2008     2010  Volumen 67  n° 4

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ARTICULO ORIGINAL


Entropía aproximada del efecto placebo en ensayos clínicos con antidepresivos de nueva generación
Cuestas María Eloisa¹, Cuestas Eduardo²
Revista Facultad de Ciencias Medicas 2010; 67(4): 141-149

 


1 Facultad de Matemática, Astronomía y Física. Universidad Nacional de Córdoba.
2 Área de Epidemiología Clínica y Bioestadística. Hospital Privado. Centro Médico de Córdoba
.

Correspondencia: Dr. E.Cuestas  Departamento de Docencia a Investigación Hospital Privado Av. Naciones Unidas 346 5016- Córdoba

ecuestas@hospitalprivadosa.com.ar




Introducción

Se define como "placebo" a sustancias inertes o a procedimientos de apariencia idéntica al tratamiento farmacológico activo o al tratamiento médico que se está investigando. También se pueden emplear como placebo sustancias activas que producen efectos similares al fármaco en estudio, pero que carecen de la propiedad que se supone terapéuticamente eficaz. Los placebos se emplean con la finalidad de controlar los efectos psicológicos del tratamiento y los resultados que producen se denominan "efecto placebo". En cambio, se denomina "efecto nocebo" a las reacciones adversas a aspectos incidentales del tratamiento; son muy comunes en pacientes y voluntarios sanos que participan en estudios clínicos y una causa común de incumplimiento de los tratamientos(1).
Un trabajo publicado recientemente concluyó que los antidepresivos de nueva generación son ineficaces para tratar las depresiones moderadas o severas
(2). Estadísticamente, no sería muy diferente la mejoría que experimentan estos cuadros con medicamentos o con placebo. Sólo en los pacientes con depresiones más extremas la eficacia de los antidepresivos parece ser significativa. No obstante, la aparente eficacia en este grupo no se debería a la efectividad del medicamento, sino a una menor respuesta al placebo. El estudio que comentamos se basó en los ensayos clínicos presentados como evidencia a la Food and Drug Administration (FDA) para la aprobación de antidepresivos de nueva generación. Los autores efectuaron un metaanálisis de 37 estudios que incluían 5.133 pacientes, analizaron tanto estudios publicados como no publicados, todos ellos a doble ciego controlados con placebo, en pacientes con trastorno depresivo unipolar, acorde con los criterios del "Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM)". Concluyeron que la evidencia para prescribir antidepresivos es escasa y sólo deberían indicarse en pacientes que sufren cuadros depresivos más severos o cuando hayan fracasado los tratamientos alternativos. Esta situación pone de manifiesto las dificultades que enfrenta la investigación de psicofármacos en la depresión y reaviva la polémica respecto de la utilidad y justificación del empleo de placebo en esos estudios.
En los pacientes con depresión, la respuesta al placebo parece ser extremadamente alta, lo que arroja dudas sobre la verdadera eficacia de los antidepresivos. Se ha planteado que esto puede deberse a un artificio de los métodos de metanálisis, ya que los estudios difieren en las estrategias de investigación y en el análisis de los datos.
No obstante, cuando otras patologías son sometidas al mismo procedimiento, las cifras de respuesta al placebo son menores. Por ejemplo, un metanálisis del Quality Assurance Project encontró que el placebo producía un 60% de la mejoría en la depresión, en cambio sólo era de un 53% en el trastorno de ansiedad generalizada, 23% en agorafobia, 21% en trastorno obsesivo compulsivo y prácticamente 0% en esquizofrenia
(1)(3). Por lo tanto, la elevada respuesta al placebo en los estudios sobre depresión parece obedecer a otra causa.
Diferentes factores pueden contribuir a la elevada respuesta a placebo en los estudios con antidepresivos. Entre ellos se encuentran las características de las enfermedades crónicas, el fenómeno estadístico de regresión a la media, el curso natural de la depresión, las limitaciones de las escalas para medir los síntomas depresivos y el efecto beneficioso de estar en tratamiento.
Las personas con enfermedades crónicas, como la depresión, generalmente buscan ayuda cuando se agravan sus síntomas. Por las fluctuaciones naturales del cuadro es probable que hayan mejorado en la siguiente evaluación. Los sucesos vitales influyen en la depresión: los negativos la empeoran y los positivos la mejoran. Las situaciones adversas a veces se resuelven por sí mismas. Experiencias positivas inesperadas pueden iniciar un proceso de mejoría de los síntomas depresivos. Cambios en el soporte social de los pacientes también pueden influir en los síntomas
(4-12).
Este trabajo tuvo por objetivo determinar si el fracaso en el tratamiento de la depresión se debe a la ineficacia de los antidepresivos de nueva generación o bien a la variabilidad o irregularidad del efecto placebo en sí o a la imputada a los métodos meta-analíticos de los ensayos clínicos controlados.


