TRABAJO ORIGINAL
Diseño de una regla de
predicción simple para la presunción de etiología en niños
con neumonía.
Laura B Moreno, Fernando Ferrero, Valeria
Collard Brosotti, Jorge Cámara, Inés Marqués, Hugo Robledo,
Elizabeth Bujedo, Liliana Mosca, Daniel Quiroga.
Revistad de la Facultad de Ciencias Médicas
2010, 67(1):
24-31
*Cátedra de Clínica Pediátrica.
FCM. UNC. Hosp. Niños Santísima Trinidad
**Instituto de Virología J Vanella. UNC.
***Hosp. de Niños Pedro Elizalde. Buenos Aires
INTRODUCCIÓN
Las infecciones respiratorias
agudas (IRA) representan el principal motivo de consulta en
la infancia.(1)
Dentro de las IRAB (IRA bajas) se incluyen el resfrío común,
traqueobronquitis, laringitis, bronquiolitis, neumonía y
supuración pleuropulmonar. De todos ellas, es probable que
neumonía sea la más importante por su impacto en la
morbimortalidad infantil; en Argentina ocupa el tercer lugar
como causa de muerte post-neonatal(2)
y representa el 15 a 25 %
de los egresos hospitalarios (dependiendo de la época del
año).(3)
El principal impacto se observa en menores de 5 años, donde
los principales agentes etiológicos involucrados son virus y
bacterias.(4)
En nuestro medio aproximadamente
60 % son de etiología viral y 40 % bacteriana.(5)
El virus más frecuentemente involucrado es sincicial
respiratorio (VSR) y la bacteria más frecuente el
Streptococcus pneumoniae. Estas prevalencias varían de
estudio en estudio en base al tipo de pacientes, metodología
diagnóstica utilizada e inmunizaciones incorporadas.(6)
Frente al paciente pediátrico con neumonía que requiere
hospitalización, el médico debe considerar inicialmente la
posible etiología involucrada para tomar la conducta
terapéutica correspondiente: si considera que se trata de
una infección bacteriana corresponde tratamiento
antibiótico, mientras que en el caso de una infección viral
se imponen medidas generales.(7)
En condiciones clínicas habituales, el cultivo para
identificar bacterias demanda 48 hs para brindar resultado y
la identificación de antígenos virales en secreciones
nasofaríngeas no siempre se encuentra disponible. Al no
poder contar con diagnóstico etiológico en el momento de la
admisión se corre el riesgo de sobrediganosticar infección
bacteriana y, consecuentemente, indicar un tratamiento
antibiótico no necesario, ocasionando incremento de la
resistencia bacteriana, prolongación de la internación,
incremento de los costos, riesgo de infección nosocomial y
de efectos adversos.(8,9,
10)
Entre los indicadores indirectos de etiología se encuentran
elementos epidemiológicos, clínicos, de laboratorio y de
diagnóstico por imágenes, pero ninguno de ellos aisladamente
tendría la capacidad efectiva para predecir etiología. Los
llamados modelos de predicción clínica
(11),
combinando varios elementos, han sido empleados exitosamente
con fines diagnósticos o pronósticos en otras situaciones
clínicas(12, 13).
En 1987 Khamapirad y Glezen desarrollaron una escala
valorativa con este objetivo.(14)
Si bien la misma mostraba valores de sensibilidad y
especificidad adecuados, no había sido diseñado de acuerdo a
los mejores estándares, no ponderaba adecuadamente cada uno
de los componentes y no fue validada. Esto fue corregido, en
parte, por este grupo de investigadores, diseñando un nuevo
modelo predictivo en base al trabajo de Khamapirad, pero
empleando análisis multivariado para ponderar adecuadamente
los componentes de la escala.(15).
