ARTICULO ORIGINAL
Déficit de vitamina D y osteoporosis en
una población rural de montaña en Córdoba – Argentina.
Vitamin D
deficiency and osteoporosis en a rural population of Cordoba
province, Argentina.
Gobbi, C(1);
Salica,D(1);
Pepe, G(1);
Dotto, G(2);
Petenian, E(3);
Martinez, F (1)
Revista Facultad de Ciencias
Medicas 2009; 66(1): 103-112
Cátedra de Medicina II, UHMI 3.
UNC. Hospital Córdoba. Córdoba. Argentina
email: carla gobbi: gobbi_pepe@arnet.com.ar
(1) Cátedra de Clínica Médica. Unidad Hospitalaria nº3.
Hospital Córdoba. Universidad Nacional de Córdoba. Argentina
(2) Servicio de laboratorio del Hospital Córdoba. provincia
de Córdoba. Argentina
(3) Gea. Córdoba. Argentina.
INTRODUCCIÓN
La vitamina D es un precursor esencial de 1,25
dihidroxivitamina D, la hormona esteroidea requerida no
solamente en el desarrollo óseo y crecimiento en niños y en
mantenimiento del hueso en el adulto, sino también en la
prevención de osteoporosis y fracturas en el anciano.
Aunque el raquitismo y la osteomalacia (las consecuencias de
la deficiencia severa de vitamina D) han prácticamente
desaparecido, hay una evidencia creciente de deficiencia de
vitamina D en la población general, además de ancianos y
enfermos. Sin embargo, el raquitismo solo es la punta del
iceberg de la problemática relacionada a la vitamina D
(246).
En efecto, la deficiencia de vitamina D es común en niños y
adultos. En el útero y durante la niñez, la deficiencia de
vitamina D puede causar retardo del crecimiento y
deformidades esqueléticas y puede aumentar el riesgo de
fractura de cadera en la vida adulta. La deficiencia de
vitamina D en adultos puede precipitar o exacerbar
osteopenia y osteoporosis, causar osteomalacia y debilidad
muscular e incrementar el riesgo de fracturas.
El descubrimiento de que muchos tejidos y células en el
cuerpo tienen un receptor de vitamina D que varios poseen la
maquinaria enzimática para convertir la forma primaria de
vitamina D circulante 25, hidroxivitamina D a la forma
activa, 1,25-dihidroxi vitamina D, fue importante para
proveer nueva información y promover investigaciones acerca
de la función de esta vitamina. Es de gran interés el rol
que puede jugar en la disminución del riesgo de muchas
enfermedades crónicas, incluyendo cánceres comunes,
enfermedades autoinmunes, enfermedades infecciosas y
enfermedades cardiovasculares.
El sistema endocrino de la vitamina D puede visualizarse en
3 perspectivas: La biodisponibilidad, el metabolismo y la
respuesta del órgano blanco. Si nos referimos a la
biodisponibilidad, hay que considerar que la vitamina D es
producida en la epidermis bajo la influenciad e la luz
solar, pero también se consume a través de alimentos
fortificados y de esta manera es absorbida por el intestino.
Esta contribución a través de la dieta, es especialmente
importante durante los meses de invierno cuando la
intensidad de la luz solar es insuficiente para generar
vitamina D en la piel.
Con respecto al metabolismo, la vitamina D debe ser
metabolizada primero en el hígado a 25 OHD (la forma
circulante predominante) y luego en el riñón a 1,25 (OH2D)
para activarse completamente.
En referencia a la respuesta del órgano blanco, muchos
tejidos cuentan con receptos de la vitamina D, y los efectos
de 1,25(OH)2D sobre los tejidos es pleiotrópica. La vitamina
D existe en dos formas: D2 o ergocalciferol y D3 o
colecalciferol con algunas diferencias en su estructura
química que hacen al ergocalciferol algo menos potente que
la vitamina D3 (1).
El presente trabajo, investiga el déficit de vitamina D en
una población rural de montaña, en Pampa de Achala, Altas
Cumbres Cordobesas, República Argentina y discute su
relación con osteoporosis diagnosticada por densitometría
ósea
MATERIAL Y MÉTODOS
Es un estudio de corte transversal, descriptivo simple,
observacional, correlacional. Fue evaluado y aprobado por el
Comité de Ética del Hospital Córdoba, dependiente del
Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba. Todas las
personas participantes firmaron consentimiento informado.