Problemas Metodológicos de la Respuesta a Placebo en Depresión

Varios mecanismos pueden subyacer a la respuesta placebo. Entre ellos se cuentan los factores socioculturales, como el sistema de creencias de los pacientes y de los terapeutas, los que pueden diferir del pensamiento y del método científico occidentales. Antropólogos médicos, psiquiatras y psicólogos han estudiado las creencias mágicas, no lógicas, considerándolas aspectos claves del mecanismo del placebo. Cuando un tratamiento carece de una teoría lógica de su acción, la eficacia que se le atribuye deriva de creencias determinadas culturalmente(1).
La respuesta al placebo puede ser determinada de un modo importante por el solo hecho de encontrarse en tratamiento. La incorporación a un protocolo de investigación significa ser sometido a una evaluación completa, tener la oportunidad de hablar sobre el malestar, recibir una explicación del mismo, ser examinado por un terapeuta experto y por un equipo con experiencia y recibir un tratamiento plausible, lo que infunde expectativas de mejoría, entusiasmo y una visión positiva
(10). El contacto entre el equipo de investigadores y el paciente puede tener por sí mismo un efecto terapéutico. Por lo tanto, el empleo de placebo no significa que no se esté administrando un tratamiento, sino que se está proporcionando un tratamiento no específico(13). Algunos investigadores han sugerido que las expectativas basadas en el tamaño de las píldoras, su tipo, color y cantidad influyen sobre la mejoría(1). Múltiples cápsulas y de gran tamaño ejercerían un mayor efecto placebo que una sola tableta de tamaño pequeño. Además, el color puede sugerir potencia y eficacia.
La respuesta placebo es fuertemente influida por la calidad de la relación médico-paciente. Una buena relación ayuda a aumentar la adherencia al tratamiento, favorece el efecto placebo y disminuye el efecto nocebo. Pueden influir además fenómenos tales como la transferencia, la sugestión, la reducción de la culpa, la persuasión y el condicionamiento. La convicción que tiene el médico respecto de la potencia del fármaco transmite una poderosa expectativa a un paciente esperanzado y puede constituir un importante mediador de la eficacia terapéutica.
Por eso, en investigación siempre hay que tener presente el "sesgo de la observación o del observador", que consiste en que los observadores pueden inducir respuestas por motivos conscientes o inconscientes, o a extraer determinadas conclusiones de los datos
(14). Esto lleva a que existan grupos de investigadores más "placebógenos" que otros, lo que puede influir de modo importante en los estudios multicéntricos.
El estudio de los mecanismos neurobiológicos de la respuesta a placebo en depresión es un área de muy reciente desarrollo
(15). Los pacientes depresivos que reciben placebo muestran cambios eléctricos y metabólicos en el cerebro. En un estudio se encontró que el placebo inducía cambios electroencefalográficos en la corteza prefrontal, particularmente en el hemisferio derecho(16). Estos hallazgos podrían ser usados para identificar a los sujetos propensos a responder al placebo.
Otro estudio evaluó los cambios en el metabolismo cerebral de la glucosa mediante tomografía por emisión de positrones en pacientes con depresión unipolar
(17). El tratamiento con placebo se asoció a un aumento del metabolismo en las siguientes regiones: prefrontal, cingulado anterior, premotor, parietal, ínsula posterior y corteza cingulada anterior. Asimismo, hubo disminución del metabolismo en la corteza cingulada subgenual, parahipocampo y tálamo. Es de gran interés que esas regiones también fueron afectadas por fluoxetina (un inhibidor selectivo de la recaptura de serotonina), lo que sugiere un posible rol de la serotonina en el efecto antidepresivo inducido por el placebo(18).


