2013  Volumen 70 n° 3

 

 

 

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ARTÍCULOS ORIGINALES

 

Asociación entre lesiones placentarias y lesiones isquémico hemorrágicas cerebrales precoces detectadas por ecografía en prematuros menores de 1500 gramos y 32 semanas
The relationship between placental lesions and early hemorrhagic-ischemic cerebral injury in very low birth weight infants
Dra Mara Vaihingera, Dra Nancy Mazzitellib, Dra Nora Balaniana, Dr Carlos Grandic

Revista Facultad de Ciencias Medicas 2013; 70(3):123-133

 

a. División Neonatología,

b. Unidad Anatomía Patológica,

c. Epidemiología Perinatal y Bioestadística, Hospital Materno-Infantil Ramón Sardá, Buenos Aires, Argentina

Maternidad “Ramón Sarda”: Esteba de Luca 2151, Buenos Aires, Argentina
Correspondencia: cgrandi@intramed.net‪‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬
Participación de los autores: Todos contribuyeron al desarrollo e implementación del estudio, análisis de resultados, redacción del artículo y aprobación de su versión final.
Fuente de financiamiento: El presente trabajo de investigación fue realizado con el apoyo de una Beca “Ramón Carrillo-Arturo Oñativia”, categoría iniciación, otorgada por el Ministerio de Salud de la Nación, a través de la Comisión Nacional Salud Investiga.
Conflictos de interés: ninguno que declarar
 

 

 


 

Introducción
El parto prematuro se asocia a discapacidad y resultados neurológicos adversos, siendo la hemorragia intraventricular (HIV) y las lesiones de la sustancia blanca cerebral (LSBC) las principales etiologías propuestas.1 Los recién nacidos prematuros (RNPT)
£  a 32 semanas y ≤1500 g representan en Argentina el 1.2% del total de recién nacidos (RN) vivos y contribuyen al 33% de la mortalidad infantil con una sobrevida del 60%.2 En América Latina las lesiones isquémico hemorrágicas cerebrales (LIHC) se observan en el 10% de los RNPT y su frecuencia es mayor a menor edad gestacional (EG).3
Los posibles mecanismos responsables de las LIHC son complejos e involucran factores vinculados con el flujo sanguíneo cerebral, la vulnerabilidad intrínseca del oligodendrocito en fase de diferenciación, citoquinas y radicales libres.4-8
La ecografía cerebral es útil para detectar HIV, lesiones quísticas y ventriculomegalia (VMG).9
La histopatología placentaria permite evaluar lesiones que podrían intervenir en la injuria cerebral directa o indirectamente por el aumento de su asociación con complicaciones neonatales.10,11
La inflamación intrauterina activa las células de la placenta y la decidua para producir numerosas citoquinas proinflamatorias en la interface materno-fetal, incluyendo el factor de necrosis tumoral – alfa, interleuquina-1b, interferon-g, interleukina-6 e interleukina-8. El incremento de las citoquinas pro-inflamatorias se asocian con aumento en la incidencia de displasia broncopulmonar y lesiones cerebrales, en especial la HIV y la leucomalacia periventricular, fuertes predictores de compromiso del neurodesarrolo.12
Existen controversias sobre la asociación entre corioamnionitis histológica (CH) y LIHC. Así, mientras algunos estudios muestran asociación entre CH y LSBC13,14 o HIV,10,11,15 otros no evidencian ninguna asociación entre CH y HIV temprana16 o LSBC en su forma quística17 y no quística.18
El objetivo del presente estudio fue comparar las lesiones placentarias de hipoperfusión vascular materna y fetal y lesiones inflamatorias agudas y crónicas en RNPT portadores de LIHC detectadas por ecografía cerebral antes de las 72 horas de vida, con las halladas en RNPT sin LIHC.