Se llevó a cabo en el año 2007, en Pampa de Achala, región
situada en las Sierras Grandes, al oeste de la Provincia de
Córdoba, a 2.300 m sobre el nivel del mar. Este estudio
abarcó las áreas delimitadas por los puestos sanitarios
“Esperanza” y “San Cayetano”, cuyos límites aproximados son:
Al este el filo oriental de las Sierras Grandes, al Oeste el
filo occidental de las Sierras Grandes, al norte el Cerro
“Los Gigantes” y la ruta provincial numero 20 y al sur el
nacimiento y curso del Río Los Reartes. De esta forma se
conforma un área de 80 Km. de longitud en sentido norte-sur
y 25 Km. de longitud en sentido este-oeste, representando
una superficie de 2000 km2 (200.000 hectáreas).
La región tiene una población total de 264 personas, de las
cuales 71 son mayores de 50 años.
El universo de este estudio estuvo compuesto por todos los
individuos, de ambos sexos, mayores de 50 años, que habitan
en la Pampa de Achala, Altas Cumbres Cordobesas, República
Argentina (71 personas).
La muestra se eligió en forma aleatoria, se tomaron 31
personas, de ambos sexos, mayores de 50 años, lo cual
representa el 41.89% del universo
A las personas participantes se les realizó una encuesta
entrevista donde se registraron datos sobre exposición
solar, dieta y factores de riesgo para osteoporosis, también
se les realizó dosaje de vitamina D, por HPLC, Rx de columna
lumbar y dorsal y DMO con equipo LUNAR.
RESULTADOS
Resultados de densitometría ósea:
Con respecto a la densitometría ósea cuando se tomó el T
Score para columna lumbar, 6 de ellas, 19%, tuvieron <-2.5
DS lo cual corresponde a osteoporosis, 5 mujeres y 1 hombre
el cual estaba en tratamiento con corticoides por asma
bronquial, recibiendo la medicación en aerosol aunque
reconoció que a veces necesitaba endovenosa.
▪9 personas, 29% de la muestra, presentaban valores de
densitometría entre -1 y -2,49 DS en la columna lumbar, lo
que corresponde a osteopenia según OMS. De ellos 5 mujeres y
4 varones.
En total 15 personas, 48%, presentaron bajos valores de DMO
para columna lumbar, 10 fueron mujeres.
▪8 de las 31 personas evaluadas, el 25% de la muestra,
presentaron valores de T Score para cadera correspondientes
a osteopenia; 3 mujeres y 5 varones. Si tomáramos solamente
la población femenina, un 20% tienen osteopenia en cadera y
si tomáramos la población masculina, un 31%
▪6 personas, 19% de la muestra, presentaron valores para
cadera total de osteoporosis; 4 mujeres y 2 varones.
Nuevamente si consideramos solo las mujeres un 26% tienen
osteoporosis en cadera y en varones un 12,5%. En conclusión
14/31, un 45% de la muestra presentaron bajos valores
densitométricos para cadera total, 7 mujeres y 7 varones.
▪12 personas, 38% de la muestra presentaron baja masa ósea
en región intertrocantérica, 9 de ellos osteopenia (3
mujeres, 6 varones) y 3 osteoporosis (2 mujeres y 1 varón
que consumía corticoides)
▪10 de las 15 mujeres estudiadas, 66% de la población tienen
baja masa ósea considerando dos regiones evaluadas
densitométricamente, cadera y columna lumbar.
▪5 mujeres, 33% de la muestra tienen osteoporosis
considerando dos regiones.
▪8 de los 16 varones estudiados, 50% tienen baja masa ósea
considerando dos regiones evaluadas por densitometría,
cadera y columna lumbar.
▪3 varones presentaron DMO normal en columna lumbar y baja
en cadera. (Figuras 1,2 y 3)
Fig.
1: Distribución por sexo de los valores
densitométricos en las dos regiones estudiadas |
Fig.
2: Distribución por sexos de la los
resultados de la densitometría de
columna |
Fig.
