sub/infertilidad y, que las alteraciones que se
describirán, ocurren con mayor frecuencia en aquellos
individuos que presentan obesidad mórbida (IMC>40)14,15.
1a. Efectos sobre el eje hipotálamo-hipófiso-gonadal:
El perfil hormonal de los hombres con índice de masa
corporal mayor a 30 exhibe ciertas características. Entre
ellas se incluyen: disminución en la concentración de
gonadotrofinas (en general presente sólo en los obesos
mórbidos), reducción en los niveles de testosterona total y
a veces en la testosterona libre y un aumento en los niveles
plasmáticos de estrógenos (ver revisiones: 1, 3-6). Esta
hiperestrogenemia, explicada por la mayor disponibilidad de
enzima aromatasa (ver más adelante), es capaz de actuar a
nivel del eje hipotálamo/hipófisis afectando los pulsos de
GnRH y reduciendo la secreción de FSH y LH16,17. Esta
alteración en la concentración de gonadotrofinas
plasmáticas, resulta en una disminución de la función
testicular con la consiguiente reducción en los niveles de
testosterona circulantes e intratesticulares17. Asimismo
la apnea del sueño, patología que presenta mayor incidencia
en la población obesa, ha sido asociada con una reducción en
la amplitud del pico matutino de testosterona
independientemente del IMC del individuo18-20.
En conjunción, esta hipotestosteronemia/hiperestrogenemia
provoca una disminución en el índice testosterona/estrógeno
que ha sido asociada por algunos autores con infertilidad21. Estudios en animales de laboratorio demuestran que el
exceso de estrógenos tiene efectos negativos directos sobre
la producción diaria de espermatozoides, el peso de
testículos, epidídimos, vesículas seminales y la cantidad de
espermatozoides epididimarios22. Sin embargo, resulta
dudoso que incrementos modestos en los niveles séricos de
estrógenos asociados a la obesidad sean suficientes como
para alterar, en forma marcada, la concentración
intratesticular de este esteroide5.
Por otra parte, debido a que la obesidad se asocia a
resistencia a la insulina y, por lo tanto, a
hiperinsulinemia (la cual afecta la función hepática), los
individuos con alto IMC presentan niveles séricos reducidos
de globulina unidora de hormonas sexuales (SHBG)23,24.
Esta disminución en la concentración de SHBG, atenúa la
significancia biológica de la hipotestosteronemia (ya que
permite que una mayor fracción de testosterona circule
libremente), pero magnifica el efecto de retroalimentación
negativa de los estrógenos plasmáticos sobre el eje
hipotálamo-hipófiso-gonadal5. Es importante recordar que
los estrógenos son capaces de ejercer sus efectos
fisiológicos en concentraciones mucho menores que las de
testosterona1,25.
Finalmente, diversos estudios revelan que la obesidad está
ligada a niveles alterados de inhibina B26-28. Esta
hormona es un marcador de la función de las células de
Sertoli y está asociada a la actividad espermatogénica29;
es decir, reducciones mensurables en los niveles de esta
hormona son indicativos de disfunción de los túbulos
seminíferos y espermatogénesis irregular30,31. No está
claro aún si esta disminución en la concentración de
inhibina B es debida a efectos directos de la obesidad sobre
el testículo, o producto de la disminución de la FSH
plasmática secundaria a la hiperestrogenemia. Evidencias en
contra a esta última explicación son que en individuos
obesos, el aumento en los estrógenos plasmáticos no es tan
marcado como lo es la disminución en los niveles de inhibina
B 27 y que no existe una correlación importante entre la
secreción de FSH y la de inhibina 13,26,27,32.
Si bien todas las alteraciones hormonales informadas
anteriormente podrían bien ser las responsables de la
subfertilidad secundaria a obesidad observada por algunos
autores, es importante aclarar que algunos estudios han
informado acerca de alteraciones en la calidad seminal
independientemente del perfil hormonal de los individuos33
. Coincidentemente, en un trabajo previo realizado en
nuestro laboratorio en el que determinamos que existía una
asociación inversa y significativa entre el aumento en el
IMC y la calidad seminal, encontramos que la concentración
de testosterona en el semen de los individuos obesos no
difería de la de los normales34.
1b. Impacto sobre la calidad seminal y la fertilidad:
Diversos estudios, tanto epidemiológicos como en parejas que
consultan por subfertilidad, han explorado la posible
interrelación entre la obesidad y la fecundidad. Éstos en
general, reportan una asociación significativa entre un
elevado IMC y la frecuencia con que ocurre infertilidad en
el varón35-39.