Material y métodos
El estudio se desarrolló en la Unidad de Cuidados Intensivos y de Anatomía Patológica del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se trata de un Hospital público de nivel terciario.
El diseño del estudio fue retrospectivo, tipo caso – control. La población fueron los RN vivos
³ a 500 g y 24 semanas y £ a 1500 g y 32 semanas entre el 01-01-2006 y el 01-03-2012. Se excluyeron los RNPT gemelares, con malformaciones congénitas, infecciones intrauterinas específicas, los fallecidos en sala de partos o antes de las 24 horas de vida y la falta de información histopatológica de la placenta y ecografía precoz.
La variable dependiente (resultado) fue la ecografía cerebral dentro de las 72 horas de vida normal o con una o más de las siguientes lesiones: leucomalacia periventricular (LPV) según la clasificación de D’Vries19 , infarto hemorrágico periventricular (IHP),20 VMG9,HIV según la clasificación de Papile21 e hidrocefalia post hemorrágica21 . La variable independiente fue la lesión placentaria que se clasificó en 4 grupos22 1.- Lesiones del compartimiento vascular materno (LCVM, aumento de nudos sinciciales, vasculopatía decidual, múltiples infartos); 2.- Lesiones del compartimiento vascular fetal (LCVF, edema velloso, trombosis vascular, vellosidades avasculares), 3.- Inflamación23 (CH, corioamnionitis con vasculitis fetal aguda (CVFA), vasculitis fetal aguda) y 4-. Otras lesiones (aumento de la fibrina perivellosa [>10%}, villitis de etiología desconocida con vasculopatía fetal obliterativa, villitis de etiología desconocida multifocal sin vasculopatia fetal obliterativa). Se incluyeron variables sociodemográficas, obstétricas: gestas, diabetes,24 hipertensión arterial (HTA), preeclampsia, eclampsia25,restricción de crecimiento intrauterino (RCIU), ruptura prematura de las membranas (RPM), corioamnionitis clínica, corticoides prenatales, y variables neonatales: EG en semanas completas al parto por fecha de última menstruación o ecografía del 1er trimestre, peso de nacimiento (PN), pequeño para la edad gestacional (PEG, < percentilo 10 de peso para la edad gestacional de la referencia de la Maternidad Sardá),26 asfixia27, reanimación cardiopulmonar neonatal (RCP),28 sindrome de dificultad respiratoria (SDR), asistencia respiratoria mecánica (ARM), ductus arterioso permeable (DAP), sepsis (hemocultivos positivos), enterocolitis necrotizante (ECN) según clasificación de Bell modificada29, ecografía cerebral entre las 36 y 40 semanas de EG corregida, displasia broncopulmonar (DBP, oxígeno más de 28 días)30, retinopatía del prematuro (ROP) según la clasificación internacional31 y examen neurológico anormal al egreso.
Todas las placentas se analizaron según técnica de fijación en formol, inclusión en parafina y coloración de los cortes con hematoxilina-eosina. El examen externo de placenta y anexos incluyó: la valoración del peso y los diámetros del disco placentario y su sección en cortes seriados. En la superficie de corte se describieron y cuantificaron las lesiones halladas. Se estudiaron histológicamente como mínimo 4 tacos de parénquima placentario. De las membranas ovulares se consignaron las características y anomalías macroscópicas. El profesional de anatomía patológica (NM) desconocía los resultados ecográficos.
La ecografía cerebral se realizó dentro de las primeras 72 horas con un equipo portátil Doppler Color, con transductor de 7.5 mhz , utilizando cortes coronales y parasagitales a través de la fontanela anterior con angulaciones a la derecha e izquierda. Todos los estudios fueron realizados por un médico ecografista (NB) quien desconocía los resultados de la histopatología placentaria.
El análisis estadístico se realizó mediante la determinación de medidas de tendencia central (media, mediana o proporciones según correspondiera) y medidas de dispersión (desvío estándar, intervalo de confianza al 95% de la proporción y rango intercuartílico). El test U de Mann-Withney y el test t de Student se utilizaron para la comparación de variables continuas (mediana y media, respectivamente).
El riesgo biivariado se calculó mediante el estadístico Odds Ratio (OR) y su intervalo de confianza al 95%. El test de Chi2 o el test exacto de Fischer, cuando correspondiera, se usó para la comparación de variables categóricas.
El potencial efecto confusor de variables independientes sobre la asociación con las medidas preestablecidas de resultados se exploró mediante la estratificación y modelos de regresión logística múltiple. Se estimó la bondad del ajuste de los modelos mediante el test de Hosmer-Lemeshow.
Un valor p menor de 0.05 (una cola) se consideró como indicador de significación estadística. Se emplearon los programas Statistica (versión 7, Statsoft, Tulsa, OK, USA), Stata (versión 9.2, Lakeway Drive, Texas) y EPI-INFO (versión 6.0, Stone Mountain, GA, USD Inc,).
De acuerdo con pautas de la OMS, en los estudios epidemiológicos (tipo retrospectivo como el presente) en que el numero de participantes es muy alto y que utiliza de datos de historiales médicos, no se requiere consentimiento informado.32