3: Distribución por sexo de los valores
densitométricos de cadera total
|
|
No hubo diferencia estadísticamente significativa cuando se
comparó los resultados de la densitometría con el sexo del
paciente (p<0.05), tampoco hubo diferencia estadísticamente
significativa cuando se comparó a los mayores de 65 años
contra los menores de esa edad.
Laboratorio:
El promedio de fosfatasa alcalina fue 265.64, aunque una
determinación fue muy superior al valor normal, 899 U, si la
excluyéramos el promedio sería: 244.53 U. Cabe destacar que
la persona a la cual se le determinó esa fosfatasa alcalina
alta, no tiene antecedentes ni clínica al interrogatorio, ni
el examen físico, ni radiológico de enfermedad detectable
con esa metodología.
El promedio de calcemia fue de 8.65 mg%, 12 pacientes
present(aron calcio < de 8.5 mg%.
El promedio de fosfatemia fue de 4.04 mg% (Figuras
4,5 y 6)
Fig.
4: Representación gráfica de los niveles de
fosfatasa alcalina y calcemia en la muestra |
Fig.
5: Representación gráfica de los niveles de
fosfatemia y creatinina en la muestra
|
Fig
6: Representación gráfica del cociente calcio /
creatinina urinarios en la muestra
|
Cuando se relacionó la calcemia con los resultados de la
densitometría ósea se obtuvo significación estadística, a
menor calcemia, peores resultados en la densitometría ósea,
estadísticamente significativo por test de Chi Cuadrado
(p<0.05).
No hubo asociación estadísticamente significativa con la
fosfatemia
Los niveles de fosfatasa alcalina se relacionaron en forma
estadísticamente significativa con la baja densidad mineral
ósea por test de Chi Cuadrado (p<0.01)
Vitamina D:
Con respecto a la determinación de vitamina D, se tomaron
muestras para todos los pacientes, sin embargo, en 7
pacientes no se pudo realizar la determinación por muestra
insuficiente.
No se realizó nueva extracción porque los pacientes según
resultados de encuesta para factores de riesgo y
densitometría habían comenzado con tratamiento por razones
éticas, ya que la determinación de Vitamina D se demoró por
cuestiones de logística.
De 24 determinaciones de vitamina D, 8 de ellas (33% de la
muestra) fueron menor a 20 ng / ml. 20 fueron menores a 30
ng por ml, representando el 83% de la muestra.
Solamente 4 pacientes tuvieron determinaciones mayores a 30
ng por ml
El promedio sérico de 25 hidroxivitamina D es de 24,54 ng /
ml para nuestra muestra.
Cuando se busca asociación entre disminución de la vitamina
D en sangre y resultados de la densitometría ósea, si bien
no se encuentra asociación significativa, existe una
tendencia, a confirmar ampliando la muestra con mayor número
de casos (p<0.07).
Con respecto a la exposición solar el 100% de los pacientes
reconocieron una exposición de al menos 20 minutos por día.
Encuesta alimentaria. Consumo de calcio:
La ingesta promedio de calcio por habitante es de 444 mg
por día, el promedio para los varones fue de 411 mg por día
y para las mujeres 479 mg en 24 hs.
Se encuestaron 16 varones, 12 de ellos, 75% de la muestra,
presentaron ingesta deficiente de calcio, considerando
suficiente más de 800 mg diarios, solo 4 (25%) presentaron
ingesta suficiente.
De las 15 mujeres encuestadas, todas consumieron menos de
1.000 mg por día de calcio, presentando el 100% de la
población ingesta deficiente.
(Tablas 1 y 2)
Ingesta de Calcio
|
Número de encuestados |
% DE LA POBLACIÓN |
INGESTA DEFICIENTE
Menos de 800 mg Ca |
12 |
75% |
INGESTAS SUFICIENTE
Igual o más de 800mg Ca |
4 |
25% |
|
Tabla
1: Ingesta de calcio en varones de Pampa de
Achala |
SEXO FEMENINO |
Número de encuestados |
% DE LA POBLACIÓN |
INGESTA DEFICIENTE
Menos de 1000mg Ca |
15 |
100% |
INGESTAS SUFICIENTE igual o más
de 1000 mg Ca |
- |
- |
|
Tabla
2: Ingesta de calcio en mujeres de Pampa
de Achala |
DISCUSIÓN
Aunque no hay consenso sobre los niveles óptimos de 25-hidroxivitamina
D medidos en suero, la deficiencia de vitamina D, se define
por la mayoría de los expertos como un nivel de 25-hidroxivitamina
D menor de 20 ng por mililitro (50 nmol por litro) (14, 2,
24)
Los niveles de 25-hidroxivitamina D están inversamente
asociados con niveles de hormonas paratiroideas hasta que
aquella llega a 30 a 40 ng por mililitro (75 a 100 nmol por
litro), en ese punto los niveles de hormonas paratiroideas
comienzan a estabilizarse.
