2014  Volumen 71 n°1

 

 

 

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ARTÍCULOS DE REVISIÓN

 

Seguridad de los beta 2 agonistas (β2a) en asma bronquial
Safety of beta-agonists in asthma
Teodoro J Oscanoa1


Revista Facultad de Ciencias Medicas 2014; 71(1):43-53

 

Centro de trabajo: (1) Sección de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima. Perú. Instituto de Investigaciones de la Universidad San Martin de Porres. Lima.
Jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Almenara. Lima. Perú
Nombre y dirección completa del autor responsable de la correspondencia:
Dr. Teodoro J. Oscanoa. Dirección: Servicio de Geriatría del Hospital Almenara.
Av. Grau 800. Lima 13. LIMA PERU. Teléfono: 324 2983 anexo 4085. Correo
Electrónico: tjoscanoae@gmail.com  tjoscanoae@unmsm.edu.pe ,
Becas o ayudas para la subvención del trabajo: ninguna.
conflictos de interés: Ninguna.
Teléfono: 324 2983 anexo 44081. Correo Electrónico: toscanoae@usmp.pe  tjoscanoae@unmsm.edu.pe ,

 

 

 




 

Introducción

La terapia broncodilatadora para el asma más antigua conocida por la humanidad se inicia hace más de 5000 años, con la planta Ma Huang (Ephedra) de la Medicina China. El principio activo de la Ephedra es la efedrina que libera catecolaminas endógenas causando broncodilatación. En 1907 se demostró experimentalmente el efecto broncodilatador de la adrenalina, el cual fue la base terapéutica para su aplicación subcutánea en la crisis asmática, posteriormente un médico británico describió la vía de administración por nebulización. Durante la década de los 1940 se sintetiza el isoproterenol y se comienza a distinguir la diferencia en la respuesta bronquial al isoproterenol  y  noradrenalina, naciendo el concepto de receptores adrenérgicos alfa y beta. En la década de 1960, se descubre que las aminas simpaticomiméticos podría actuar sobre receptores beta 1 y beta 2, una subdivisión basada en su acción preferente sobre el corazón y las musculatura lisa bronquial. Lands y col descubrió que la isoetarina era altamente selectiva a los receptores beta 2. La aplicación clínica de isoetarina fue difícil y poco exitosa, debido a su vida media muy corta, por el rápido metabolismo asociado a su anillo catecol. En año 1968 David Jack and Roy Brittain sintetizan el salbutamol, fármaco broncodilatador beta 2 agonista, que revolucionó la terapéutica del asma bronquial y es utilizado ampliamente hasta la actualidad. Salbutamol es un fármaco de diseño exitoso, tiene su origen en el isoproterenol, donde el grupo hidroxilo fue deliberadamente reemplazado por un grupo hidroximetil con el objetivo de resistir su destrucción por la catecol-O-metil transferasa (COMT).1 Los dos grandes aportes a la terapia del asma de Brittain y Jack, se completaría en 1990 cuando logran sintetizar el salmeterol, el primer beta 2 agonista de acción prolongada y ponerlo a disposición para su uso clínico; este fármaco tiene una cadena lateral extendida que lo convierte en 10,000 veces más lipofilo que salbutamol. En perspectiva, la historia de los β2A, actualmente  parece empeñada en prolongar aun más la vida media, en esta línea el año 2006 se inicia los estudios de fase III del indacaterol uno de los representantes más conspicuos de una nueva línea de β2A, ahora denominados “de acción ultraprolongada”, con una duración de acción de 24 horas, posibles de usarlos una vez por día.2 

 

Musculo liso bronquial

La fisiopatología del asma bronquial tiene dos componentes esenciales, el broncoespasmo y el proceso inflamatorio. Como el efecto principal de los β2A  es la broncodilatación, la diana de este grupo farmacológico es el musculo liso bronquial (MLB). El MLB es la estructura que gobierna el control del calibre de las vías aéreas, su tono muscular es el resultado del balance entre estímulos constrictores y relajantes.3 La modulación del tono bronquial normal está a cargo del sistema nervioso autónomo. El sistema autónomo simpático actúa sobre el tono del MLB como broncodilatador. En el ser humano no hay inervación simpática directa sobre el MLB, la activación de los receptores β2 del MLB ocurre por las catecolaminas circulantes.