Materiales y Métodos

Búsqueda de los estudios
Se procuró identificar los ensayos clínicos de fase 2 y 3 de las drogas antidepresivas de nueva generación: fluoxetina, venlafaxina, nafazodona y paroxetina; presentados como evidencia para su aprobación por la FDA entre 1987 y 2010 disponibles en el sitio web de esa institución. De dicha base de datos extrajimos los datos de eficacia de todos los ensayos clínicos aleatorizados, a doble ciego, controlados con placebo. Los estudios para ser incluidos debían tener por lo menos 8 semanas de tratamiento, con un diagnóstico de depresión realizado según criterios uniformes de DSMIV, y valoración de la eficacia de tratamiento por la escala de Hamilton
(1). Se estudiaron tanto los trabajos publicados como los inéditos., según los datos obtenidos en PubMed, examinando el período 1987-2010, utilizando las palabras clave : depression, depressive, depressed , placebo, fluoxetina, venlafaxina, nafazodona y paroxetina.
Selección de los estudios
Se siguió el algoritmo sugerido por la lista de chequeo QUORUM. Se encontraron 47 estudios de los cuales se excluyeron 12 estudios , pues no se podían relevar con certeza las diferencias en los puntajes de Hamilton basales y finales, tanto en el grupo placebo como en el tratamiento.
Análisis estadístico
Las variables continuas normales se describieron en medias con desvío estándar y las discretas en porcentajes con IC95%.
Se calculo el coeficiente de variación porcentual mediante la fórmula (desvío estándar/promedio) x 100.
Para determinar la autocorrelación de la serie y graficarla se utilizó el programa SPSS v 11 (Chicago, Illinois)
Cálculo de la entropía aproximada
La entropía es una medida de desorden consagrada por la segunda ley de la termodinámica, la cual establece que los estados de un sistema tienden a evolucionar desde formas ordenadas aunque estadísticamente menos probables hacia configuraciones menos ordenadas, pero estadísticamente más probables.
En relación al análisis de una serie ordenada de datos la llamada Entropía aproximada (EnAp) proporciona el grado de variabilidad del conjunto de datos en cuestión. Si se entiende EnAp como una medida de complejidad los valores más pequeños indican una gran regularidad, mientras que los valores más grandes revelan un mayor desorden o irregularidad.
Como ya se dijo, la entropía aproximada se utiliza para medir la regularidad de una serie ordenada de N datos, SN. La misma se relaciona con la probabilidad de que subsecuencias de datos de longitud m presenten patrones de recurrencia, es decir que sean similares entre sí, dentro de un intervalo de tolerancia r.
Nosotros ya hemos publicado un algoritmo de cálculo para tal fin
(19), por lo que aquí nos limitaremos a dar una breve descripción del mismo:
Para comenzar se debe considerar el conjunto Pm de los vectores o patrones de longitud m, que pueden definirse dentro de SN, es decir Pm = [Pm (1), Pm (2),…, Pm(N-m+1)], donde Pm(i) es un vector de dimensión m con el dato i como primera componente, el dato i+1 como segunda y así sucesivamente.
En segundo lugar se calcula
Cim (r) = nim(r)/N-m+1
Donde nim(r) es el número de patrones en Pm que son similares a Pm(i) dado el criterio de similitud r, de esta manera la cantidad Cim(r) es la fracción de vectores en Pm que son similares a aquel que comienza en el dato i. Luego de calcular Cim(r) para cada vector en Pm, se define Cm(r) como la media de los valores Cim(r) obtenidos. La cantidad Cm(r) expresa la prevalencia de patrones repetitivos de longitud m en SN. Finalmente es posible definir la EnAp de SN, para vectores de longitud m y un criterio de similaridad r como:
ApEn(SN,m,r) = ln [Cm(r)/ Cm+1(r)]
Calculando el logaritmo natural de la prevalencia relativa de los patrones repetidos de longitud m comparados con los de longitud m+1.
Valores pequeños de EnAp implican una mayor probabilidad de que patrones similares sean seguidos por un patrón adicional sucesivo similar, mientras que si la serie tiene secuencias de valores muy irregulares o variables, la ocurrencia de patrones similares no tendría valor predictivo para las mediciones sucesivas, y el valor de la EnAp sería entonces mayor.
Para el cálculo de la entropía aproximada se elaboró un programa en leguaje Fortran 90.
Recaudos éticos:
Al tratarse de un estudio de análisis de datos secundarios, el Comité de Evaluación Interna del Hospital Privado consideró que no era necesario proceder a su evaluación ética.