Resultados
En el período del estudio nacieron 44.175 RN vivos; de ellos 628 (1,4%) fueron
£ 1500 gramos y 361 (57.5 %) cumplieron con los criterios de selección. Debido a la falta de ecografía cerebral dentro de las 72 horas de vida (n= 22), ausencia de histopatología placentaria (n=63) y falta de datos en la historia clínica neonatal (n=78) el número final de pacientes incluidos fue de 198 (54,8%), 49 casos (con lesiones US) y 149 controles (sin lesiones US).
En la Tabla 1 se describen las características sociodemográficas y los antecedentes obstétricos según la presencia o ausencia de lesiones ultrasonográficas dentro de las 72 horas de vida. Las madres provenientes del Gran Buenos Aires fueron un 20% más frecuentes en los casos (p = 0,053). El número de consultas prenatales estaba reducido por la corta EG. Tanto la RPM (p = 0.027) como la corioamnionitis clínica fueon más frecuentes en los casos.

 

TABLA 1. Características demográficas y antecedentes obstétricos según la presencia o ausencia de lesiones ultrasonográficas cerebrales dentro de las 72 hs de vida (Sardá, 2006-2012)

US: ultrasonográfica
IIC: intervalo intercuartil

HTA:
hipertensión arterial
RCIU:
restricción del crecimiento intrauterino
RPM:
rotura prematura de membranas


La Tabla 2 muestra características neonatales según la presencia de lesiones ultrasonográficas. Tanto la EG como el PN fueron estadísticamente menores en los casos que en los controles. No hubo diferencias por sexos. Todas las entidades fuertemente asociadas a prematurez (asfixia, RCP, SDR, días de ARM, DAP, DBP, y mortalidad neonatal) fueron estadísticamente más frecuentes en los casos. La ECN y el examen neurológico anormal al alta fue el doble en los casos, aunque sin alcanzar significación estadística, probablemente por el escaso tamaño muestral. La ROP fue un 7,2% mayor en los casos.

 

TABLA 2. Características del Recién Nacido según la presencia o ausencia de lesiones ultrasonográficas dentro de las 72 hs de vida (Sardá, 2006- 2012)

US: ultrasonográfica;

EG: edad gestacional;

PN: peso al nacer;

PEG: pequeño para la edad gestacional (< percentilo 10) 26;

RCP: reanimación cardiopulmonar;

SDR: síndrome dificultad respiratoria;

ARM: asistencia respiratoria mecánica;

DAP: ductus arterioso permeable;

ECN: enterocolitis necrotizante;

DBP: displasia broncopulmonar;

ROP: retinopatía del prematuro.


La lesión ultrasonográfica más frecuentemente observada fue la HIV, de las cuales casi un tercio eran graves. En el resto no superaron el 10 %, aunque se destacan los amplios intervalos de confianza. (Tabla 3)

 

Tabla 3. Lesiones cerebrales dentro de las 72 hs de vida (Sardá, 2006-2012)

a: la suma es mayor a 49 debido a la presencia de más de una lesión por caso
b: la suma es mayor a 100 % debido a la presencia de más de una lesión por caso
IC: intervalo de confianza.

