Microscopia electrónica: la
necesidad de una imagen en el diagnóstico virológico
Giordano M.O.¹,
Ferreyra L.J.¹,²,
Martínez L.C.¹,
Isa M.B.¹,
Pavan J. V.¹ ²
Nates S.V.¹
1Instituto de Virología “Dr. J.
Vanella”. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional
de Córdoba.
2Cátedra de Bacteriología y Virología Médicas. Facultad de
Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Córdoba.
Introducción
Desde 1676, año en que Antonie van Leewenhoek observó y
describió las primeras formas de vida microscópica, “ver el
microorganismo” significó el primer paso orientativo para el
diagnóstico de una enfermedad infecciosa. De esta manera, el
laboratorio microbiológico concentró históricamente su
atención en la detección del agente causal a través de su
visualización.
A partir de la pasada década de los 70, la microscopia
electrónica se constituyó como herramienta diagnóstica en la
detección de infecciones virales. Así, su utilización fue
muy provechosa en el diagnóstico de las gastroenteritis
virales debido a que permite la observación directa en la
materia fecal de la morfología de los virus productores de
dicha enfermedad. Pero actualmente, debido a que esta
técnica requiere un equipamiento especializado y muy
costoso, además del desarrollo de otras técnicas
diagnósticas, se ha dejado de utilizar para este fin.
Algunos virus, tales como rotavirus, astrovirus, calicivirus,
agente Norwalk y los adenovirus 40/41, son denominados como
agentes etiológicos clásicos de gastroenteritis. Por otra
parte, otros virus, tales como coronavirus, torovirus y
reovirus, son agentes que pueden producir gastroenteritis
pero cuyo hallazgo en muestras clínicas de materia fecal es
muy poco frecuente; por esto son denominados agentes
inusuales de gastroenteritis. Para este último grupo de
virus no existen pruebas diagnósticas comerciales y la
microscopia electrónica puede ser una herramienta
diagnóstica importante.
El objetivo del presente trabajo es recalcar, desde los
resultados diagnósticos de un caso clínico de
gastroenteritis, la importancia de la microscopia
electrónica en la caracterización de agentes virales que
producen gastroenteritis y que no son corrientemente
considerados en el diagnóstico.
Caso
clínico y resultados de laboratorio
Un niño de 6 meses de edad fue hospitalizado en el mes de
abril del 2002 por una gastroenteritis aguda con diarrea
acuosa y deshidratación. La materia fecal de este niño fue
analizada en el laboratorio. En el examen directo en fresco
no se observaron leucocitos polimorfonucleares y en el
cultivo no se aislaron bacterias enteropatógenas.
Simultáneamente la muestra fecal fue analizada en el
laboratorio virológico. En la primera etapa del diagnóstico
virológico se realizó la microscopia electrónica de
transmisión, debido a que la muestra se encontraba en el
marco de un proyecto de detección de torovirus. La misma se
realizó de la siguiente manera: la materia fecal fue
centrifugada a 16 000 g por un tiempo de 60 minutos y el
sedimento de la centrifugación fue resuspendido en agua
destilada. A partir de este material se realizó una tinción
negativa con acetato de uranilo al 2 % en solución acuosa
sobre grillas tratadas previamente con membrana Formvar
carbonizadas y desionizadas. Para la visualización se
utilizó un microscopio electrónico de transmisión Jeol EM-SQH
10 a una magnificación de x40000.
En el análisis de la muestra se observaron dos tipos de
estructuras virales: (a) partículas de 70 a 85 nm de
diámetro con una estructura característica a la familia
Reoviridae y compatibles con el género Reovirus o Rotavirus;
y (b) partículas de 70 a 100 nm de diámetro con una
estructura icosaédrica compatible con la familia
Adenoviridae. Por otra parte, la muestra fue además
procesada para la detección de los antígenos de grupo de
rotavirus y adenovirus por inmunocromatografía (Diarlex MB,
Orion Diagnostica, Espoo, Finlandia), dando un resultado
positivo para adenovirus y positivo débil para rotavirus del
grupo A (observación de una banda débil en la tira
inmunocromatográfica). La débil banda correspondiente a
rotavirus motivó profundizar el estudio del mismo a través
de otros dos enzimoinmunoensayos de configuración poli y
monoclonal (Rotazime II, Abbot laboratories, Diagnostics
división, Abbott Park, IL 60064 y Pathfinder TM Rotavirus,
Sanofi Diagnostic Pasteur, France), dando resultados
negativo y positivo débil, respectivamente. Debido a la
discordancia de estos dos resultados se realizó una RT-PCR
para amplificar el gen de rotavirus grupo A que codifica
para la proteína VP7, la cual resultó negativa. Sin embargo
la imagen de microscopia electrónica señalaba sin
cuestionamientos la presencia de un agente de la familia
Reoviridae en una muestra con resultados discrepantes por
ensayos inmunoenzimáticos y moleculares.