En búsqueda de la etiología de esta subfertilidad, numerosos
investigadores han estudiado la relación entre el IMC y la
calidad del semen, especialmente tras la publicación en el
2004 del estudio de Jensen y colaboradores13. En dicho
estudio, los autores informaban que entre 1558 hombres
daneses que se presentaban para la revisación médica previa
al servicio militar, aquellos con IMC>25 presentaban una
reducción del 21.6% y del 23.9% en la concentración
espermática y en la cantidad total de gametas
respectivamente, con respecto a los candidatos de IMC normal
(20-25 kg/m2). Estos autores no detectaron sin embargo,
alteraciones en otros parámetros espermáticos tales como la
motilidad y la morfología. En forma similar, Koloszar y
colaboradores detectaron en pacientes normospérmicos, que
aquéllos que eran obesos presentaban una reducción
significativa en la concentración espermática en comparación
a los normales o con sobrepeso34. Resultados similares
fueron informados por otros estudios25,41.
Por el contrario, en un estudio previo realizado en nuestro
laboratorio, en el que se estudiaron las características
seminales de 794 hombres que concurrían a un laboratorio
andrológico para evaluar su fertilidad, no encontramos una
asociación significativa entre el IMC y la concentración
espermática o la cantidad total de espermatozoides.
Encontramos sin embargo, una asociación inversa y
significativa entre el IMC y la motilidad espermática, tanto
cuando se consideraba el % total de espermatozoides móviles
como cuando se consideraban el % de rápidos34. Estos
hallazgos se contradicen con los informados por algunos
autores 13,30,41 y coinciden con los de otros25,33.
Así, en su estudio realizado en 990 hombres fértiles, Qin y
col. detectaron una relación inversa y significativa entre
el IMC y la motilidad de los espermatozoides33. Hammoud y
col. por su parte, informaron que entre más de 500 pacientes
asistentes a un laboratorio andrológico, aquéllos que eran
obesos tenían mayor incidencia de astenozoospermia25.
Lamentablemente, en ninguno de estos estudios evaluaron los
niveles seminales de alfa-glucosidasa neutra (NAG).
Esta enzima, que se secreta al fluído epididimario, ha sido
identificada como un modulador de la maduración que sufren
los espermatozoides en el epidídimo; entre estos procesos
madurativos se incluye la adquisición de motilidad42-45.
Otro dato importante, es que la secreción de esta enzima es
dependiente de los niveles circulantes de andrógenos46.
En nuestro trabajo, encontramos una asociación inversa y
significativa entre el IMC y la concentración seminal de NAG 34
. Anteriormente hemos realizado estudios básicos que
vinculan a la nutrición con la maduración epididimaria y la
secreción de esta enzima47.
En cuanto a la morfología espermática, aún utilizando
diferentes criterios de normalidad, en general los estudios
no encuentran alteraciones vinculadas al peso corporal13,30,34
. De hecho, existe un estudio en el que informaron
una correlación positiva entre el IMC y la morfología
espermática33. Sí se ha notificado una relación entre el
IMC y la fragmentación del ADN espermático48.
En resumen, existen algunos trabajos que describen una
asociación inversa entre el IMC y la espermatogénesis. Es
importante recordar sin embargo, que las alteraciones
vinculadas a la obesidad suelen ser leves (aún permaneciendo
dentro del rango de normalidad), que este efecto no es
consistente (es decir, existen muchos obesos con
espermogramas normales) y que esta relación no presenta una
característica grado de obesidad-grado de alteración1,5.
Es por esto que algunos autores proponen que la obesidad
podría predisponer a la subfertilidad más que provocarla1
Existen además algunas patologías en las cuales un
determinado defecto cromosómico puede resultar en obesidad e
infertilidad al mismo tiempo, tales como el síndrome de
Klinefelter49 o el de Prader Willi50.
1c. Asociación entre obesidad y salud sexual:
En un estudio realizado en EEUU por Feldman y col., casi el
80% de los hombres que informaron síntomas de disfunción
eréctil presentaban sobrepeso u obesidad51. Esta posible
asociación entre un elevado IMC y una disminución en la
potencia sexual podría explicarse por la reducción en los
niveles circulantes de testosterona o debido a la presencia
de citoquinas proinflamatorias derivadas del tejido adiposo
blanco (ver más adelante)52,53. Es conocido que los
marcadores inflamatorios se asocian positivamente con mal
funcionamiento endotelial, el cual está directamente ligado
a la disfunción eréctil a través de la vía del óxido nítrico54
.