La inervación parasimpática, fundamentalmente de acción broncoconstrictora, tiene lugar porque el MLB tiene receptores muscarínicos. Bajo este principio, a lo largo de la historia se ha tratado de explotar la acción broncodilatadora de los fármacos que bloquean los receptores muscarínicos, entre los que se cuentan, belladona, estramonio y la misma atropina sin gran éxito. En 1984 se descubrió subtipos de receptores muscarínicos, reconociéndose que los receptores M3 son lo que gobiernan los efectos broncoconstrictores del tono colinérgico del MLB, mientras que los receptores M2 funcionaban como receptores de retroalimentación inhibitoria (autoreceptores).  Este descubrimiento abrió las puertas para la síntesis de antagonistas selectivos M3 como son bromuro de ipatropio (broncodilatador antimuscarínico de acción corta) y el tiotropio (broncodilatador muscarínico de acción prolongada).1 fármacos inhalatorios ampliamente utilizados en enfermedad pulmonar obstructiva crónica y asma bronquial.

En estado normal también existen sistemas diferentes del sistema nervioso autónomo que regulan el tono del MLB, como el oxido nítrico, aunque su contribución es mínima. En asma bronquial, la bronconstricción tiene otros mediadores, dentro de los más conocidos están las que causan  respuesta bronconstrictora precoz o inmediata (10 a 90 minutos) como la histamina que actúa sobre los receptores H1 del MLB. Esta respuesta precoz es seguida por una segunda fase bronconstrictora tardía que puede durar horas o días, esto es mediado por leucotrienos (C4, D4 y E4) que actúan sobre los receptores cys-LT1 del MLB. Se han desarrollado antagonistas de los receptores de leucotrienos (CysLT1) como el montelukast, pranlukast y zafirlukast, también debe incluirse a un inhibidor de la 5-lipoxygensa que es el zileuton.4

 

 Farmacodinamia

Los β2A actúan uniéndose a los receptores β2 del músculo liso bronquial, dichos receptores son miembros de la familia de receptores que presentan 7 dominios transmembrana y están acoplados a proteína G. Los receptores β2 están presentes en alta densidad en las células musculares lisas, sin embargo también están presentes en otros tejidos que forman parte del aparato respiratorio como glándulas submucosa, células del epitelio respiratorio, endotelio vascular, mastocitos, células inflamatorias circulantes como eosinofilos y linfocitos, pneumocitos tipo II y ganglios colinérgicos.5 Por consiguiente, se han atribuido los siguientes efectos, aparte de la broncodilatacion de las vías aéreas distales y proximales: inhibición de la liberación de mediadores de los mastocitos, inhibición de la exudación plasmática y edema de las vías aéreas, incremento de la depuración mucociliar, incremento de la secreción de moco, disminución de la neurotransmisión colinérgica y disminución de la tos.6

Los β2A se clasifican según su duración de acción, selectividad y afinidad hacia el receptor, potencia y eficacia. Salbutamol y formoterol tiene más rápido inicio de acción que salmeterol; salmeterol y formoterol tienen una duración de acción mayor que salbutamol, debido a su propiedad lipofilica producen efecto de depósito a nivel de la membrana celular, de manera que es posible administrarse dos veces al día. Los  β2A son moderada y altamente selectivos a los receptores β2. La afinidad se refiere a la atracción entre los agonistas y su receptor y se expresa como una constante de disociación entre agonistas y el receptor. La potencia se refiere a la concentración de la droga que alcanza la mitad de la respuesta máxima del cual el fármaco es capaz (EC50) y depende fundamentalmente de la afinidad y eficacia intrínseca del fármaco.

