TRABAJO DE
CASUÍSTICA Y CASOS CLÍNICOS
Tratamiento con cloranfenicol
en nueve niños con disentería bacilar
Cloramphenicol treatment in nine children with bacillary
dysentery
Martín P Moya2, Daniel E. Jayo1, Nora C.
López1, María G. Graña3 y Eduardo Halac4
Revista Facultad de Ciencias
Medicas 2012; 69(3):160-161
1-Médicos Residentes de 4° Año
2- Jefe de Departamento
3- Infectóloga Pediátrica.
4-Consultor-Profesor Adjunto de Pediatría
Departamento de Pediatría, Sanatorio Francés
Unidad Docente-Cátedra de Clínica Pediátrica- Universidad
Nacional de Córdoba
Baigorri 749-5000 Córdoba
Autor correspondiente:
eduardohalac@yahoo.com.ar
Introducción
El uso de cloranfenicol para el tratamiento de infecciones
entéricas graves es poco frecuente en Pediatría debido a los
riesgos inherentes al antibiótico en sí, y a su reducido
espectro de sensibilidades.1,2
Pacientes y Métodos
Se describen nueve pacientes (mediana de edad en años =
5, (2-9) asistidos en el Departamento de Pediatría del
Sanatorio Francés durante los meses de Enero y Febrero de
2010, con datos epidemiológicos comunes: vivienda en la zona
aledaña al nosocomio, e ingesta de alimentos en mal estado
adquiridos en comercios sitos en un radio de hasta 20
cuadras. La fiebre y los vómitos persistentes precedieron a
la diarrea, pero cuando los padres detectaron sangre visible
en heces, trajeron los niños a consulta por guardia externa.
Resultados
En todos los casos la diarrea fue explosiva, con moco y
sangre. En los dos casos iniciales se observó pus en el moco
fecal; estos dos pacientes desarrollaron Shigella en
coprocultivos. Siete pacientes ingresaron con deshidratación
de grado II-III; dos (Shigellosis) lo hicieron en shock
hipovolémico. Los coprocultivos mostraron cinco casos de
Shigella (3 flexneri y 2 sonnei respectivamente); en tres
pacientes se aisló E coli entero invasiva. En el restante se
cultivó Salmonella enteritidis. Estas cepas eran sensibles a
ceftriaxona, cloranfenicol, ciprofloxacina, y gatifloxacina,
y resistentes a ampicilina, trimetoprima-sulfametoxazol y a
ceftriaxona en dos cepas de S flexneri. En base a las
sensibilidades obtenidas, el tratamiento inicial de elección
fue ceftriaxona endovenosa. Sin embargo, los dos pacientes
iniciales no mostraron mejoría clínica ni resolución de la
fiebre o diarrea. Se decidió suspender el antibiótico
inicial y comenzar cloranfenicol (100 mg /Kg/día). La
mejoría clínica se obtuvo 48 horas después de iniciado el
tratamiento, con desaparición de la fiebre, mejor estado
general y disminución de las deposiciones. La evolución fue
más prolongada (76 y 90 horas) en los dos casos de
Shigellosis con shock. El cloranfenicol fue la droga de
elección para los siete casos posteriores y fue bien
tolerado sin observarse modificaciones en las funciones
renal y hepática.
Los nueve niños fueron seguidos en consultorio externo
durante un año. Se realizaron estudios hematológicos a los
3, 6 y 12 meses pos tratamiento sin detectarse indicadores
de supresión medular.
