TRABAJO ORIGINAL
Prevalencia de síndrome
metabólico y características clínicas en donadores de sangre
Metabolic syndrome prevalence and clinical features
in blood donors
Aaron H. Cruz del Castillo1, Rafael García Fierro2,
María I. Hess Moreno3, Claudia A. Vigil Pérez4, José A.
Córdova Fernández1, Marco P. Chuck Santiago5, Rogelio
Domínguez Morenoz6.
Revista Facultad de Ciencias
Medicas 2012; 69(3):144-149
1-Maestro en Salud Publica
2-Quimico Clínico
3-Medico Internista
4-Licenciada en Enfermeria
5-Hematologo
6-Médico Interno de Pregrado
*Hospital General de Zona No 36 del Instituto
Mexicano del Seguro Social, Coatzacoalcos, Veracruz, México.
Autor de Correspondencia:
Rogelio Domínguez Moreno
rogelio_dm@hotmail.com
Román Marín esquina Independencia s/n, Col. Centro, C.P.
96400, Coatzacoalcos, Veracruz, México.
Introducción
El aumento en la esperanza de vida en la población
moderna, así como las modificaciones en el estilo de vida y
alimentación en el mundo occidental, particularmente en
América Latina y nuestro país han colocado a las
enfermedades crónicas no transmisibles como la primera causa
de muerte y se han convertido en un importante problema de
salud pública, generando costos importantes al sistema de
salud y deteriorando la calidad de vida de la población.6,9,11
Los avances en la prevención, detección y tratamiento de
dichas enfermedades se han convertido en un objeto de
estudio prioritario para la investigación clínica y
epidemiológica en la actualidad.2-4,11
Se ha observado que los sujetos que desarrollan enfermedades
cardiovasculares son portadores de múltiples factores de
riesgo como obesidad, resistencia a la insulina, cifras
alteradas de glucosa plasmática e hipertensión, la presencia
de este conjunto de alteraciones se ha denominado Síndrome
metabólico. La presencia de dichos factores de riesgo es
determinante para la aparición de desenlaces clínicos
fatales como diabetes mellitus tipo 2, Enfermedad
cardiovascular o enfermedad vascular cerebral.11
La combinación de alteraciones metabólicas ahora conocidas
como síndrome metabólico, se describieron por primera vez en
1920 por Kylin como una asociación entre hipertensión
arterial, hiperglucemia y gota. Dos décadas más tarde, Vague
notó que la obesidad central con patrón androide o
masculina, era la más frecuentemente asociada con estas
anormalidades del metabolismo, como diabetes y enfermedad
cardiovascular. Durante el Banting Lecture de 1988, Reaven
utilizó el término “Síndrome X” y estableció firmemente la
importancia clínica de este síndrome, sin embargo no
consideró a la obesidad. En 1989 Kaplan Lo renombró “El
cuarteto mortal” y otros investigadores acuñaron el nombre
de “Síndrome de resistencia a la insulina”.10
Hoy en día se ha acordado que el término “Síndrome
metabólico” continúa siendo el término más ampliamente
utilizado y práctico para el clínico, cuando se pretende
describir esta constelación de factores de riesgo, cuya
relevancia radica en su alto valor predictivo para
enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus.
Un número de agrupaciones de expertos han intentado
desarrollar una definición unificada para síndrome
metabólico, la más aceptada de estas fue generada por la
Organización Mundial de la Salud, El Grupo Europeo para el
Estudio de la Resistencia a la Insulina, y el Programa
Nacional de Educación para el Colesterol, Panel de
Tratamiento del adulto III (NCEP-ATPIII, por sus siglas en
inglés). Estas tres organizaciones concuerdan en la
presencia de obesidad, resistencia a la insulina e
hipertensión, sin embargo proveen diferentes criterios
clínicos específicos para definir dichas alteraciones, por
ejemplo para el ATP III, la definición no requiere
obligatoriamente alteraciones en la regulación de la glucosa
plasmática o resistencia a ala insulina como un componente
esencial. Además los rangos para cada componente varían de
acuerdo con las diferentes recomendaciones.1
(Tabla I)
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En base a lo anterior, la Federación Internacional de
Diabetes formuló una definición simplificada para síndrome
metabólico, la cual debe incluir obesidad central y dos o
más de 4 criterios:
• Triglicéridos elevados: niveles plasmáticos ≥ 150 mg/ dl
• Colesterol HDL: <40 mg/dl en varones y <50 mg/ dl en
mujeres.