La eficacia intrínseca se define como la relación eficacia/número total de receptores, es decir, es la capacidad de medicamento de activar su receptor, sin tener en cuenta su concentración o número de receptores. El modelo de receptor en dos estados es útil para definir agonistas completos, parciales e inversos; este modelo presenta a los receptores ligados a proteína G en dos estados en equilibrio, una forma inactiva (R) y conformación activa espontanea (R*). Los agonistas clásicos tienen una alta afinidad para la forma R* comparado con la forma R, por tanto se incrementa la concentración de R*. Bajo este modelo la eficacia intrínseca se define como relativa preferencia de afinidad de los  ligando por R* y R. Los fármacos con un alto grado de eficacia (agonistas completos) tienen mucha mayor afinidad por R* que por R; mientras que los fármacos con eficacia intrínseca baja (agonistas parciales) tienen relativamente una menor afinidad por R* que por R. Entre los agonistas de los receptores β2 disponibles, la epinefrina tiene la más alta eficacia intrínseca, seguido de formoterol, salbutamol y salmeterol, este último tiene la menor eficacia intrínseca. Indacaterol, uno de los mas recientes β2A, tienen una eficacia intrínseca similar al formoterol.2 Con este mismo modelo, un agonista inverso (eficacia intrínseca negativa) tiene una alta afinidad mayor para la conformación R que la forma R*, por consiguiente disminuye la concentración de R*, ejerciendo un efecto totalmente opuesto al agonista. Los antagonistas competitivos neutrales tienen una afinidad igual para R y R* y no desplazan el equilibrio entre ambos, pero antagonizan competitivamente los efectos tanto de agonistas como de agonistas inversos.5

Seguridad de los broncodilatadores beta 2 agonistas (β2A)

Seguridad de los broncodilatadores β2A de acción corta (Short-Acting β2 Agonists o SABAs).

 Tres son los aspectos relevantes de seguridad a discutir con los SABAs: indicios de relación con asma fatal que no es un efecto de clase (aparentemente solo con isoproterenol y fenoterol); la diferencia significativa de eventos adversos cuando se administra salbutamol inhalatorio en forma continua vs a demanda y la influencia de los polimorfismos genéticos.

La historia de los SABAs registra dos epidemias de asma fatal ocurridas en Inglaterra en 1961 y en Nueva Zelanda en 1977. La incidencia de asma fatal en Inglaterra hasta 1961 se había mantenido en 0.5 por 100,000 personas, a partir de ese año se incrementó progresivamente hasta llegar cerca a 3 por 100,000 personas, similar tendencia se observó en Escocia, Australia e Irlanda. La hipótesis más aceptada sobre la causa de estos hechos fue el uso y abuso del isoproterenol en aerosol a elevada concentración. Un hecho importante que reforzó  esta hipótesis, fue que esta epidemia no ocurrió en Estados Unidos ni Canadá, países donde esta forma farmacéutica nunca se autorizó su venta.7,8,9 En 1977 se reportó otra epidemia en Nueva Zelanda que llegó a cifras 3 veces mayores de incidencia de asma fatal que el Reino Unido en ese mismo periodo de tiempo.10 Al analizar esta epidemia, se observó una coincidencia temporal con la introducción de fenoterol en Nueva Zelanda y la tasa de mortalidad de asma fatal se mantuvo entre las más altas del mundo durante más de una década; adicionalmente la epidemia desapareció cuando en 1990 se publicaron estudios de casos y controles sobre la seguridad del fenoterol.11,12,13 Ver tabla 1

 

 

Sobre la evolución y cronología de los hechos en relación con la seguridad de los broncodilatadores β2A de acción corta. Los mecanismo fisiopatológicos de la asociación de asma fatal con isoproterenol y fenoterol es desconocida, sin embargo, aparentemente es la confluencia de varios factores, entre las cuales están la broncoconstricción e hiperreactividad bronquial de rebote que ocurre al suspender estos SABAs. El uso diario de fenoterol está asociado con una reducción de flujo pico matutino, lo que sugiere que el intervalo entre las dosis durante la noche es suficiente para permitir la broncoconstricción de rebote. Este fenómeno no se observa con salbutamol. El uso regular de SABAs conduce a tolerancia de sus efectos broncoprotectores y brondilatadores. La tolerancia se hace más evidente cuando empeora la broncoconstricción; en asma severa esto puede conducir a una pobre respuesta al tratamiento de emergencia. El asma fatal asociada con fenoterol e isoproterenol seria el resultado de un efecto de rebote del asma y pobre respuesta a estos SABAs como consecuencia de fenómeno de tolerancia; ambos efectos serian causados por regulación decreciente (downregulation) de los receptores β2 los cuales ocurren con todos los  β2 agonistas.14