Discusión
Cloranfenicol (CAS No.56-75-7) inhibe la síntesis proteica
al unirse a la subunidad ribosomal 50S de las bacterias. Las
indicaciones listadas por la farmacopea de la Sociedad
Argentina de Pediatría incluyen las infecciones por
Haemophilus influenzae b no sensible a ampicilina, gérmenes
patógenos resistentes a aminoglucósidos, anaerobios
resistentes e infecciones por Salmonella.1 En uso desde
1948, sus indicaciones son cada vez más limitadas al
reconocerse su capacidad para inducir discrasias sanguíneas
entre ellas anemia aplástica. Existe controversia sobre si
ese efecto es una respuesta idiosincrática limitada
(1/30,000 aplicaciones) o una acción directa del fármaco.2
Su amplia distribución en sangre, plasma, liquido
cefalorraquídeo, pulmones, corazón y hueso lo hicieron
atractivo para las infecciones pediátricas causadas por H
influenzae tipo b, especialmente en casos de meningitis.2
Shigella es responsable de 4-12% de casos de diarrea y 30%
de diarreas con sangre en Chile.3 El antibiótico más
utilizado desde 1994 es el cloranfenicol.3 Ogunlesi4
favorece al cloranfenicol como tratamiento de elección en la
meningitis en niños nigerianos por su alta eficacia, bajo
índice de resistencia y costo accesible. Para las
poblaciones asiáticas, la droga está reservada al
tratamiento de la tifoidea en niños.5 En el formulario
terapéutico de la Organización Mundial de la Salud (2005) se
incluye al cloranfenicol como droga de primera línea en el
tratamiento de las meningitis bacterianas en niños,
sobretodo en países en desarrollo.6 Fuller aporta la misma
idea.7 En nuestro medio su uso no se justifica, ni por su
bajo costo ni por su efectividad terapéutica. Ayala Torales8
presenta una niña con shock séptico inducido por Shigella
flexneri resistente a cloranfenicol, ampicilina y
trimetoprima-sulfametoxazol en San Isidro en el año 2006.
Para Salmonella typhi y paratyphi, el metanálisis de Thaver9
indica que el cloranfenicol no es apropiado; favorece el uso
de fluoroquinolonas. Resultados similares se demuestran en
Brasil para Salmonella enteritidis.9
Huang y Du Pont10 advierten sobre las complicaciones del
cloranfenicol pero señalan que la aplasia medular permanece
como respuesta idiosincrática. Tsai11 en su experiencia de
683 niños afectados por infecciones severas causadas por
Salmonella no typhi, encuentra complicaciones graves en 7,9%
de casos; la mitad de ellas fue la bacteriemia (57,4%). Los
pacientes que no recibieron antibióticos mostraron una
evolución más tórpida que los tratados (56,6%). El régimen
propuesto fue ceftriaxona o fluoroquinolonas (según edad del
paciente). La recomendación de los autores es guiar el uso
de antibióticos en base a la duración de la fiebre y a la
detección de valores de PCR ≥ 100 mg/L. Las cepas aisladas
en tres de nuestros pacientes (una con Shigella y dos con
Salmonella) mostraron resistencia in vitro a ceftriaxona.
Sorprende el hallazgo de sensibilidades in vitro a
cloranfenicol. Especulamos que el hecho se debería a su uso
muy restringido entre los antibióticos de uso pediátrico.
Nuestra decisión de usarlo se basó no solo en las
sensibilidades sino en la rápida respuesta clínica observada
en los dos pacientes severamente afectados con Shigella. El
uso de cloranfenicol no exime, más allá de la respuesta
obtenida, de verificar minuciosamente la respuesta
hematológica de los pacientes en fase aguda como en el
seguimiento posterior a largo plazo. No realizamos estudios
de concentraciones séricas, como sugieren otros autores.3 Se
advierte ya12 sobre resistencia de algunas cepas de Shigella,
Salmonella y E coli a ceftriaxona y a fluoroquinolonas. El
texto de Pediatría de Voyer, incluye el uso de cloranfenicol
en este tipo de infecciones.13
Conclusiones
El uso de cloranfenicol en infecciones entéricas severas en
la edad pediátrica garantiza el éxito terapéutico clínico
cuando las sensibilidades al antibiótico aconsejan su uso.
Sin embargo, el mismo debe ser cauteloso debido a los
efectos adversos potenciales.
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