Sin embargo, esta escala (RP Regla de Predicción) empleó el
componente radiología tal como fue descripto originalmente
por Khamapirad. Este sistema de lectura radiológica podría
ser demasiado complejo para su empleo en la práctica diaria
por pediatras, médicos de familia y generalistas. Además, al
no ser ponderada de igual forma que el resto de los
componentes, puede tender a sobrevalorar el peso del
componente radiológico.
Desde hace algunos años, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) está diseñando una nueva herramienta para valorar el
impacto de la vacunación antineumocócica a nivel poblacional
utilizando la radiología como estándar diagnóstico de
neumonía bacteriana.(16)
Para alcanzar esto,
emplea una definición muy simple, aunque no tan específica,
caracterizando patrones radiológicos
(Fig.1).
Esta última podría ser
incorporada a escalas de predicción, simplificando
notablemente la evaluación del componente radiológico.
Característica |
Puntaje* |
No evaluable (técnica) |
0 |
Consolidación o derrame pleural |
1 |
Otros infiltrados |
2 |
Normal |
3 |
|
Figura 1. Puntaje radiológico según OMS
*A los
efectos del presente trabajo las radiografías fueron
incluidas en una de dos categorías: 1 y 2. La
categoría 0 fue excluida y la 3 incorporada a la 2.
|
Una regla de predicción clínica simplificada, que incluya la
valoración de radiografía de tórax propuesta por OMS, podría
ser suficientemente sensible y específica para predecir
etiología bacteriana en niños menores de 5 años con
diagnóstico de neumonía, que requieran internación por esa
causa.
En este trabajo nos propusimos diseñar prospectivamente una
regla de predicción clínica simplificada (RPs) para
identificar la etiología bacteriana en niños con neumonía
(Primario). Además, describimos la prevalencia de los
principales agentes etiológicos involucrados en la neumonía
en niños menores de 5 años que requirieron internación por
esa causa (Secundario).
METODOLOGÍA
Diseño: Transversal (para
evaluación de test diagnósticos)
Población:
Criterios de inclusión: Niños de 1 mes a 5 años de
edad internados en el Hospital de Niños Santísima Trinidad
de Córdoba con diagnóstico de ingreso de neumonía (de
acuerdo al criterio del profesional interviniente).
Criterios de exclusión: Se excluyeron pacientes con
neumonías muy graves (según criterios BTS17) y condiciones
que pudieran alterar los agentes etiológicos involucrados o
resultar en respuestas clínicas o radiológicas particulares
(inmunosupresión conocida, desnutrición grave, enfermedad
respiratoria y/o cardiaca crónica, identificación de
etiología mixta, uso de antibióticos en dos semanas previas,
presencia de foco infeccioso en otra localización, menores
de 6 meses con antecedente de prematurez o bajo peso al
nacer, neumonía nosocomial o recurrente, radiografía de
tórax no evaluable).
Reclutamiento: Se incorporaron al estudio,
consecutivamente, todos los pacientes con criterios de
inclusión y ninguno de los de exclusión, internados en el
Hospital de Niños de Córdoba desde enero de 2007 a diciembre
de 2008. Los pacientes fueron tratados de acuerdo a la
decisión del profesional interviniente según pautas locales.
Variable de predicción: Las variables de predicción
clínica fueron dicotomizadas de acuerdo al modelo de Moreno
(15) Edad: ≥ 9 meses;
Temperatura: ≥ 39,0 °C; Recuento de neutrófilos totales en
sangre periférica (NT): ≥ 8000 /mm3; Recuento de neutrófilos
inmaduros en sangre periférica (NC): ≥ 5 %). El componente
radiológico se expresó con un puntaje de 1 para
consolidaciones y derrame pleural, y 0 para otros
infiltrados y radiografía normal 16.
Variable de resultado: Diagnóstico etiológico viral
(pesquisa de antígenos virales por medio inmunofluorescencia
en aspirado nasofaríngeo) o bacteriano (hemocultivo o
cultivo de líquido pleural). Además, se recogieron datos
sobre duración de la internación, mortalidad y requerimiento
de cuidados intensivos en la población participante
(criterio de exclusión) y en el resto de las neumonías del
grupo etáreo estudiado ingresado al hospital (en las que no
se arribó a diagnóstico etiológico) en el período de
estudio, a fin de establecer elementos adicionales de
comparación entre ambas poblaciones.