Resultados

Fueron analizados finalmente 35 ensayos clínicos alatorizados, realizados a doble ciego y que controlaron con placebo la efectividad de los antidepresivos de nueva generación (fluoxetina, venlafaxina, nafazodona y paroxetina.), estos pueden ser observados en la tabla 1, tal cual como aparecen en los registros de la FDA, los estudios son identificados por el número de protocolo (Según protocolos FOTA citando el n° de protocolo y el nombre de la droga). La tabla incluye los valores basales de gravedad y posterior mejoría según la escala de Hamilton , tanto para los grupos de tratamiento como para los controles con placebo, así como también el número de pacientes incluidos en cada grupo y protocolo.

 

Tabla 1. Número de protocolo, droga, puntuación basal y final de Hamilton, mejoría estandarizada con IC95% y número de sujetos por grupo y por estudio.

d= Diferencia estandarizada. IC95%= Intervalo de confianza de 95%. n= Número de pacientes por grupo. N=Número de pacientes por protocolo.

 


La media de mejoría en el total de los grupos placebo de todos los estudios (diferencia entre valores basales y finales por la escala de Hamilton) fue de 7,53 ± 2 con un coeficiente de variabilidad de 26,49%, mientras que la misma en la totalidad de los grupos de tratamiento fue de 10,45 ± 1,96 con un coeficiente de variación de 18,81%.
La autocorrelación de los valores finales de la escala de Hamilton en la totalidad de los grupos placebo, fue muy consistente, ya que ninguno de los mismos se encontró por fuera de los límites de confianza (ver figura 1), mientras que la autocorrelación de los valores finales de la escala de Hamilton en el total de los grupos de tratamiento los coeficientes rebasan en dos oportunidades los limites confidenciales, mostrando un patrón de variación cíclica (ver figura 2).

 

Figura 1 Autocorrelación del efecto placebo

 

Figura 2. Autocorrelación del efecto de tratamiento.


El cálculo de la entropía aproximada (EnAp N =35, m =2, r =2) de la serie de valores del total de los grupos placebos, arrojó un valor de 0,5579; mientras que en la totalidad de los grupos de tratamiento arrojó un valor de entropía aproximada de 0,5744.