Es importante recordar además, que la obesidad puede
disminuir la confianza y autoestima del varón, afectando de
este modo su libido y/o potencia sexual.
2. MECANISMOS PROPUESTOS COMO RESPONSABLES DE LAS
ALTERACIONES DESCRIPTAS:
2a. Aumento de la actividad aromatasa:
La obesidad está asocida con un aumento en el número y el
tamaño de los adipocitos y tanto la grasa corporal total
como la abdominal y la subcutánea, han sido asociadas con el
hipogonadismo que se presenta frecuentemente en los
individuos obesos y/o con el menor índice testosterona/estradiol
55,56. Este índice disminuído se explica por un aumento
en la actividad de la enzima citocromo P450 aromatasa, que
se expresa en alta concentración en el tejido adiposo y que
participa en la conversión de andrógenos a estrógenos3,15
.
Por otro lado, dado que los estrógenos ejercen sus efectos
biológicos en menor concentración que la testosterona, un
pequeño cambio en el nivel de estradiol circulante puede
alterar en forma marcada la retroalimentación negativa del
eje hipotálamo-hipófiso-testicular y/o la función
esteroidogénica y gametogénica testicular3-5.
Hammoud y colaboradores descubrieron recientemente que un
polimorfismo de la enzima aromatasa modula la relación entre
el peso corporal y los niveles de estradiol circulante en
los individuos obesos57. Esto podría explicar la razón
por la cual sólo algunos y no todos los obesos presentan
hiperestrogenemia y sus consecuentes alteraciones en la
fertilidad4.
2b. El tejido adiposo blanco como órgano endócrino:
En concordancia con el punto anterior, cabe recordar que el
tejido adiposo participa no sólo en la acumulación de
reservas energéticas y la regulación del metabolismo, sino
que también constituye un mediador inflamatorio y un
importante órgano endócrino3,58,59. Así, este tejido
secreta más de 30 péptidos biológicamente activos, los que
pueden agruparse en dos familias: hormonas derivadas del
tejido adiposo (leptina, angiotensinógeno, resistina,
adiponectina, etc) y adipoquinas (factor de necrosis tumoral
alfa (TNF-α), interleuquina 6 (IL-6), inhibidor del
activador de plasminógeno 1, etc)4,59,60.
La leptina es una proteína de 16 kDa cuya concentración
plasmática se encuentra en correlación directa al porcentaje
de grasa corporal59. Si bien se requiere cierta
concentración de leptina circulante para la función
reproductora normal, es conocido que altas concentraciones
de esta sustancia pueden ejercer efectos deletéreos en la
gametogénesis y esteroidogénesis testicular1,3,17,24,61
. En un estudio in vitro con células de Leydig murinas se
observó que concentraciones de leptina dentro del rango de
las de los individuos obesos, reducían la síntesis de
testosterona estimulada por hCG (gonadotrofina coriónica
humana), inhibiendo la conversión de 17OH-progesterona a
testosterona24,62. Asimismo, dado que los espermatocitos
expresan el receptor funcional para la leptina63, esta
sustancia podría ejercer efectos moduladores sobre la
espermatogénesis. Al respecto, Ishikawa y colaboradores
informaron que existe una asociación entre la concentración
plasmática de leptina y la disfunción espermatogénica64.
Otra de las sustancias que se secreta en tejido adiposo que
podría ser responsable de alteraciones hormonales vinculadas
a la obesidad, es la resistina. Esta hormona induce
resistencia a la insulina, lo que conlleva a elevados
niveles circulantes de la misma y diabetes tipo II59,65.
La hiperinsulinemia por su parte, inhibe la secreción de
SHBG en hígado66 (las consecuencias de esto último han
sido revisadas en puntos anteriores). Finalmente, se ha
demostrado que la pérdida de peso aumenta los niveles de
esta hormona transportadora 66.
2c. Estrés oxidativo y acumulación de sustancias tóxicas:
Con respecto a las adipoquinas secretadas por el tejido
adiposo, un estudio reciente informó que el TNF-α y la IL-6
redujeron significativamente la motilidad de espermatozoides
humanos en proporción directa a la concentración y el tiempo
de exposición, promoviendo el aumento en la producción de
óxido nítrico a niveles patológicos67. Agarwal y
colaboradores demostraron que patrones aumentados de
especies reactivas del oxígeno (ROS), capaces de inducir
daño celular significativo, estaban asociados con
infertilidad masculina y que podían ser los responsables de
alteraciones en la calidad seminal, en lo que a
concentración, motilidad y morfología se refiere68.