Además, el transporte de calcio intestinal se incrementa de
una 45 a un 65% en las mujeres cuando los niveles de 25-hidroxivitamina
D aumentan de 20 a 32 ng por mililitro (ml)
(13)
con estos datos, un nivel de 25-hidroxivitamina D de 21 a 29
ng por mililitro, puede considerarse indicador de
insuficiencia de vitamina D relativa, un nivel de 30 ng por
mililitro o más puede considerarse como indicador de
vitamina D suficiente
(8).
Cuando se usan estas definiciones, se estima que 1 billón de
personas en el mundo tiene deficiencia o insuficiencia de
vitamina D (16, 24, 35,
7, 15, 11, 4, 3, 6, 22, 23, 20, 27).
En nuestro estudio, de 24 determinaciones de vitamina D, 8
de ellas (30% de la muestra) fueron menor a 20 ng / ml. 20
fueron menores a 30 ng por ml, representando el 83% de la
muestra, hay que considerar que las determinaciones fueron
hechas en mayo, otoño en nuestro país y se espera que estos
valores sean aún menores luego del invierno.
Nuestras determinaciones coinciden con los estudios que
demuestran niveles subóptimos de vitamina D en la población
general, siendo las deficiencias similares a las descriptas
en, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Australia, Turquía,
India y Líbano. Mayores a las descriptas en Boston, y
menores a otro estudio en Arabia Saudita realizado por
Ghannam
(10), quien describe que
el 52% de las mujeres sanas presentaron hipovitaminosis D,
considerados igual o menor a 20 nmol/l.
El promedio en nuestra muestra es de 24,54 ng / ml de 25-hidroxivitamina
D, lo cual es muy similar a lo reportado por Spindler
(33)
en Tafí del Valle, Tucumán, Argentina (26,8 ng / ml) y
superior a los de la ciudad de Buenos Aires, Argentina (20,7
ng / ml)
Olivieri
(29), en las diferentes
regiones de Argentina, observó una alta
incidencia (52 a 87%) de niveles de insuficiencia de
vitamina D (25OHD <20ng/ml) y solamente entre el 2 y 17%
tenían niveles considerados como mínimos deseables de 25OHD3
(30 ng/ml), lo cual coincide con nuestro estudio.
Otros estudios, europeos y norteamericanos, encontraron que
40 a 100% de las personas mayores, varones y mujeres
europeos y estadounidenses, aún viviendo en la comunidad (no
en geriátricos) son deficientes de vitamina D.
(16, 35, 24, 7, 15, 11, 4, 23, 3, 27, 20, 6, 22).
Más del 50% de las mujeres posmenopáusicas que toman
medicación para osteoporosis tienen niveles subóptimos de
25-hidroxivitamina D- menos de 30 ng por mililitros
(15, 22).
También se ha descrito que los niños y adultos jóvenes
potencialmente tienen alto riesgo de deficiencia de vitamina
D. Por ejemplo, 52% de los adolescentes negros e hispánicos
en un estudio de Boston y 48% de las niñas preadolescentes
en un estudio de Maine tenían niveles de 25-hidroxivitamina
D menores a 20 ng por mililitro.
(12). En otros estudios
al final del invierno, 42% de las niñas negras y mujeres
blancas de 15 a 49 años en Estados Unidos tienen menos de 20
ng por ml de 25-hidroxivitamina D
(28). El 32% de los
estudiantes sanos, médicos y residentes en un Hospital de
Boston fueron deficientes en vitamina D, a pesar de tomar un
vaso de leche y un complejo vitamínico diariamente y comer
salmón al menos una vez por semana
(34).