 


La única entidad histológica asociada estadísticamente a lesiones ultrasonográficas precoces en RNPT fue la inflamación, con más del doble de riesgo en los casos (p= 0.020); de ésta la lesión más frecuentemente observada fue la CVFA, 15% superior en los casos y marginalmente significativa en comparación con los controles. El resto de las lesiones no mostró diferencias entre ambos grupos. (Tabla 4)

 

Tabla 4. Lesiones placentarias (n,%) según la ausencia o la presencia de lesiones ultrasonográficas dentro de las 72 hs de vida (Sardá, 2006-2012)

US: ultrasonografica;

LCVM: lesiones del Compartimiento Vascular Materno;

LCVF: lesiones del Compartimiento Vascular Fetal;

CVFA: corioamnionitis con vasculitis fetal aguda;

CH: corioamnionitis histológica;

CVFA: corioamnionitis con vasculitis fetal aguda;
VFA: vasculitis fetal aguda.

 


Al ajustar por potenciales confundidores ninguna lesión placentaria estuvo asociada a LIHC precoces. La EG mostró un significativo efecto protector, ya que por cada semana de incremento el riesgo de LIHC disminuía 30%. En contraste el riesgo asociado a inflamación se redujo 4 veces (7.0 vs 1.72), manteniendo su significación estadística solamente en el biivariado. (Tabla 5) El ajuste del modelo fue adecuado.
 

TABLA 5. Riesgos crudos y ajustados (IC 95%) por regresión logística de lesiones ultrasonográficas dentro de las 72 hs vida asociadas a lesiones placentarias (Sardá, 2006 - 2012)

OR: odds ratio;

IC: intervalo de confianza;

LCVM: lesiones del Compartimiento Vascular Materno;

LCVF: lesiones del Compartimiento Vascular Fetal;

CVFA: corioamnionitis con vasculitis fetal aguda
* Ajustado para educación materna (años), preeclampsia, corticoides prenatales, sexo,
edad gestacional y asfixia.


 