Asimismo la resistencia a la insulina y la dislipemia, muy
frecuente en individuos obesos, están vinculados a un
aumento en el estrés oxidativo69,70.
Por otra parte, la mayoría de las toxinas ambientales son
liposolubles y por lo tanto se acumulan en el tejido
adiposo. Dicha acumulación, no sólo en los adipocitos
escrotales sino también en el resto del cuerpo, pueden
interferir en el perfil hormonal normal actuando como
“disruptores endócrinos” y, los que se acumulan en la grasa
escrotal, afectar en forma directa la espermatogénesis28,71.
Así por ejemplo se ha informado que los niveles séricos
de diversas sustancias organocloradas se correlacionaban
positivamente con el IMC y negativamente con la fertilidad48.
2d. Aumento de la temperatura testicular:
Los testículos, alojados en el escroto, poseen una
temperatura entre 3º- 4ºC menor a la corporal72, lo que
es imprescindible para la ocurrencia de una adecuada
espermatogénesis73; cualquier elevación en la esta
temperatura podría provocar efectos nocivos sobre la
formación de las gametas. De hecho, es conocido que la
exposición al calor provoca hipoxia y estrés oxidativo sobre
las células germinales, favoreciendo la apoptosis de las
mismas74.
El sedentarismo, muy frecuente en los individuos con
sobrepeso u obesidad, aumenta la temperatura escrotal; este
aumento ha sido asociado con bajo recuento espermático75.
Asimismo, en general los individuos obesos poseen mayor
cantidad de grasa abdominal, suprapúbica y/o escrotal, lo
cual podría contribuir con el mencionado aumento en la
temperatura testicular5,76.
3. PRESENTE TERAPÉUTICO
Diversos estudios indican que en individuos obesos la
pérdida de peso, ya sea por medios naturales o a través de
una cirugía bariátrica, corrigen el perfil hormonal de
aquellos individuos que presentaban alteraciones en el mismo26,77,78
. Sin embargo y aunque sería esperable, no está
claro si la reducción en el IMC tiene efectos beneficiosos
sobre la calidad de los espermatozoides, especialmente
cuando esta pérdida de peso es masiva, tal como la que
ocurre tras una cirugía bariátrica. Al respecto, Di Frega y
colaboradores informaron de seis casos de azoospermia
secundaria a un bypass gástrico Roux-en-Y, en pacientes que
eran fértiles previamente79. Asimismo, en un trabajo
reciente se informa de tres casos clínicos en los que tras
diferentes tipos de cirugías bariátricas, pacientes que se
encontraban en tratamiento por infertilidad y que
presentaban valores hormonales normales, sufrieron una
alteración muy marcada en su espermograma; la misma se
mantuvo al menos hasta los 15 meses post-cirugía80. Dada
la frecuencia con que se practican en la actualidad este
tipo de cirugías y las pocas evidencias con que contamos
acerca de sus posibles efectos sobre la fertilidad, al
presente nos encontramos desarrollando un proyecto de
investigación clínica con el fin de elucidar estos aspectos.
Otras terapéuticas que han resultado relativamente exitosas
apuntan a corregir el desbalance hormonal, ya sea mediante
la inyección de hCG, la implantación de una bomba de GnRH 15
o la administración de inhibidores de la enzima
aromatasa3. Este último tratamiento, además de resultar
significativamente más económico que los primeros, ha
arrojado prometedores resultados en lo que a perfil hormonal
y calidad seminal se refiere81,82. Sin embargo, esta
terapéutica sería aplicable sólo a aquellos casos de
infertilidad que se acompañen de hiperestrogenemia.
En resumen, la obesidad puede provocar efectos
negativos sobre la fertilidad del varón afectándola sobre
diversos aspectos, que incluyen el funcionamiento del eje
hipotálamo-hipófiso-testicular, la calidad seminal y la
salud sexual. Sin embargo, es importante recordar que estos
efectos deletéreos, que tienden a ser leves, ocurren sólo en
un subgrupo de individuos obesos. Por lo tanto, es
importante que los profesionales que se dediquen al área de
la reproducción estén prevenidos acerca de estos riesgos,
para poder aconsejar a aquellas parejas en las cuales el
varón presenta obesidad.