Enmascaramiento: Los resultados de etiología se
mantuvieron ciegos a los profesionales que efectuaran el
diagnóstico de ingreso, los que evaluaron las variables
clínicas y radiológicas, y al personal de laboratorio.
Procedimientos específicos del estudio:
Edad: Se calculó a partir de las fechas de nacimiento y
de ingreso expresadas en meses.
Temperatura: Se registrará la temperatura axilar al
momento del ingreso. En caso de haber recibido antitérmicos
se consideró el mayor registro en las últimas 24 horas.
(Independientemente de medicación antitérmica recibida.)
Recuento de leucocitos totales (GB): durante las 24 hs de
internado. Se expresó el valor absoluto de células por
milímetro cúbico. Se aceptaron las mediciones manuales o
efectuadas por medio de contadores hematológicos
multiparamétricos automatizados.
Recuento de neutrófilos totales (NT): A partir de conteo en
extendido utilizando microscopio óptico (400X), previa
tinción de Giemsa. Se expresó valor absoluto de células por
milímetro cúbico
Recuento de neutrófilos inmaduros (NC): A partir de conteo
en extendido utilizando microscopio óptico (400X), previa
tinción Giemsa. Se expresó valor proporcional (%) sobre
total de leucocitos.
Radiografía de tórax: Dentro de las 24 hs de internado. En
caso de tratarse de una imagen no evaluable por calidad, y
siempre que el estado del paciente lo permitiera, se repitió
para obtener una imagen evaluable. Se realizaron de acuerdo
a técnicas estandarizadas para población pediátrica. A los
fines de este estudio sólo se valoraron las imágenes en
incidencia anteroposterior. Las imágenes fueron evaluadas
por un pediatra clínico y por un neumonólogo pediatra, en
forma independiente y enmascarada a los demás datos de los
pacientes. A los efectos de la construcción de la escala se
tomó en cuenta el puntaje del pediatra.
Cultivos: La extracción de sangre para hemocultivo la
efectuó el personal a cargo del paciente, mediante veno-punción
periférica según técnica estandardizada. Se obtuvo dentro de
las 24 hs de internado y previo a la administración de
antibióticos. El procesamiento de las muestras estuvo a
cargo del laboratorio de bacteriología del hospital.
Pesquisa viral: La pesquisa de virus respiratorios se
efectuó a partir del aspirado de secreciones naso-faríngeas
(ANF). Para la detección de antígenos se utilizó anticuerpos
monoclonales anti- VSR, Influenza A y B, Parainfluenza
1, 2 y 3
y Adenovirus (Chemicon- EEUU).
Manejo de los datos: Los datos se trascribieron a una
base de datos relacional construida a tal fin con Epi 3.2
(CDC, 2004). El procesamiento se llevó a cabo de acuerdo a
lo expresado en el apartado de “Consideraciones
Estadísticas”, utilizando Epi 3.2 y SPSS 11.0.
Consideraciones estadísticas: En base a la proporción
de casos de años anteriores en el hospital, para el diseño
de la regla de predicción se definió un tamaño muestral de
100 casos (85 de etiología viral y 15 bacteriana),
independientemente del germen aislado (α=0,05 y ß=0,2).
