TRABAJO DE REVISION
Hipertensión Arterial
en pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2
Arterial
Hypertension in patients with Type 2 Diabetes Mellitus
Mario Bendersky * Ramiro Sánchez **
Revista Facultad de Ciencias Medicas 2013; 70(2):83-90
* Profesor de Farmacología
Aplicada, HNC, UNC, Director Master Hipertensión Universidad
Católica de Córdoba/Damic-Fundación Rusculleda, Jefe Unidad
Hipertensión Arterial Instituto Modelo de Cardiología
Córdoba
** Profesor de Medicina Interna de la Universidad Favaloro;
Presidente de la Soc LatinoAmericana de); Hipertension
Arterial (LASH Jefe de la Unidad Metabolica e Hipertension
Arterial, Fundación Favaloro.
Introducción
La hipertensión es un factor de riesgo cardiovascular
muy prevalente en el mundo, y especialmente abrumador en los
países de bajos y medianos ingresos. Informes recientes de
la OMS1 y del Banco Mundial2 destacan la importancia
de las enfermedades crónicas tales como la hipertensión,
como obstáculo al logro de un buen estado de salud. Se debe
agregar que, para la mayoría de los países de bajos y
medianos ingresos, estrategias deficientes de la atención
primaria de la salud son obstáculos mayores par el logro del
control de la presión arterial3. Es más, la epidemiología
de la hipertensión y enfermedades relacionadas, los recursos
y las prioridades de salud, el estado socioeconómico de la
población, varían considerablemente en diferentes países y
en diferentes regiones de países individuales. A causa de
esto, los documentos de la Organización Mundial de la Salud
– Sociedad Internacional de Hipertensión4 y de la
Sociedad Europea de Hipertensión – Sociedad Europea de
Cardiología5 recomiendan el desarrollo de pautas locales
que tengan en cuenta estas condiciones.
Epidemiología
Prevalencia
La diabetes mellitus y la hipertensión frecuentemente
están asociadas, aumentando así su efecto negativo sobre el
sistema cardiovascular6,7. Más del 80% de la carga
mundial atribuida a estas enfermedades son en países de
bajos y medianos ingresos. En Latinoamérica, el 13% de las
muertes y el 5,1% de los años de vida ajustados por
discapacidad (AVAD) pueden ser atribuidos a la hipertensión
1. La prevalencia ajustada para la edad de la hipertensión
en la población adulta general en diferentes países de
Latinoamérica (encuestas nacionales o muestreos sistemáticos
aleatorizados) varía del 26 al 42%6-9. En las
poblaciones diabéticas, la prevalencia de la hipertensión es
1,5 a 3 veces mayor que en no diabéticos de la misma franja
etaria. En la diabetes tipo 2, la hipertensión puede ya
estar presente en el momento del diagnóstico o inclusive
puede preceder a la hiperglicemia evidente6.
Tabla 1
Características Clínicas
Definición:
La hipertensión establecida es una condición médica
que implica un mayor riesgo de eventos cardiovasculares y
disminución de la función de diferentes órganos en la cual
la presión arterial está crónicamente elevada por encima de
valores considerados óptimos o normales. La hipertensión
frecuentemente está asociada con comorbilidades tales como
diabetes mellitus, coronariopatía, insuficiencia cardiaca
crónica, ACV, AIT, enfermedad vascular periférica,
insuficiencia renal crónica. La hipertensión persistente es
considerada uno de los factores de riesgo para ACV, infarto
de miocardio, insuficiencia cardiaca y aneurisma arterial, y
es una de las principales causas de insuficiencia renal
crónica y diálisis. Incluso una moderada elevación de la
presión arterial conlleva una disminución de la expectativa
de vida. Cuando la presión arterial está marcadamente
elevada (presión arterial media 50% o más por encima del
promedio) la expectativa de vida se disminuye en 30 a 40%, a
menos que la hipertensión sea tratada adecuadamente1.