REFERENCIAS:
1. Teerds, KJ, de Rooij, DG, Keijer, J: Functional
relationship between obesity and male reproduction: From
humans to animal models. Hum Reprod Update; 2011,17:667-683.
PubMed
Full Text
2. Norman, JE: The adverse effects of obesity on
reproduction. Reproduction; 2010,140:343-345.
Full Text
3. Du Plessis, SS, Cabler, S, McAlister, DA, Sabanegh, E,
Agarwal, A: The effect of obesity on sperm disorders and
male infertility. Nat Rev Urol; 2010,7:153-161.
Full Text
4. Cabler, S, Agarwal, A, Flint, M, du Plessis, SS: Obesity:
Modern man's fertility nemesis. Asian J Androl;2010,12:480-489.
Full
Text
5. Hammoud, AO, Gibson, M, Peterson, CM, Meikle, AW, Carrell
DT: Impact of male obesity on infertility: A critical review
of the current literature. Fertil Steril;2008,90:897-904.
6. Mah, PM, Wittert, GA: Obesity and testicular function.
Mol Cell Endocrinol; 2010,316:180-186.
PubMed
7. Ogbuji, QC: Obesity and reproductive performance in women.
Afr J Reprod Health;2010,14:143-151.
8. World Health Organization: Obesity and Overweight: Global
Stategy on Diet, Physical activity and health. 2003.
9. Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo para
enfermedades no transmisibles. Subsecretaría de Prevención y
control de riesgos, Ministerio de Salud, Presidencia de la
Nación; 2009.
10. Ferrante, D, Virgolini, M: Encuesta Nacional de Factores
de Riesgo 2005: resultados principales. Prevalencia de
factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares en la
Argentina. Rev Arg Cardiol;2007,75:20-29.
11. Carlsen, E, Giwercman, A, Keidingand, N, Skakkebaek, NF:
Evidence for decreasing quality of semen during the past 50
years. Br Med J;1992,305:609-613.
12. Keiding, N, Skakkebaek, NE: Sperm decline. Real or
artifact? Fertil Steril;1996,65:450-453.
13. Jensen, TK, Andersson, AM, Jorgensen, N, Andersen, AG,
Carlsen, E, Petersen, JH, Skakkebaek, NE: Body mass index in
relation to semen quality and reproductive hormones among
1,558 danish men. Fertil Steril;2004,82:863-870.
14. Giagulli, VA, Kaufman, JM, Vermeulen, A: Pathogenesis of
the decreased androgen levels in obese men. J Clin
Endocrinol Metab;1994,79:997-1000.
15. Roth, MY, Amory, JK, Page, ST: Treatment of male
infertility secondary to morbid obesity. Nat Clin Pract
Endocrinol Metab;2008,4:415-419.
16. Akingbemi, BT: Estrogen regulation of testicular
function. Reprod Biol Endocrinol;2005,3:51.
17. de Boer, H, Verschoor, L, Ruinemans-Koerts, J, Jansen,
M: Letrozole normalizes serum testosterone in severly obese
men with hypogonadotropic hypogonadism. Diabetes Obes Metab;2005,7:211-215.
18. Luboshitzky, R, Lavie, L, Shen-Orr, Z, Herer, P: Altered
luteinizing hormone and testosterone secretion in middle-aged
obese men with obstructive sleep apnea. Obes
Res;2005,13:780-786.
19. Luboshitzky, R, Zabari, Z, Shen-Orr, Z, Herer, P, Lavie,
P: Disruption of the nocturnal testosterone rhythm by sleep
fragmantetion in normal men. J Clin Endocrinol Metab;2001,86:
1134-1139.
20. Meston, N, Davies, RJ, Mullins, R, Jenkinson, C, Wass,
JA, Stradling, JR: Endocrone effects of nasal continuous
positive airway pressure in male patients with obstructive
sleep apnoea. J Intern Med;2003,254:447-454.
21. Pavlovich, CP, King, P, Goldstein, M, Schlegel, PN:
Evidence of a treatable endocrinopathy in infertile men. J
Urol;2001,165:837-841.
22. Goyal, HO, Robateau, A, Braden, TD, Williams, CS,
Srivastava, KK, Ali, K: Neonatal estrogen exposure of male
rats alters reproductive functions at adulthood. Biol Reprod;2003,68:2081-2091.
23. Stellato, RK, Feldman, HA, Hamdy, O, Horton, ES,
McKinlay, JB: Testosterone, sex hormone-binding globulin and
the development of type 2 diabetes in middle-aged men:
prospective results from the Massachusetts male aging study.