Se describió la distribución de los valores dentro de cada
variable mediante medidas de tendencia central y dispersión
o en forma categórica, según corresponda. Se procedió al
análisis bivariado objetivando la asociación entre las
variables independientes (dicotomizadas de acuerdo a lo
establecido por Moreno18, excepto radiología que siguió la
propuesta de OMS 19)
y la etiología (virus/bacteria). La asociación se evaluó por
medio de la prueba de Chi cuadrado. Se adoptó un nivel de
significación ≤ 0,05. Todas las variables independientes
consideradas se incluyeron en un modelo multivariado para
analizar la participación de cada una de ellas, en términos
de predicción de la etiología viral o bacteriana. Mediante
un modelo de regresión logística, se estimaron los
coeficientes simples, que se aproximaron al dígito más
cercano por simplicidad clínica para ser asignados a cada
variable y así construir la escala de predicción. Por medio
de curva ROC (receiver operator characteristic) se determinó
el mejor valor de corte para predecir etiología bacteriana
de la escala confeccionada. A partir de ese punto de corte
se calculó sensibilidad, especificidad, valores predictivos
y razones de verosimilitud (positivos y negativos).
Consideraciones éticas: El estudio fue guiado por las
normas de buenas prácticas clínicas y lo establecido en la
Declaración de Helsinki. A pesar de tratarse de un estudio
epidemiológico, en el que se garantiza la confidencialidad
de los participantes y que no implica a los participantes
ningún procedimiento extra a los propios de la atención de
su enfermedad, se solicitó a los responsables de los
pacientes autorización para participar. El proyecto fue
aprobado por el Comité de Docencia e Investigación del
Hospital.
RESULTADOS
Durante el período estudiado
(2007-2008), ingresaron 917 pacientes menores de 5 años con
diagnóstico de Infección Respiratoria Aguda Baja (IRAB). De
ellos, 484 correspondieron a neumonía, 323 bronquiolitis,
110 laringitis. La proporción de IRAB en relación a otros
diagnósticos de internación durante el 2008 ascendió desde
20% hasta 48% (semana 26) y 58% (semanas 28 y 29) durante el
período invernal.
De las neumonías diagnosticadas (484), se arribó a
diagnóstico etiológico en 208 (43%) (92/ 2007 y 116/2008).
Fueron excluidos 12 (6%) por criterios (7 neumonía muy
grave/UTI, 2 cardiopatía congénita, 1 enfermedad
respiratoria crónica, 2 presencia de foco infeccioso en otra
localización/otitis media).
La muestra quedó constituida por 196 casos, 35 (18%) con
etiología bacteriana y 161(82%) viral. La edad media fue de
8,7± 10,6 meses (Rango 1-59, Intercuartilo: 3-11, modo 1).
No hubo predominio de sexo (masculinos 103/52,5%). La
distribución de los casos de acuerdo a edad para virus y
bacterias muestra un franco predominio de infecciones
virales a menor edad con aumento de la prevalencia de casos
bacterianos en edades mayores (virales 4±0 meses y
bacterianas 11±10 meses).
La distribución estacional de los virus involucrados se
muestra en la figura
2. Se observa un
predominio de VRS, concentrada en los meses de
otoño-invierno. Los casos bacterianos (neumococo) no
evidenciaron distribución estacional. Los virus
identificados en la totalidad de la muestra fueron
133(82,5%) VSR, 18(11,5%) Parainfluenza -3, 2(1%)
Parainfluenza-1 y 8 (5%) Influenza A.
 |
Figura 2. Distribución de los virus
respiratorios identificados durante el año 2008 en
el HNC en menores de 5 años por IRAB.
|
Los días de hospitalización requeridos en ambos grupos fue
de 9,5 ± 5,8 días (IC: 6-12), modo 6. No se reportaron
fallecidos ya que los cuadros muy graves fueron excluidos
del estudio por criterios (7 casos).
Diseño de la escala
Se aplicó el puntaje correspondiente a cada caso de
acuerdo a la RP. Así, se asignaron 3 puntos a temperatura al
ingreso ≥ 39º C, 2 a edad ≥ 9 meses, 2 a neutrófilos totales
≥ 8000 /mm3 y 1 a neutrófilos inmaduros ≥ 5 %. La
radiografía fue evaluada asignando 1 punto para
consolidaciones y/o derrame pleural y 0 para otros
infiltrados. Rango de la RPs): 0-9 puntos.