• Tensión arterial sistólica ≥130 ó ≥85 de diastólica.
• Glucosa plasmática en ayuno ≥100mg/dl (ó diagnóstico
previo de diabetes mellitus tipo 2).
La sistematización y creación de una definición generalizada
hace más práctico el trabajo del clínico y facilita la
comparación entre poblaciones de diferente localización
geográfica, permite además la creación de modelos
predictivos más precisos para desarrollo de enfermedad
cardiovascular.
Las variaciones de la prevalencia de la obesidad, el
sobrepeso, las dislipidemias, la hipertensión arterial y el
síndrome metabólico en el periodo comprendido por las
Encuestas Nacionales de Salud (1994-2006) se muestran en la
Tabla II.
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El porcentaje de la población con un peso mayor al
deseable (índice de masa corporal [IMC] >25 kg/m2) aumentó
13% en el periodo de 1994 a 2000 y el cambio fue mayor
(33.5%) entre los años 2000 y 2006. La misma tendencia
creciente se observó en la prevalencia del "síndrome
metabólico", concepto que identifica los casos con mayor
riesgo de desarrollar diabetes o enfermedad cardiovascular a
mediano plazo. El porcentaje de los adultos con síndrome
metabólico (definido por los criterios del Programa Nacional
de Educación en Colesterol) se incrementó 27.8% entre 1994 y
2000 y 39.7% de los casos correspondió a menores de 40 años.
Los datos sugieren que la contribución a la mortalidad del
síndrome metabólico aumentará a mediano plazo.5
En el estado de Veracruz según la ENSA (2000) ubican a
nuestra Entidad Federativa como primer lugar a nivel
nacional en prevalencia de diabetes mellitus tipo 2 con una
cifra estimada del 16.1%, así mismo un estudio realizado a
estudiantes de la Universidad Veracruzana entre 20 y 29 años
realizado por González Deschamps reportó que el 48% de los
sujetos estudiados presentó de uno a cuatro criterios del
NCEP-ATP-III para síndrome metabólico. Los varones
presentaron valores más elevados de circunferencia de
cintura, peso, talla, IMC, triglicéridos y presión arterial
sistólica y diastólica. La prevalencia de obesidad central
fue del 9.5%; la de hipertrigliceridemia, del 13.2%; la de
concentración baja de c-HDL, del 28.9%; la de hipertensión
arterial, del 9.2%, y la de hiperglucemia, del 6%
El estudio de síndrome metabólico en poblaciones específicas
ha arrojado distintos reportes en lo que respecta la
prevalencia y características clínicas. En 2007, un estudio
realizado en personal de salud arrojó una prevalencia del
3%, la cual fue similar en hombres y mujeres8
La detección de síndrome metabólico en poblaciones
aparentemente sanas como es el caso de donadores de sangre,
ha dejado en evidencia la atención primaria de la población
en nuestro país, el estudio realizado por Munguía Miranda en
2009 reveló que el 15.9% de los sujetos estudiados,
donadores de sangre presentaron alteraciones en la glucosa
plasmática en ayuno.7,8
Los hallazgos citados previamente comprometen al personal de
salud a formular nuevas estrategias de detección y
prevención para factores de riesgo cardiovascular.
La importancia de este trabajo radica en que permite
incrementar la información disponible acerca de la
prevalencia de síndrome metabólico en una muestra de
población aparentemente sana. Existen pocas publicaciones
que documenten las características de este tipo de pacientes
y la información disponible al respecto es limitada, por lo
que la contribución al acervo bibliográfico existente
permite de manera directa al enriquecimiento del
conocimiento acerca de la epidemiología y el comportamiento
las enfermedad cardiovascular en nuestra población.