Diabetes Care;2000,23:490-494.
24. Isidori, AM, Caprio, M, Strollo, F, Moretti, C, Frajese,
G, Isisori, A, Fabbri, A: Leptin and androgen in male
obesity: evidence for leptin contribution to reduced
androgen levels. J Clin Endocrinol Metab;1999,84:3673-3680.
25. Hammoud, AO, Wilde, N, Gibson, M, Parks, A, Carrell, DT,
Meikle, AW: Male obesity and alteration in sperm parameters.
Fertil Steril;2008,90:2222-2225.
26. Globerman, H, Shen-Orr, Z, Karnieli, E, Aloni, Y,
Charuzi, I: Inhibin B in men with severe obesity and after
weight reduction following gastroplasty. Endocr
Res;2005,31:17-26.
27. Winters, SJ, Wang, C, Abdelrahaman, E, Hadeed, V, Dyky,
MA, Brufsky, A: Inhibin-B levels in healthy young adult men
and prepuberal boys: is obesity the cause for the
contemporary decline in sperm count because of fewer Sertoli
cells? J Androl;2006,27:560-564.
28. Aggerholm, AS, Thulstrup, AM, Toft, G, Ramlau-Hansen, CH,
Bonde, JP: Is overweight a risk factor for reduced semen
quality and altered serum sex hormone profile? Fertil Steril;2008,90:619-626.
29. Kumanov, P, Nandipati, K, Tomova, A, Agarwal, A: Inhibin
B is a better marker of spermatogenesis that other hormones
in the evaluation of male factor infertility. Fertil Steril;2006,86:332-338.
30. Pauli, EM, Legro, RS, Demers, LM, Kunselman, AR, Dodson,
WC, Lee, PA: Diminished paternity and gonadal function with
increasing obesity in men. Fertil Steril;2008,90:346-351.
31. Pierik, FH, Burdorf, A, de Jong, FH, Weber, RF: Inhibin
b: A novel marker of spermatogenesis. Ann Med;2003,35:12-20.
32. Fejes, I, Koloszar, S, Szollosi, J, Zavaczki, Z, Pal, A:
Is semen quality affected by male body fat distribution?
Andrologia;2005,37:155-159.
33. Qin, DD, Yuan, W, Zhou, WJ, Cui, YQ, Wu, JQ, Gao, ES: Do
reproductive hormones explain the association between body
mass index and semen quality? Asian J Androl;2007,9:827-834.
34. Martini, AC, Tissera, A, Estofan, D, Molina, RI,
Mangeaud, A, Fiol de Cuneo, M, Ruiz, RD: Overweight and
seminal quality: A study of 794 patients. Fertil Steril;2010,94:1739-1743.
35. Alavanja, MC, Sandler, DP, McMaster, SB, Zahm, SH,
McDonnell, CJ, Lynch, CF, Pennybacker, M, Rothman, N,
Dosemeci, M, Bond, AE, Blair, A: The agricultural health
study. Environ Health Perspect;1996,104:362-369.
36. Olsen, J, Melbye, M, Olsen, SF, Sorensen, TI, Abay, P,
Andersen, AM, Taxbol, D, Hansen, KD, Juhl, M, Schow, TB,
Sorensen, HT, Andresen, J, Mortensen, EL, Olesen, AW,
Sondergaard, C: The danish National Birth Cohort-its
background, structure and aim. Scand J Public Health;2001,29:300-307.
37. Nguyen, RH, Wilcox, AJ, Skjaerven, R, Baird, DD: Men's
body mass index and infertility. Hum Reprod;2007,22:2488-2493.
38. Magnusdottir, EV, Thorsteinsson, T, Thorsteinsdottir, S,
Heimisdottir, M, Olafsdottir, K: Persistent organochlorines,
sedentary occupation, obesity and human male subfertility.
Hum Reprod;2005,20:208-215.
39. Hanafy, S, Halawa, FA, Mostafa, T, Mikhael, NW, Khalil,
KT: Serum leptin correlates in infertile oligozoospermic
males. Andrologia;2007,39:177-180.
40. Koloszar, S, Fejes, I, Zavaczki, Z, Daru, J, Szollosi,
J, Pal, A: Effect of body weight on sperm concentration in
normozoospermic males. Arch Androl;2005,51:299-304.