Sin poder resolver la etiología del cuadro clínico, al
material genético presente en la muestra fue analizado por
electroforesis en geles de poliacrilamida, técnica que
dibuja el perfil de migración de los segmentos genómicos de
los virus de la familia Reoviridae y que no es usualmente
utilizada en el laboratorio de diagnóstico rápido. El patrón
electroforético reveló una migración de 10 segmentos de ARN,
característica del genoma del género Reovirus, confirmando
así que una de las partículas virales observadas en la
microscopia electrónica pertenecía a un reovirus. Finalmente
la muestra fue analizada para adenovirus mediante el
enzimoinmunoensayo Adenoclon tipo 40/41 (Adenoclon Type
40/41, Cambridge Biotech Coorporation, Worcester, Mass) con
resultado positivo. Como resultado final, la muestra de
materia fecal tenía la presencia de adenovirus y reovirus.
Discusión
Nuestro grupo de trabajo estudió la infección por
reovirus en niños hospitalizados por gastroenteritis durante
un período de 20 años, detectando 3 (0.10%) positivos sobre
un total de 2854 muestras de materia fecal (1). De este
modo, se puede aseverar que la gastroenteritis por reovirus
son inusuales en nuestro medio y que la microscopia
electrónica, en este caso, documentó una imagen muy poco
frecuente de coinfección viral; la cual fue confirmada luego
mediante diferentes metodologías diagnósticas.
En la patogénesis de la gastroenteritis del presente caso
intervenieron dos virus desnudos con grandes diferencias en
su estructura química y mecanismos de replicación. Sin
embargo es importante señalar que estos virus comparten los
mecanismos de entrada a la célula. En este sentido, la
proteína de adhesión de los reovirus, sigma 1, tiene una
estructura y función similares a la proteína de adhesión de
los adenovirus: la proteína de la fibra. Además, estos
agentes reconocen el mismo dominio en sus receptores
celulares, estos últimos integrantes de la superfamilia de
las inmunoglobulinas. Una vez dentro del citoplasma estos
virus utilizan luego diferentes mecanismos para la expresión
de sus genes (4, 5);
replicando los reovirus su genoma viral en citoplasma y los
adenovirus en el núcleo celular, ambos durante la fase G1
del ciclo celular.
Unos 300 años después de Antonie van Leewenhoek, Helmut
Ruska realizó un aporte al diagnóstico de las infecciones
virales, al caracterizar desde la microscopía electrónica la
morfología y tamaño de los poxvirus. Este aporte abrió un
camino que aún continúa en el presente y pudo manifestarse
en la detección del reovirus de este caso, el cual no
hubiese sido detectado de no haberse visto la partícula
viral por microscopia electrónica. La imagen del virus
obtenida por microscopia electrónica aclara aspectos de su
estructura, en una síntesis difícil de lograr por otras
metodologías moleculares y que es clave para su comprensión.
En un plano simbólico, la visualización del agente tiene una
importante relación con nuestra representación del mismo y
funciona en nuestra memoria como un “cemento de su
identidad”, tal como lo señalan Biel S. S. y Madeley D. (1).
Además, la microscopía electrónica permite hoy orientar el
diagnóstico virológico tanto en situaciones particulares
como en contextos de emergencia epidemiológica y en actos de
bioterrorismo (2). En contraste con otros
ensayos que requieren la sospecha previa y blancos virales
específicos, la directa visualización de la morfología viral
permite su caracterización sin la prenoción de un agente
etiológico determinado. De este modo la capacidad de la
microscopia electrónica para identificar lo inusual y lo
inesperado la convierten en una herramienta de primera línea
en el diagnóstico de casos clínicos con agentes infecciosos
que son poco frecuentes.
Bibliografía
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2. Giordano MO, Martínez L, Isa MB, Ferreyra
L, Canna F, Pavan J, Paez M, Vergara M, Notario R y Nates S.
Twenty year study of the occurrence of reovirus infection in
hospitalized children with acute gastroenteritis in
Argentina. Pediatric Infect. Dis. J; 2002, 21: 880-882.
3. Hazelton PR, Gelderblom HR
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in Emergent Situations. Emerg Infect Dis;
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4. Ruska H, von Borries B, Ruska E. Die
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Ges. Virusforsch; 1940,1: 155-169.
5. Stehle T, Dermody TS. Structural evidence
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132-132.
6. Wu E, Nemerow GR.
Virus yoga: the role of flexibility in virus host cell
recognition. Trends Microbiol; 2004, 12 :162-169. [Abstract]
Fig.1

La microscopía
electrónica revela una coinfección viral por adenovirus y
reovirus en un niño con gastroenteritis aguda. En los
recuadros se observan con más detalle las morfologías de los
agentes virales.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos al Instituto de Fitovirología (INTA-Córdoba) por
facilitarnos el uso del microscopio electrónico (Jeol EM-SQH
10) y al Sr Claudio Nikolaus por su asesoramiento técnico.

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