Clasificación de Presión Arterial:
Luego de considerar las clasificaciones propuestas
por el Séptimo Informe del Comité Nacional Conjunto sobre la
Prevención, Detección, Evaluación y Tratamiento de la
Presión Arterial Elevada10 las Pautas Europeas Para el
Manejo de la Hipertensión 20075, y el anterior Consenso
Latinoamericano sobre Hipertensión Arterial9, se decidió,
como se muestra en el Cuadro siguiente, mantener el concepto
de que la hipertensión se diagnostica cuando la presión
arterial es ≥140/90 mmHg. Por encima de este valor, se puede
dividir a la hipertensión en grado 1, 2 o 3. Esta
clasificación también se aplica a la hipertensión sistólica
aislada, que debe ser diagnosticada y tratada sobre todo en
los pacientes mayores.
Cuadro 1
Teniendo en cuenta que la presión arterial es una
variable continua, y que a mayores cifras tensionales mayor
es el riesgo cardiovascular11,12, se decidió que los
sujetos con PA entre 120/80 y 129/84 pueden ser considerados
presión normal, mientras que los que tienen cifras entre
130/85 y 139/89 son considerados presión arterial normal
alta. Los valores de presión arterial menores de 120/80 son
considerados valores óptimos. La Hipertensión Resistente o
Refractaria al Tratamiento es cuando la presión arterial se
mantiene por encima de los valores fijados como objetivo a
pesar de la institución de tratamiento no farmacológico y
farmacológico incluyendo dosis plenas de tres o más
medicamentos, uno de los cuales es un diurético. Estos
pacientes deben ser remitidos a un especialista o a un
centro de hipertensión porque este tipo de hipertensión
frecuentemente está asociado con daño subclínico de órganos
blanco, y tiene un mayor riesgo cardiovascular12.
Hipertensión de la bata blanca: también llamada
Hipertensión Aislada del Consultorio, es la condición en la
cual la presión arterial medida en el consultorio está
constantemente en el rango de hipertension, mientras que los
valores medios de presión ambulatoria de 24hs (MAPA)13 o
domiciliarios14 siempre están en rango normotenso. Su
prevalencia es de alrededor del 10%. Su riesgo general no
está claramente establecido15 pero parece estar asociada
con más anormalidades cardiacas, renales y metabólicas
funcionales y/o estructurales que la plena normotensión16,17.
Hipertensión Oculta o Enmascarada: Representa la
condición contraria a la hipertensión de la bata blanca, es
decir que los sujetos tienen cifras tensionales normales en
el consultorio mientras que los valores medios de MAPA o los
valores domiciliarios están en rango hipertenso. Se
encuentra en uno de cada 7 a 8 sujetos con valores normales
en el consultorio18. El riesgo cardiovascular en estos
pacientes parece ser similar al de los hipertensos
establecidos19,20. Por ende, se debe tener cuidado para
evitar que estos sujetos no sean diagnosticados, usando MAPA
o mediciones domiciliarias de la PA21.
Hipertensión Sistólica Aislada: Es la presión
arterial sistólica constantemente ≥140 mmHg con presión
arterial diastólica < 90 mm Hg. Como la PAS tiende a subir
con la edad, la prevalencia de la hipertensión sistólica
aumenta con la edad, y por encima de los 60 años de edad
representa una forma común de hipertensión. Se ha acumulado
evidencia impresionante acerca de la importancia de la PAS
como factor de riesgo mayor para las enfermedades
cardiovasculares22.
Estratificación de Riesgos:
Para estratificar el riesgo cardiovascular total, se
debe tener en cuenta una serie de factores de riesgo, la
presencia de daño de órganos blanco, y de otras condiciones
o resultados clínicos previos o concomitantes (Cuadro 2)
asociados con la presión arterial, .
Entre los factores de riesgo tradicionales, las
condiciones socio-económicas deben recibir atención especial
en Latinoamérica. Del mismo modo se debe hacer énfasis en el
bajo nivel de educación, a causa del alto porcentaje de
población nativa con bajas oportunidades de obtener una
educación adecuada.
Evaluación Diagnóstica del Sujeto Hipertenso
El periodo de tiempo requerido para la evaluación
inicial de un paciente hipertenso es de por lo menos 30
minutos. Los objetivos principales del diagnóstico se
dirigen a:
1. Confirmar la existencia de cifras elevadas de
presión arterial
2. Determinar el grado de hipertensión y la
existencia de daño de órganos blanco
3. Evaluar la presencia de comorbilidades
4. Identificar tratamientos previamente recibidos o
en uso actual
5. Cuantificar el riesgo global incluyendo sus
componentes sociales
6. Diagnosticar o descartar posibles causas de
hipertensión secundaria.