Se ha demostrado que salbutamol inhalatorio usado “cuando sea necesario o a demanda” es más eficaz y seguro que cuando se usa en forma regular o continua.15 Los estudios de Taylor y col han evidenciado que el uso de salbutamol en forma continúa está relacionado con declinación en el volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV1), mas variación diurna del flujo espiratorio máximo (PEF) y mayor sensibilidad a la metacolina.16 Por otro lado, el estudio de Drazen y col sobre este mismo tópico, no mostró  ninguna diferencia significativa entre las variables evaluadas (Variabilidad del PEF, FEV1 , número de puffs de salbutamol o síntomas) entre uno u otra forma de administración.17

Los estudios farmacogenómicos (estudio de las variaciones de  las características del ADN y ARN en relación con la respuesta al fármaco) y farmacogenéticos (parte de la farmacogenómica que estudia las variaciones de la secuencia de ADN relacionados a la respuesta al fármaco)18 del asma se han focalizado en los determinantes genéticos de la reversibilidad broncodilatadora y el empeoramiento del asma con el uso continuo de los SABAs. El gen del receptor adrenérgico β2 (ADRB2) tiene de 80 polimorfismos, habiéndose validado 45 SNP (Single nucleotide polymorphism) y dos inserciones/deleciones. Los estudios se han centrado sobre todo en el polimorfismo Gly16Arg (variante de aminoácidos glicina/arginina en la posición 16). Un estudio retrospectivo del los datos del  Mild Asthma Trial 19 encontró que los individuos con el polimorfismo B16 Arg/Arg que recibieron albuterol en forma regular tuvieron más exacerbaciones.20 Adicionalmente el estudio BARGE (β Adrenergic Response by GenotypE)  que investigó el esquema de uso regular vs “cuando sea necesario” de albuterol,  evidenció que los pacientes con B16 Arg/Arg presentaban menor PEF que aquellos con placebo o albuterol administrado regularmente pero con B16 glicina/glicina (que mejoraron cuando se retiro SABAs y se sustituyó con Ipatropio). De los datos disponibles, es posible concluir que los pacientes con polimorfismo B16 Arg/Arg son más susceptibles a los efectos de la administración de SABAs, especialmente cuando su uso es continuo.21

En relación con los aspectos de seguridad de los SABAs como salbutamol puede calificarse como seguro, su lugar en la terapéutica del asma  es como medicamento de rescate que alivia el broncoespasmo, previene el asma del ejercicio y el tratamiento de las exacerbaciones. No se recomienda su uso en forma regular, sino a demanda; existen indicios que sugieren su relación con ciertos polimorfismos donde el efecto deletéreo de su uso regular es más pronunciado que otros, sin embargo su real impacto en la práctica diaria es incierto, mientras no se emplee en forma rutinaria esta tecnología para la selección de los pacientes.

 Seguridad de los broncodilatadores β2A de acción prolongada (Long-Acting β2 Agonists o LABAs).

Actualmente en los referente a los aspectos de seguridad de los LABAs se vive un verdadero fenómeno de Déjà vu (del francés, fenómeno de lo “ya visto”), puesto que parece que la historia descrita para los SABAs pareciera repetirse8 , aunque algo atenuada, pero con claros indicios de estar asociados a eventos severos de asma incluyendo elevación de la mortalidad. Dada la magnitud y seriedad de problema, se reseñarán  los hechos de la siguiente manera: seguridad de los LABAs administrado en forma aislada, asociada a corticoides, hipótesis sobre mecanismos fisiopatológicos implicados y argumentos en favor o en contra sobre esta controversia.