Figuras 3, 4 y 5.
Para casos de etiología bacteriana la RPs resultó con una
media de 6,23±2,5 puntos y viral 2,3±1,8.
 |
Figura 3. Escala simple diseñada. (RPs:
Regla de Predicción Simple) |
 |
Figura 4. Ejemplo de radiografía de tórax y
características clínicas. Aplicación de la escala
RPs. NEUMONÍA POSIBLEMENTE VIRAL
Aplicación de la escala BPSm (rango 1-9 puntos).
• Patrón radiológico 1: 1 p
• Edad: 5 meses: 0 p
• Temperatura 38°C: 0 p
• GB 6500: 0 p
• NC 5%: 1 p
• TOTAL: 2 puntos (<3)
=NEUMONÍA POSIBLEMENTE VIRAL |
 |
Figura 5. Ejemplo de radiografía de tórax y
características clínicas. Aplicación de la escala
RPs. NEMONIA POSIBLEMENTE BACTERIANA.
Aplicación de la escala RPs (rango 1-9 puntos).
• Patrón radiológico 1: 1 p
• Edad: 9 meses: 2 p
• Temperatura 39°C: 3 p
• GB 12.500: 2 p
• NC 5%: 1 p
• TOTAL: 9 puntos (>3)
=NEUMONÍA POSIBLEMENTE BACTERIANA
|
En el análisis de las Rx de tórax entre el pediatra y el
neumonólogo pediatra se constató un moderado acuerdo
inerobservadores (K=0,83).
Mediante curva ROC se identificó un puntaje ≥3 (auROCc= 0,87
IC95%: 0,81-0,94) como mejor punto para predecir neumonía
bacteriana. Figura 6.
 |
Figura 6. Curva ROC con la distribución de
los valores asignados de acuerdo a RPs.
|
A partir de ese punto de corte
se calculó Sensibilidad de: 88,6 %; Especificidad: 68,9 %;
VPP: 38,3 %; VPN: 96,5 %; RVP: 2.85; RPN: 0,17). La tabla de
contingencia muestra la distribución de los casos a partir
de la asignación del puntaje calculado.
Tabla 1.
Observamos que, aplicando la
escala de predicción, 4 casos de neumonía bacteriana
hubieran sido considerados inicialmente como cuadros virales
(falsos negativos).
Distribución de los hallazgos
etiológicos de acuerdo al valor del BPSm |
|
Etiología |
Total |
|
Bacteria |
Virus |
|
BPSm ≥ 3 |
31 |
50 |
81 |
BPSm < 3 |
4 |
111 |
115 |
Total |
35 |
161 |
196 |
|
Tabla
1. Tabla de contingencia del RPs
|
DISCUSIÓN
El modelo desarrollado
previamente por Moreno y validado por Ferrero(15)
(ambos autores del presente trabajo) constituye un
antecedente directo de esta investigación. Por otra parte,
hemos avanzado en la valoración del componente radiológico,
el integrante de la regla de predicción más difícil de
estandarizar.(18, 19)
La posibilidad de incorporar a la escala original (RP) un
modelo sencillo de interpretación de las radiografías de
tórax (propuesto por la OMS), ofrece una ventaja en su
aplicación, con buen acuerdo entre los observadores (қ =
0,83). Hallazgos similares describieron Ferrero y col (қ =
0,69 a 0,85) (20).
Sin bien la nueva escala desarrollada resulta simple en su
aplicación, ofrece menor capacidad predictiva que la
original; con aceptable sensibilidad para identificar
bacterias, y sobretodo buenos valores predictivos negativos
(identificando qué paciente no necesita indicación de
antibióticos). Sabemos, por otra parte, que los valores
predictivos dependen de la prevalencia del fenómeno. Por lo
tanto, la baja prevalencia de casos bacterianos (18%) podría
explicar los bajos resultados de los VPPositivos (38,3%).