Discusión

Se considera que la elevada respuesta al placebo en la depresión reduce el poder de los estudios clínicos y dificulta la evaluación de nuevos tratamientos. Este hecho muestra que el desarrollo de nuevos antidepresivos se ve complicado por la dificultad de demostrar su superioridad sobre el placebo o su equivalencia al tratamiento establecido. Más de un tercio de los estudios publicados sobre antidepresivos fracasa en demostrar eficacia, por lo que algunos autores han pregonado la necesidad de nuevas estrategias para reducir sistemáticamente las fuentes de variación(20). Se ha sugerido reclutar sujetos con enfermedad moderada y severa y establecer un período de cuatro semanas en el que reciban educación respecto de cómo manejar su depresión. De este modo, se reduce el número de individuos respondedores a placebo que ingresan en la siguiente etapa del estudio. Otro diseño consiste en administrar placebo por dos semanas, previo al inicio del estudio comparativo. No obstante, esta estrategia no resulta útil en los estudios en fase aguda(21).
Se han propuesto alternativas al empleo de grupos control que reciben placebo. Entre ellas se encuentran los estudios de adición de fármaco, diseños de dosis variables, establecimiento a priori de un umbral usando un fármaco activo como control para las comparaciones y la comparación con controles históricos
(22).
Aunque los estudios con adición de fármacos no eliminan la necesidad de placebo, sí eliminan la monoterapia con placebo. Sin embargo, por la adición del agente primario en los dos grupos en comparación, se requieren grandes poblaciones de sujetos para lograr un poder estadístico suficiente que permita diferenciar entre fármaco y placebo, y también puede influir en la mayor duración del estudio. El empleo de dosis variables del fármaco en estudio permite establecer las dosis apropiadas, pero debe quedar claramente establecido en el consentimiento informado que algunos pacientes recibirán dosis que no son terapéuticas.
El establecimiento de un efecto umbral que el nuevo fármaco debe superar puede obviar la necesidad del control con placebo. No obstante, no se puede excluir la posibilidad de un importante efecto placebo, tanto al establecer el umbral como al administrar el nuevo tratamiento.
La comparación de la eficacia de un nuevo fármaco con los datos históricos de estudios anteriores también se ha sugerido como una alternativa para evitar el empleo de placebo. Sin embargo, la variabilidad de las escalas empleadas y de los criterios diagnósticos y las diferencias temporales en las características clínicas y demográficas de los sujetos limitan su utilidad.
En general, se concuerda en que un estudio bien diseñado puede reducir pero nunca eliminar la respuesta a placebo. El tema continúa siendo un desafío abierto para los investigadores.
Este estudio demuestra que la variabilidad que se le imputa al efecto placebo en sí mismo o a las distorsiones provocadas por los métodos meta-analíticos en los pacientes con depresión moderada a severa no es tal, los valores de respuesta a placebo son altamente regulares, constantes y predecibles en los diferentes estudios analizados y no representan un sistema caótico e impredecible; por el contrario, aparentemente la elevada variablidad que se atribuye al efecto placebo en los pacientes deprimidos debe ser atribuida a artificios introducidos por los análisis lineales simples.
Aparentemente más que buscar nuevas metodologías de comparación para la investigación de nuevos psicofármacos en la depresión, éstos deberán mejorar su potencia para poder superar la regla de oro del control con placebo.
El presente estudio representa el conjunto de los hallazgos de un gran número de estudios realizados sobre una homogénea y muy elevada muestra de pacientes , medidos todos con igual regla para el diagnóstico (DSMIV) y para la valoración de los puntos finales (escala de Hamilton), lo que otorga una considerable robustez a sus resultados.
A su vez este artículo posee las limitaciones inherentes al análisis entropico de series de datos clínicos, las cuales son: En primer lugar, la entropía aproximada depende en gran medida de la longitud de la serie de datos registrada y es uniformemente más baja que la esperada cuando los registros son cortos. En segundo lugar, carece de la consistencia relativa. Es decir, si la entropía aproximada de un conjunto de datos es mayor que la de otro, debe continuar siendo mayor, aunque en los hechos no siempre ocurre, que los valores estudiados permanezcan más elevados de todas las condiciones de prueba
(23). Estas limitaciones se controlaron demostrando la consistencia de los valores hallados con otros métodos de análisis de series de datos, como la autocorrelación, donde el efecto tratamiento mostró una marcada carencia de regularidad (como era de esperar) en comparación con el efecto placebo.
Consideramos necesario que futuras investigaciones con series de datos más extensas o aplicando técnicas de entropía muestral confirmen nuestro hallazgo.
En conclusión el efecto placebo es altamente constante y regular en los modelos complejos no lineales. La aparente variabilidad del efecto placebo en pacientes deprimidos se debe entonces a artificios inducidos por los análisis realizados en modelos lineales simples.

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