Sobre la seguridad de los LABAs, actualmente lo único que esta fuera de cualquier controversia es que dichos fármacos no se deben administrar de forma aislada, es decir, se debe evitar la monoterapia con un LABA. Debe recordarse que los LABAs se expendían hasta hace pocos años en inhaladores conteniendo solo el principio activo (salmeterol o formoterol) y actualmente existen inhaladores que combinan estos fármacos con corticoides inhalatorio en el  mismo envase. En el año 2005 la FDA ya había lanzado una advertencia de recuadro negro (black box warning) sobre este tópico.22,23 En diciembre de 2008 un comité especial de la FDA determinó que los LABAs Salmeterol (Serevent, GlaxoSmithKline) y formoterol (Foradilde Novartis) no deben ser utilizados en el tratamiento del asma para todas las edades, porque los riesgos superan sus beneficios24 a raíz de esta recomendación de la FDA ya se han sumado convocatorias para el retiro de LABAs que no estén asociados con corticoides.25 La decisión de la FDA se fundamenta en numerosos ensayos clínicos que se inician desde 1993, cuando Castle y col (Salmeterol Nationwide Surveillance o SNS)26 encontraron un incremento de la mortalidad (estadísticamente no significativo) en el grupo de salmeterol vs salbutamol de 0.07% y 0.02% (p= 0.105) respectivamente; debe anotarse que salmeterol fue aprobado por la FDA en 1994 a pesar de esta última evidencia. Con el fin de disipar las dudas sobre la seguridad de los LABAs que figuraban en su partida de nacimiento, se diseñaron una serie de estudios entre los más conocidos están el SMART (Salmeterol Multi-center Asthma Research Trial)27  y FACET (Formoterol and Corticosteroids Establishing Therapy)28, entre muchos otros. Se han realizado también varios estudios metanaliticos 29,30,31, seguido de pronunciamientos actualizados periódicamente de la FDA sobre este tópico. Ver tabla 2 sobre seguridad de los LABAs, evolución y cronología de los hechos.

 

 

Aclarado el tema de los riesgos de la monoterapia con LABAs, se tuvo la impresión que esta  historia ya tenía un honroso final,  con la idea que la administración de LABAs asociados  con corticoides reunía los perfiles de seguridad idóneos, sin embargo, el mismo comité especial de la FDA en el año 2008, en vista de algunos indicios nada auspiciosos sugirió evaluar mas exhaustivamente los aspectos de seguridad de las formas de presentación mixta (LABAs+corticoides).32,33 Cumpliendo las sugerencias de la FDA se realizaron hasta 6 estudios metaanalíticos publicados hasta el 2011, cinco de ellos concluyen que la asociación con corticoides no elimina totalmente el riesgo de eventos catastróficos (intubación o mortalidad) asociada a asma.34-39 Dentro de estos estudios metaanalíticos señalados, se encuentra el realizado por la misma FDA y publicado en el año 2011 por McMahon y col donde se evidenció que los eventos severos relacionados a asma asociados a LABAs eran más frecuentes en niños de 4 a 11 años de edad. 39 El metaanálisis de Rodrigo y col fue el único que demostró que la terapia combinada reduce exacerbaciones y hospitalizaciones y es equivalente a monoterapia con corticoides en términos de mortalidad por asma.37 (Ver tabla 2). Ante estas evidencias la FDA el 15 de abril del 2011 emite una alerta de seguridad con nuevas recomendaciones para el uso de los LABAs asociados a corticoides.40 (Ver tabla 3 ) sobre nuevas recomendaciones  de la FDA para el uso seguro de los LABAs.