La muestra fue seleccionada a partir de la presencia de
etiología confirmada por métodos confiables (identificación
de antígenos para virus y cultivo para bacterias) lo que
constituye una fortaleza para el diseño de una regla de
predicción diagnóstica. La proporción de casos con etiología
positiva (43%) es coincidente con otras series
publicadas4,5. Si bien no conocemos como se comportarían los
casos en los que no se pudo identificar etiología (57%). Las
características analizadas en ambos grupos permiten inferir
que serían poblaciones similares (datos previamente
publicados15).
Esta limitación podría subsanarse incorporando más elementos
de pesquisa etiológica tanto de bacterias (coqueluche,
micoplasma) como de virus (bocavirus, metapneumovirus,
rhinovirus, etc).
Sabemos, por otra parte, que para que una regla de
predicción diagnóstica se transforme en regla de decisión
clínica debe ser validada previamente en otra población
(precisión diagnóstica) para que en una segunda instancia
pueda ser confrontada a la toma de desiciones(21).
No olvidemos entonces, que el diseño de la RPs ha sido
realizado en pacientes hospitalizados y con enfermedad
moderada, por lo que solo podría aplicarse, inicialmente, a
este tipo de pacientes.
La distribución estacional de los agentes tanto virales como
bacterianos durante los dos períodos estudiados es similar a
la reportada previamente
(5). Estos datos
refuerzan la afirmación de que si bien la época del año ha
sido clásicamente un factor a considerar en el análisis de
los pacientes con IRAB, no representa por sí solo un
predictor de etiología. Debemos agregar que, en los últimos
años, se ha reportando en todo el país una incidencia
creciente de casos de coqueluche en menores de un año
(22).
Si bien se trata de una infección ocasionada por una
bacteria (Bordetella Pertussis) las características clínicas
y radiológicas que produce suele ser semejante a cuadros
virales. Aunque su prevalencia es muy inferior a la de las
infecciones virales durante el inverno, no conocemos como se
comportaría nuestra regla de predicción ante este nuevo
desafío diagnóstico (valores predictivos positivo y
negativo). En relación a la edad (≥9 meses en nuestra
escala= 2 puntos) podemos afirmar que es un elemento
constante que influye en la distribución de virus y
bacterias de prevalencia habitual en nuestro medio. La
inclusión de otros agentes epidémicos (como Bordetella
Pertussis), podría mostrar una distribución etaria diferente
lo que obligaría a elaborar una definición de caso operativa
ajustada para cada situación de brote.
Finalmente, considerando la nomenclatura actual de las IRAB
(CIE-10), sabemos que incluye los diagnósticos de neumonía
sin etiología demostrada (J 15.9: neumonía posiblemente
bacteriana, J12.9: neumonía posiblemente viral). La
utilización de la RPs podría contribuir, entonces, a mejorar
el registro de casos de IRAB independientemente del
tratamiento administrado al paciente. Es un hecho observar
que un porcentaje de los casos reportados como neumonía de
la comunidad (bacterianas) en realidad corresponden a
cuadros de bronquiolitis o de neumonía viral que recibieron
ese diagnóstico por haber sido tratados con antibióticos
durante la internación.
Conclusiones. En este trabajo, la escala simplificada (RPs)
demostró un aceptable desempeño, aunque levemente menor que
el original para predecir neumonía bacteriana en el momento
inicial de ingreso al hospital. Su utilidad debería ser
evaluada en otras poblaciones ya que un porcentaje de casos
de etiología bacteriana quedarían sin identificación
adecuada. La validación de este instrumento podría ofrecer
una herramienta simple para su empleo en todos los niveles
de atención, capaz de identificar a los pacientes que no
requieren antibióticos. Es razonable pensar que su
generalización posibilitaría un importante ahorro de
recursos, especialmente al sector público, quien asiste a la
mayor parte de estos pacientes. Aunque más difícil de
objetivar, también es esperable un impacto significativo en
la resistencia de bacterias a antimicrobianos.
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