41. Stewart, TM, Liu, DY, Garrett, C, Jorgensen, N, Brown,
EH, Baker, HW: Associations between andrological measures,
hormones and semen quality in fertile australian men:
Inverse relationship between obesity and sperm output. Hum
Reprod;2009,24:1561-1568.
42. Chauvin, TR, Griswold, MD: Androgen-regulated genes in
the murine epididymis. Biol Reprod;2004,71:560-569.
43. Li, Y, Putman-Lawson, CA, Knapp-Hoch, H, Friel, PJ,
Mitchell, D, Hively, R, Griswold, MD: Immunolocalization and
regulation of cystatin 12 in mouse testis and epididymis.
Biol Reprod 2005;73:872-80.
44. Cooper, TG, Yeung, CH, Nashan, D, Nieschlang, E:
Epididymal markers in human infertility. J Androl;1988,9:91-101.
45. Mahmoud, AM, Geslevich, J, Kint, J, Depuydt, C, Huysse,
L, Zalata A, Comhaire FH: Seminal plasma alpha-glucosidase
activity and male infertility. Hum Reprod;1998,13:591-595.
46. Castellon, EA, Huidobro, CC: Androgen regulation of
glycosidase secretion in ephitelial cell cultures from human
epididymis. Hum Reprod;1999,14:1522-1527.
47. Martini, AC, Molina, RI, Vincenti, LM, Santillán, ME,
Stutz, G, Ruiz, RD, Fiol de Cuneo, M: Neutral alpha-glucosidase
activity in mouse: a marker of epididymal function? Reprod
Fertil Dev;2007,19:563-568.
48. Kort, HI, Massey, JB, Elsner, CW, Mitchell-Leef, D,
Shapiro, DB, Witt, MA, Roudebush, WE: Impact of body mass
index values on sperm quantity and quality. J Androl;2006,27:450-452.
49. Lanfranco, F, Kamischke, A, Zitzmann, M, Nieschlag, E:
Klinefelter's syndrome. Lancet;2004,364:273-283.
50. Suzuki, Y, Sasagawa, I, Tateno, T, Yazawa, H, Ashida, J,
Nakada T: Absence of microdeletions in the y chromosome in
patients with prader-willi syndrome with cryptorchidism. Int
J Androl;2002,25:1-5.
51. Feldman, HA, Johannes, CB, Derby, CA, Kleinman, KP, Mohr,
BA, Araujo, AB, McKinlay, JB: Erectile dysfunction and
coronary risk factors: prospective results from the
Massachusetts Male Aging Study. Prev Med;2000,30:328-338.
52. Seftel, A: Male hypogonadism. Part II: etiology,
pathophysiology and diagnosis. Int J Impot
Res;2006,18:223-228.
53. Cheng, JY, Ng, EM: Body mass index, physical activity
and erectile dysfunction: an U-shaped relationship from
population-based study. Int J Obes;2007,31:1571-1578.
54. Sullivan, ME, Thompson, CS, Dashwood, MR, Khan, MA,
Jeremy, JY, Morgan, RJ, Mikhailidis, DP: Nitric oxide and
penile erection: is erectile dysfunction another
manifestation of vascular disease? Cardiovasc
Res;1999,43:658-665.
55. Tsai, EC, Matsumoto, AM, Fujimoto, WY, Boyko, EJ:
Association of bioavailable, free, and total testosterone
with insulin resistance: Influence of sex hormone-binding
globulin and body fat. Diabetes Care;2004,27:861-868.
56. Strain, GW, Zumoff, B, Kream, J, Strain, JJ, Deucher, R,
Rosenfeld, RS, Levin, J, Fukushima, DK: Mild
hypogonadotropic hypogonadism in obese men. Metabolism;1982,31:871-875.
57. Hammoud, A, Carrell, DT, Meikle, AW, Xin, Y, Hunt, SC,
Adams, TD, Gibson, M: An aromatase polymorphism modulates
the relationship between weight and estradiol levels in
obese men. Fertil Steril;2010,94:1734-1738.
58. Wozniak, SE, Gee, LL, Wachtel, MS, Frezza, EE: Adipose
tissue: The new endocrine organ? A review article. Dig Dis
Sci;2009,54:1847-1856.
59. Trayhurn, P, Beattie, JH: Physiological role of adipose
tissue: white adipose tissue as an endocrine and secretory
organ. Proc Nutr Soc;2001,60:329-339.
60. Athyros, VG, Tziomalos, K, Karagiannis, A, Anagnostis,
P, Mikhailidis, DP: Should adipokines be considered in the
choice of the treatment of obesity-related health problems?