Discusión
Este es, de nuestro conocimiento, el primer estudio latinoamericano que exploró la asociación entre lesiones placentarias y la presencia de LIHC detectadas precozmente.
No se encontraron diferencias en las lesiones histológicas placentarias entre los dos grupos luego del ajuste por confundidores, aunque se pudo apreciar una mayor prevalencia de lesiones inflamatorias en los casos (67.3%) en comparación con los controles (48 %, p = 0.018).
La mayor frecuencia de RPM (p < 0.027) y corioamnionitis clínica en los casos puede atribuirse a la mayor incidencia de inflamación, en particular la CVFA en la placenta. Esto coincide con otros reportes; un estudio de cohorte prospectivo en el que se enrolaron 74 RNPT menores de 32 semanas y se midieron citocinas pro inflamatorias en sangre, aquellos con RPM tenían niveles más elevados de citocinas y las LIHC fueron más frecuentes.7
La frecuencia de HTA gestacional y preeclampsia fueron el doble en los controles. Esta observación coincide con la de otros autores en donde también se observó menor incidencia de HIV grave en RNPT de madres con HTA gestacional que en aquellos cuyas madres no presentaron HTA gestacional (p  0.001).33 No se sabe con certeza cuál es el mecanismo por el cual la HTA gestacional puede reducir la incidencia de HIV pero podría estar relacionado con una maduración cerebral acelerada.34
La RCIU también fue el doble en los controles a diferencia de otros reportes en donde se asoció con aumento de la ecogenicidaded como expresión de LSBC.35 La discrepancia puede atribuirse a que una proporción importante de RCIU en nuestro estudio fue secundaria a HTA gestacional y preclampsia.
Tanto la EG como el PN fueron estadísticamente menores en los casos, en concordancia con la patogenia de la HIV y de la LPV. En la Maternidad Sardá la incidencia de HIV y LPV entre las 25 y 28 semanas de EG es del 13% y 4% respectivamente, mientras que entre las 29 y 32 semanas es del 4% y 0% respectivamente.36
Los PEG fueron exclusivamente controles lo cual pudo haber sido secundario a la alta proporción de HTA y preeclampsia en este grupo de pacientes (45%).
Casi todas las complicaciones neonatales y la mortalidad fueron estadísticamente más frecuentes en los casos, atribuible a su mayor inmadurez.
Dentro de las LIHC dentro de las 72 hs de vida (Tabla 3) la HIV fue la más frecuente, siendo coincidente con la epidemiología de las LIHC.4
Entre los sobrevivientes se observó que en el 50% de los casos las LIHC persistían a las 36-40 semanas postconcepcionales comparado con el 15.9% de los controles (OR 5.39 (IC 95% 2.11 – 13.9, <0.001), a expensas de la HIV (especialmente formas graves), LPV (p = 0.021) y VMG (p= 0.001) (datos no presentados). Esto coincide con otro estudio en donde se destacó como complicaciones de las HIV a la HPH y las LSBC.4
En el análisis bivariado se observó que de los cuatro grupos de lesiones placentarias, la inflamación fue la única asociada estadísticamente a LIHC y de éstas la CVFA fue la más frecuente
(Tabla 5). Sin embargo cuando se ajustó por potenciales confundidores ninguna lesión placentaria se asoció a LIHC. Existen controversias en relación al rol de la corioamnionitis como factor de riesgo, independientemente de la edad gestacional, para resultados neurológicos adversos. Recientemente el estudio multicéntrico ELGAN (Extremely Low Gestational Age Newborn)13 proporcionó evidencia epidemiológica a favor del rol de la inflamación prenatal en las LSBC y parálisis cerebral (PC). El presente estudio coincide en cuanto a la identificación de la inflamación como la lesión más frecuentemente hallada en los casos, de los cuales el 50% presentó ultrasonografía patológica a las 36-40 semanas, siendo la VMG la lesión predominante (34.3%)
Harteman y col.14 comunicaron que los IHP detectados por ultrasonografía en 46 pretérminos < 34 semanas de EG antes de las 96 horas de vida se asociaron con CH (37%) y funisitis (26%). En nuestra serie la presencia de IHP fue muy baja a las 72 hs vida (10.2%).
Perrone y col.11analizaron prospectivamente la histopatología de 105 placentas de RNPT entre 23 y 31 semanas, observando que los RNPT con inflamación placentaria eran más pequeños y tenían más riesgo de desarrollar HIV (p=0.002). También Moscuzza y col.15 incluyeron retrospectivamente 122 pacientes entre 26 y 35 semanas y encontraron mayor riesgo de HIV en los que tenían CH y funisitis (p= 0.001). Sin embargo Sarkar y col.16 en un estudio prospectivo con 62 RNPT  28 semanas no encontraron asociación entre CH y HIV, lo que atribuyen a la alta tasa de corticoides prenatales (90%).
En un estudio prospectivo que incluyó 628 RNPT  32 semanas con un 48% de CH, si bien la CH se asoció a HIV severa no se evidenció mayores compromisos en el neurodesarrollo en relación a los controles.17 Chau y col 18 en un estudio prospectivo con 92 RNPT entre 24 y 32 semanas de EG con histopatología placentaria y resonancia magnética precoz y al término, no evidenciaron asociación entre CH y LSBC.
La ventaja de nuestro trabajo es que se pudo evaluar la asociación entre LIHC y lesiones placentarias detectadas por los mismos operadores, lo que disminuyó la probabilidad de error sistemático. La limitación es que por tratase de un estudio retrospectivo hubo pérdida de información.

Conclusiones
Las LIHC son una importante complicación del RNPT. No se encontraron diferencias en las lesiones histológicas placentarias entre los dos grupos, aunque se observó una clara prevalencia de lesiones inflamatorias en los portadores de lesiones ultrasonográficas. La patología placentaria en el RNPT con LIHC refleja enfermedades subyacentes y condiciones clínicas que podrían interactuar con los mecanismos patogénicos de las LIHC.


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