La gente que vive cerca del Ecuador, quienes están expuestos
a la luz solar sin fotoprotección tiene buenos niveles de
25-hidroxivitamina D, más de 30 ng/ml
(36, 30).
Sin embargo, aún en las áreas más soleadas, la deficiencia
de vitamina D es común cuando la mayor parte de la piel está
cubierta o protegida del sol. En estudios de Arabia Saudita,
los Emiratos Árabes, Australia, Turquía, India y Líbano, 30
al 50% de los niños y adultos tienen niveles de vitamina D
por debajo de los 20 ng por mililitro
(32, 25, 9, 26).
La función más conocida de la vitamina D es la regulación de
los niveles séricos de calcio, interviniendo en el
metabolismo fosfocálcico. Las tres hormonas principales que
regulan la homeostasia de calcio son la paratohormona, la
vitamina D y la calcitonina. Los niveles séricos son
regulados a través de la acción de estas tres hormonas en 4
órganos principales: el hueso, la paratiroides, el intestino
y el riñón. La vitamina D contribuye a aumentar los niveles
séricos de calcio, a aumentar la absorción de calcio en el
intestino a través de la unión a receptores específicos. Los
osteoblastos también poseen receptores para vitamina D; sus
metabolitos activos pueden modular la osteoclastogénesis
influenciando la síntesis y secreción local de
osteoprotegerina y RANKL. De estos conceptos se desprende
que la vitamina D es fundamental en el metabolismo óseo (5);
por lo que consideramos pertinente analizar la relación de
esta hipovitaminosis con la calcemia, fosfatemia y fosfatasa
alcalina y la densidad mineral ósea medida por
densitometría.
En nuestro estudio los niveles de vitamina D fueron bajos a
pesar de que las personas refirieron más de 20 minutos
diarios de exposición solar, medida recomendada
habitualmente evitarla; además la hipocalcemia y el aumento
de la fosfatasa alcalina tuvieron significación estadística
cuando se los evaluó en relación a la densitometría.
Relacionando los niveles séricos de vitamina D con densidad
mineral ósea medida por DEXA, hubo una tendencia estadística
(p<0.07) a asociar menores niveles de vitamina D con baja
masa ósea; esta tendencia no alcanzó significación por el
escaso número de personas estudiadas, ese dato debería
demostrarse con un n mayor
Jackson
(18, 19)
describe en un estudio realizado en Ohio, Estados Unidos,
que las mujeres que reciben suplementos de calcio y vitamina
D preservan mejor su densidad mineral ósea de cadera total
en determinaciones densitométricas realizadas anualmente, lo
cual coincide con la tendencia demostrada en este estudio.
Finalmente destacamos que una disminución sérica de la
concentración de 25-hidroxi vitamina D, a menudo denominada
solo hipovitaminosis D, no es una anormalidad bioquímica
simplemente. Este hecho está asociado con cambios
fisiológicos, patológicos, y evidencias clínicas de
deficiencias de vitamina D, incluyendo incremento de la
secreción de hormona paratiroidea, incremento del remodelado
óseo, osteoporosis y leve osteomalacia y un incremento del
riesgo de fracturas de cadera y otras fracturas.
CONCLUSIONES
En esta población de las Sierras de Córdoba, existen algunos
factores negativos para la salud ósea como la ingesta
deficiente de calcio en la dieta y la hipovitaminosis D.
Este hecho puede condicionar la presencia de baja densidad
mineral ósea en la vida adulta, aún desde la vida fetal.
Nuestras Autoridades de Salud Pública, deberían trabajar
sobre los factores de riesgo modificables identificados en
este estudio, dieta y niveles de vitamina D, mejorando la
nutrición en esta población, no solo por los pacientes
diagnosticados, sino en la prevención en niños, adolescentes
y embarazadas.
AGRADECIMIENTOS
A los doctores Felipe Martínez, Daniel Salica y Alberto
Strusberg, quienes participaron en el tribunal de tesis, a
los Dres Gustavo Pepe, Eduardo Petenian, Emilia Cavillon y a
la Bioquímica Gladys Dotto por su colaboración en el trabajo
de campo.
La autora, Gobbi, Carla Andrea es becaria de la “SECYT”:
Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad
Nacional de Córdoba. |
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