 

 

Los mecanismos fisiopatológicos que se han esbozado para explicar la denominada “paradoja de los β2 agonistas”, es decir el incremento del riesgo de exacerbación del asma en un grupo de pacientes con el uso de LABAs, se pueden clasificar en dos fundamentales: disminución en el efecto relajante del musculo liso bronquial  a los LABAs (desensibilización del  receptor β2A) e incremento en su respuesta broncoconstrictora por interacción heterológa entre receptores (hipótesis de la teoría del “remodelamiento bioquímico” del musculo liso bronquial) 41-42 , el primero presenta evidencias en humanos y el segundo en animales de experimentación. El uso simultaneo de corticoides inhalados reduciría la reactividad de las vías aéreas el cual se traduciría en cierto efecto protector de eventos catastróficos relacionados a asma.38

El debate sobre la seguridad de los LABAs asociados a corticoides, actualmente se encuentra en su punto más álgido, existen argumentos en pro y en contra que se han ido discutiendo en estos últimos años, algunos de los cuales se analizará brevemente. El primer argumento minimiza las evidencias de mortalidad relacionado con LABAs porque a pesar de haber sido mayor en el grupo con LABAs, en la mayoría de estudios, estos han resultado ser estadísticamente no significativos. Sin embargo, debe anotarse que los estudios realizados para aclarar este problema, han tenido sesgos que tienden más en el sentido de la minimización de la mortalidad, que lo contrario. Por ejemplo los análisis se han hecho solo en un subgrupo de pacientes del total disponible, incluyendo solo ensayos clínicos con salmeterol, formoterol, adultos, muertes por asma, reporte de eventos publicados, ensayos clínicos provenientes de los mismos patrocinadores de los fármacos aludidos o exclusivamente a dosis aprobadas por la FDA.38 El segundo argumento bien podría resumirse en un dicho popular: “los arboles nos impiden ver el bosque”, es decir, el debate sobre el incremento de mortalidad que en la mayoría de los estudios no ha sido estadísticamente significativo, nos está impidiendo “ver” el efecto que ha tenido la introducción de este grupo farmacológico a la mortalidad de asma como aporte a la salud pública: desde 1990 existe una clara tendencia a la  disminución de la mortalidad relacionado con asma a nivel mundial. En realidad en este periodo de tiempo también los corticoides inhalatorios han extendido su uso, por consiguiente, no se puede atribuir la disminución de la mortalidad por asma exclusivamente al uso de los LABAs.38 El tercer argumento deriva del segundo, el incremento progresivo en la venta de los LABAs  no ha afectado la tendencia decreciente mundial de disminución de la mortalidad relacionado a asma. Nuevamente los corticoides inhalatorios también han tenido una tendencia a la elevación en su uso y comercialización, aunque con una gran diferencia con los LABAs, la tendencia creciente al uso de corticoides inhalatorios es  mucho más elevada y rápida.

 Las repercusiones sobre la seguridad de los LABAs han sido tomadas en cuenta en las ultimas guías de práctica clínica sobre asma; así, la versión actualizada al 2011 del Global Initiative for Asthma (GINA), pone como opción terapéutica recién en el 3er paso (de un total de 5), como fármaco controlador de elección en la prevención de las exacerbaciones en el paciente asmático; previamente debe haberse probado con corticoides inhalatorios o con antileucotrienicos.43 La guía británica revisada al 2011, igualmente recomienda usar un LABA recién en el 3er paso (de un total de 5), siempre asociado a la terapia corticoidea inhalatoria, sin embargo anota que de no obtenerse una buena respuesta, debería suspenderse el LABA e incrementarse la dosis de corticoide inhalatorio a 800ucg/día o agregar un antileucotrienico.44

 

Conclusiones

En la farmacoterapia del asma los broncodilatadores beta 2 agonistas han resultado en un aporte importante en la calidad de vida de los pacientes con asma bronquial. Las evidencia sobre la seguridad de los SABAs inhalatorios, como el salbutamol, usados a demanda o como fármaco de rescate, tiene un aceptable balance riesgo-beneficio. Los LABAs no deberían ser usados como monoterapia por estar relacionados con elevación de mortalidad en pacientes asmáticos de cualquier edad. Actualmente se encuentra en debate los aspectos de seguridad de los LABAs asociados a corticoides, por consiguiente su prescripción en un paciente asmático será valorando el riesgo vs beneficio, especialmente evaluando y comparando otras opciones como incremento de dosis de corticoides y otras medidas de intervención farmacológica de control y prevención de la exacerbación de los accesos asmáticos.

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