Curr Drug Targets;2010,11:122-135.
61. Hofny, ER, Ali, ME, Abdel-Hafez, HZ, Kamal, Eel-D,
Mohamed, EE, Abd El-Azeem, HG, Mostafa T: Semen parameters
and hormonal profile in obese fertile and infertile males.
Fertil Steril;2010,94:581-584.
62. Caprio, M, Isidori, AM, Carta, AR, Moretti, C, Dufau, ML,
Fabbri, A: Expression of functional leptin receptors in
rodent leydig cells. Endocrinology;1999,140: 4939-4947.
63. El-Hefnawy, T, Ioffe, S, Dym, M: Expression of the
leptin receptor during germ cell development in the mouse
testis. Endocrinology;2000,141:2624-2630.
64. Ishikawa, T, Fujioka, H, Ishimura, T, Takenaka, A,
Fujisawa, M: Expression of leptin and leptin receptor in the
testis of fertile and infertile patients. Andrologia;2007,39:22-27.
65. Bener, A, Al-Ansari, AA, Zirie, M, Al-Hamaq, AO: Is male
fertility associated with type 2 diabetes mellitus? Int Urol
Nephrol;2009,41:777-784.
66. Lima, N, Cavaliere, H, Knobel, M, Halpern, A, Medeiros-Neto,
G: Decreased androgen levels in massively obese men may be
associated with impaired function of the gonadostat. Int J
Obes Relat Metab Disord;2000,24: 1433-1437.
67. Lampiao, F, du Plessis, SS: TNF-alpha and IL-6 affect
human sperm function by elevating nitric oxide production.
Reprod Biomed Online;2008,17: 628-631.
68. Agarwal, A, Sharma, RK, Nallella, KP, Thomas, AJ,
Alvarez, JG, Sikka, SC: Reactive oxygen species as an
independent marker of male factor infertility. Fertil Steril;2006,86:878-885.
69. Dandona, P, Aljada, A, Chaudhuri, A, Mohanty, P, Garg,
R: Metabolic syndrome: A comprehensive perspective based on
interactions between obesity, diabetes, and inflammation.
Circulation;2005,111:1448-1454.
70. Davi, G, Falco, A: Oxidant stress, inflammation and
atherogenesis. Lupus;2005,14:760-764.
71. Oliva, A, Spira, A, Multigner, L: Contribution of
environmental factors to the risk of male infertility. Hum
Reprod;2001,16:1768-1776.
72. Sharpe, RM: Environmantal/lifestyle effects on
spermatogenesis. Phil Trans R Soc B;2010,365:1697-1712.
73. Setchell, BP: Heat and the testis. J Reprod Fertil;1998,114:179-184.
74. Paul, C, Teng, S, Saunders, PT: A single, mild,
transient scrotal heat stress causes hypoxia and oxidative
stress in mouse testes, which induces germ cell death. Biol
Reprod;2009,80: 913-919.
75. Hjollund, NH, Storgaard, L, Ernst, E, Bonde, JP, Olsen,
J: The relation between daily activities and scrotal
temperature. Reprod Toxicol;2002,16:209-214.
76. Shafik, A, Olfat, S: Lipectomy in the treatment of
scrotal lipomatosis. Br J Urol;1981,53: 55-61.
77. Kaukua, J, Pekkarinen, T, Sane, T, Mustajoki, P: Sex
hormones and sexual function in obese men losing weight.
Obes Res;2003,11:689-694.
78. Bastounis, EA, Karayiannakis, AJ, Syrigos, K, Zbar, A,
Makri, GG, Alexiou, D: Sex hormone changes in morbidly obese
patients after vertical banded gastroplasty. Eur Surg
Res;1998,30:43-47.
79. Di Frega, AS, Dale, B, di Matteo, L, Wilding, M:
Secondary male factor infertility after roux-en-y gastric
bypass for morbid obesity: Case report. Hum Reprod;2005,20:997-998.
80. Sermondade, N, Massin, N, Boitrelle, F, Pfeffer, J,
Eustache, F, Sifer, C, Czernichow, S, Levy, R: Sperm
parameters and male fertility after bariatric surgery: three
case series. Reprod Biomed Online; 2012,24: 206-210.
81. Pasquali, R: Obesity and androgens: Facts and
perspectives. Fertil Steril;2006,85:1319-1340.
82. Raman, JD, Schlegel, PN: Aromatase inhibitors for male
infertility. J Urol;2002,167:624-629.
|