La detección temprana y tratamiento oportuno de factores de
riesgo cardiovascular permitirá modificar la evolución
natural de la enfermedad y así mejorar el pronóstico, lo
cual ejercerá un impacto en el desenlace clínico de dichos
pacientes.
Material y métodos
Diseñamos un estudio transversal, descriptivo, prospectivo
en un grupo poblacional que incluyó a 726 sujetos donadores
que acudieron al Banco del Hospital General de Zona No. 36
del Instituto Mexicano del Seguro social en el periodo
comprendido entre julio del 2010 y julio del 2011 se
incluyeron sujetos sin diagnóstico previo de diabetes,
hipertensión, ni otros componentes de síndrome metabólico,
pacientes con diagnóstico de diabetes fueron excluidos del
estudio, así como aquellos que se conocían hipertensos o que
se detectó hipertensión durante la encuesta ya que no son
candidatos a donación de sangre. Se aplicaron encuestas
dirigidas a conocer antecedentes familiares de enfermedad
cardiovascular, diabetes u otros trastornos metabólicos, así
como aspectos relacionados con el estilo de vida. El
protocolo fue aprobado por el Comité de Ética del Instituto
Mexicano del Seguro Social, así como el comité de enseñanza
e investigación. Todos los sujetos incluidos firmaron carta
de consentimiento bajo información. Participaron en el
estudio un equipo multidisciplinario conformado por personal
capacitado, médicos, químicos clínicos, personal de
enfermería, se derivó al departamento de nutrición y
atención médica correspondiente a aquellos sujetos que
requirieron seguimiento y manejo posterior. Se realizó
historia clínica completa y examen físico. Con instrumentos
adecuados y calibrados para dicho propósito. El perímetro de
cintura se midió en el punto medio entre la cresta iliaca y
la costilla inferior, con una cinta antropométrica flexible.
El índice de masa corporal (IMC) se calculó mediante la
fórmula de Quetelet (Peso en kilogramos/Talla al cuadrado)
La presión arterial fue medida con esfingomanómetro de
mercurio adecuadamente calibrado, con el paciente sentado,
previo descanso de 10 minutos. Se realizaron tres
determinaciones con intervalo de cinco minutos entre cada
una, considerando como valor definitivo el promedio de las
dos últimas.
Se obtuvieron muestras sanguíneas previo ayuno de 8 horas,
las cuales fueron analizadas en laboratorio del Hospital
General de Zona Número 36, bajo las consideraciones técnicas
y calibración del equipo adecuada. El perfil bioquímico
estudiado incluyó Se determinó glucosa sérica en ayuno (GSA),
,Colesterol total, fracciones de colesterol-HDL,
triglicéridos, Tensión arterial (TA), índice de masa
corporal (IMC), circunferencia de cintura (CCi) y cadera (CCa).
El análisis estadístico incluyó pruebas estadísticas
descriptivas y analíticas con medidas de tendencia central y
dispersión, frecuencias relativas y absolutas, Se incluyeron
variables cuantitativas analizadas con pruebas estadísticas
paramétricas , T de student, las variables cualitativas se
analizaron mediante estadística no paramétrica que incluyó
prueba de Chi cuadrada, se calculó el riesgo mediante la
obtención de Razones de momios, de variables ajustadas por
sexo. Se utilizó la hoja de cálculo de Excel de Microsoft
Office 2007 para la captura de datos,el análisis estadístico
se realizó con la paquetería estadística de SPSS versión
17.0
Resultados
Se incluyeron 726 sujetos con edad de 32.2 ± 10 años, 626
(86.2 %) hombres y 100 (13.8 %) mujeres; Las características
clínicas y bioquímicas de la distribuida por sexo se
encuentran plasmadas en la Tabla III.
El promedio de los niveles de glucemia fue de 103.8 ± 19.7,
de colesterol HDL, 32.03 ± 9.9 mg/dL; triglicéridos, 227.39
± 160.3 mg/dL; peso 81.6 ± 14.1kg, Talla: 1.66 ± 0.07m;
Indice de masa corporal (Kg/m2), 29.3 ± 4.43; cintura, 94.2
± 10.6 cm; cadera 103 ±7.9. Las mujeres tuvieron niveles
discretamente más elevados en el promedio de C-HDL, pero más
bajos de triglicéridos, menor peso, el IMC fue similar en
hombres y mujeres (P=0.46). Los varones tuvieron más cintura
pero menos cadera que las mujeres.
La prevalencia de criterios para síndrome metabólico fueron
de Glucosa alterada en ayuno: 398(54.8%); niveles bajos de
HDL: 121(16.9%), Hipertrigliceridemia: 458(63.2%), Obesidad
abdominal: 320(44.1%)( Se excluyeron a los pacientes
hipertensos ya que no son candidatos a donación de sangre).
Ser varón confería un OR de 2.2 para desarrollo de síndrome
metabólico (IC95% 1.44- 3.60) .
De los sujetos que cumplían criterios para síndrome
metabólico 37(9.4%) eran del sexo femenino; 204(71.6%)
presentaron glucosa alterada en ayuno; 204(83.3%) tenían
obesidad abdominal, 89(22.5% ) con niveles bajos de
colesterol HDL y 340(86.1%) presentaron niveles elevados de
triglicéridos. Comparación entre características bioquímicas
y antropométricas entre pacientes con y sin síndrome
metabólico se incluye en la
Tabla IV.
La prevalencia total de síndrome metabólico, definido como
al menos 3 de los 5 criterios determinados por el ATPIII fue
del 54.4%.
Discusión
Se ha observado una transición epidemiológica en nuestro
país de una sociedad rural afectado principalmente por
enfermedades infecciosas, a un país urbanizado con aumento
en incidencia de enfermedades crónico-degenerativas, así
enfermedades como la diabetes era poco común en la década de
los 50, en la actualidad representa un problema de salud
pública, las primeras causas de muerte se asocian a
enfermedad cardiovascular, diabetes y enfermedad
cerebrovascular.(ENSA 2000)
Los resultados obtenidos marcan algunas diferencias con
trabajos existentes en series anteriores, podemos señalar
que Munguia y cols. en 2009 obtuvieron una prevalencia
global de glucosa alterada en ayuno de 15.9 %, con
concentración promedio de glucosa plasmática de 89.9 ± 10 mg/dL,
comparados con un 54.8% de prevalencia total en nuestra
población y un promedio de glucosa en ayuno de 103.8 ± 19.7
mg/dL(tabla 3), podemos señalar que la población estudiada
en nuestro medio podría encontrarse con mayor riesgo de
desarrollar diabetes mellitus tipo 2, recordemos que ésta
población estaría considerada como “pre-diabética” y tan
solo con ese factor de riesgo se encuentra en un riesgo
mayor de desarrollar DM2 si no se realiza ninguna
intervención de tipo farmacológica o en el estilo de vida,
incluso al tratarse de individuos aparentemente sanos,
superan en gran medida la prevalencia de glucosa alterada en
ayuno reportada en la ENSA 2006, tomando en cuenta que los
sujetos que participaron en la encuesta, contaban con carga
genética y factores de riesgo cardiometabólico, dichos
hallazgos podrían significar que la prevalencia en la
población general pudiera ser incluso mayor.
El número de varones con glucosa en ayuno alteradas supera
al de las mujeres, sin embargo, en la actualidad según la
ENSA 2000, las mujeres tienen mayor prevalencia de éste
factor de riesgo, por lo que el tamaño de la muestra podría
significar la existencia de un confusor, ya que la mayoría
de los sujetos incluidos son varones, los cuales acuden con
mayor frecuencia a donaciones voluntarias.
Los demás parámetros evaluados también revelan datos
importantes: la obesidad, presente en el 44% de la población
estudiada lo cual también supera a las estadísticas
encontradas en la ENSA 2000, con un total de 19.4 en varones
y 29.0% en mujeres, dichos datos se correlacionaron en esta
encuesta con niveles de TA elevados, encontrando 33.3% en
hombres y 25.6% en mujeres, en nuestro estudio se excluyeron
a los sujetos hipertensos o en tratamiento para hipertensión
por no considerase como pacientes sanos, sin embargo, los
hallazgos encontrados ubican a la población estudiada, en un
riesgo mayor de padecer diabetes e hipertensión.(ENSA 2000
HAS).
En cuanto a los niveles de triglicéridos y colesterol, ya es
bien conocida la asociación entre diabetes mellitus,
dislipidemia y enfermedad cardiovascular, desde que se
realizó el estudio Framingham, la incidencia de enfermedad
cardiovascular asociada a dislipidemia fue bien determinada,
se considera a la hipertrigliceridemia, un factor de riesgo
independiente para riesgo coronario, encontrándose en un
47.8% de la población mexicana y en un 63.2% de los sujetos
de este estudio, dicho factor de riesgo incluso mayor que
los niveles bajos de colesterol HDL, los cuales se
reportaron en un 16.9% de los pacientes incluidos.
El diagnóstico de síndrome metabólico para los sujetos con
GAA según los criterios del Programa Nacional de Educación
en Colesterol-Panel de Tratamiento III proporciona una
herramienta rentable, sencilla y práctica para detectar
alteraciones en el estado de salud de la población abierta,
sin embargo se debe considerar que los avances técnicos en
ésta área se traducen en ahorro de recursos económicos y
vidas. Realizar pruebas de escrutinio con mayor sensibilidad
y especificidad permitiría un mejor impacto en la detección
de dichas alteraciones, Aguilar Salinas demostró una
prevalencia de 8.18 % de diabetes tipo 2 en adultos mayores
de 20 años de edad, utilizando puntos de corte menores para
considerar glucosa alterada en ayuno( ADA 2004), de menos de
100 mg/dL, la prevalencia de Glucosa Alterada en Ayuno se
incrementó a 20.1 %, lo que representa 16 millones de
mexicanos con alto riesgo de progresar al estado diabético.
De la misma manera utilizar de manera rutinaria pruebas como
hemoglobina glucosilada y pruebas de sensibilidad a la
insulina, posiblemente aumentarían la sensibilidad y
especificidad de la medición. El presente estudio cuenta con
algunas limitaciones técnicas al respecto, sin embargo
proporciona resultados concluyentes, con las herramientas
disponibles en nuestro medio. Y al mismo tiempo, por ser el
primer estudio realizado en de su categoría, es parteaguas
para la el desarrollo de nuevos proyectos de investigación.
Sería importante incluir en estudios posteriores otras
variables sociodemográficas como escolaridad, tabaquismo,
alcoholismo, etc.
Un beneficio poco discutido sería la aplicación extensiva y
generalizada de los criterios del NCEP-ATPIII y los factores
de riesgo para síndrome metabólico, como requisito para
candidatos a donación de sangre, el beneficio teórico seria
mejorar la calidad de los hemoderivados, ya que dichos
sujetos se consideraban sanos, sin embargo los hallazgos
encontrados en el estudio difieren de la realidad, estudios
posteriores permitirían saber si existen diferencias en el
desenlace clínico, entre hemoderivados provenientes de
donadores con factores de riesgo para enfermedad
cardiovascular, e individuos sin factores de riesgo, dicha
propuesta se basa únicamente en conjeturas y supera los
objetivos de este trabajo de investigación.
Por otro lado, este estudio epidemiológico permite conocer
el estado de salud de una población “aparentemente sana” que
es una muestra representativa de la población del sur del
estado de Veracruz, cualquier aporte a este nivel resulta
valioso a nivel epidemiológico para conocer la población de
nuestra área geográfica.
Conclusiones
De acuerdo con lo anterior, podemos concluir, que existe una
alta prevalencia de factores de riesgo cardiometabólico y
por ende una alta prevalencia de síndrome metabólico en la
población estudiada: El diagnóstico temprano y tratamiento
oportuno de factores de riesgo podría disminuir la
incidencia de diabetes mellitus, enfermedad cardiovascular,
enfermedad cerebrovascular y así la morbimortalidad asociada
a estos padecimientos. El escrutinio de factores de riesgo
asociados a síndrome metabólico podría mejorar la calidad de
hemoderivados con los que cuenta banco de sangre.
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