Las mediciones de la presión arterial deben ser
realizadas de acuerdo con las recomendaciones de la American
Heart Association, en dos posiciones diferentes (sentado y
de pie), para poder descubrir una posible hipotensión
ortostática (disminución de más de 20 mmHg en la sistólica
y/o 10 mmHg en la diastólica), especialmente frecuente en
los pacientes mayores19. Cuando los valores de PAS y PAD
corresponden a grados diferentes, se debe usar el grado
mayor para definir la hipertensión de ese paciente.
Las mediciones domiciliarias de la presión arterial,
realizadas por personal entrenado con un esfigmomanómetro de
mercurio, o preferiblemente un aparato automático o
semiautomático validado, son una herramienta importante para
el control y el seguimiento de los pacientes hipertensos.
Los valores altos normales son similares para la PA
domiciliaria y para el MAPA diurno, es decir 135/85 mmHg
17.
Pruebas de Laboratorio: Los principales objetivos son
detectar otros factores de riesgo cardiovascular, evaluar
daños a órganos blanco, e identificar causas secundarias de
hipertensión. Siempre debe realizarse en la primera visita
un hemograma, glicemia en ayunas, urea, creatinina sérica y
en orina, electrolitos, ácido úrico, colesterol total, HDL y
LDL, triglicéridos, pruebas de funcionalidad hepática, T3,
T4 y TSH, además de una orina completa, estimación de
intensidad de filtración glomerular (de la creatinina sérica
con la fórmula MDRD) y un electrocardiograma.
Exámenes recomendados: Se recomienda ecografía y Doppler vascular, cardiaco y renal para evaluar la masa
ventricular izquierda y para identificar ateromatosis
subclínica en los diferentes territorios vasculares,
estenosis de arterias renales o alteraciones renales. La
medición de la velocidad de la onda de pulso es útil para
evaluar la rigidez de arterias grandes. Se recomienda con
énfasis una microalbuminuria (en una muestra de orina de 24
horas o como relación albúmina/creatinina).
Medición Ambulatoria de la Presión Arterial (MAPA)
23: Este método, que no reemplaza a las mediciones
convencionales da más información detallada acerca de los
valores promedios de día y de noche durante 24 horas. Los
valores medios de 24h están más cercanamente relacionados
con el daño de órganos blanco y los resultados que los
valores en consultorio. MAPA está indicado cuando:
- se sospecha una hipertensión de la bata blanca
- se sospecha una hipertensión enmascarada u oculta
- la presión arterial es normal, pero acompaña un
alto riesgo total
- es deseable la evaluación del perfil de PA de 24h (dipping,
non-dipping, etc.)
- se sospecha una hipertensión refractaria
- se busca eventos episódicos de hipotensión o de
hipertensión
- progresa el daño de órganos blanco o no regresa a
pesar de un aparente buen control de la PA
Tratamiento de la HTA en pacientes diabéticos
Conceptos generales
La medida más efectiva para reducir el riesgo CV del
paciente DBT con HTA es el control estricto de la TA.1-9 |
Se calcula que por cada 10 mmHg de reducción de la
TAS, hay un 15% de reducción de las complicaciones micro y
macrovasculares y con una reducción de 20 mmHg de TAS
disminuye un 47% el riesgo de insuficiencia renal.
El paciente con DBT tipo 2, tiene un riesgo de
enfermedad CV y cerebrovascular incrementado. Por lo tanto
se debe iniciar tratamiento cuando las cifras tensionales
sean > 130/80 mmHg. Se recomienda llevarlo a metas en forma
rápida ,en un tiempo menor a tres meses.
El impacto de bajar TAS es mayor, y es la TA más
difícil de controlar, de allí que nuestro principal objetivo
será el control sistólico.1-9
En distintos trabajos se evidenció que el tratamiento
antihipertensivo efectivo brinda mayor prevención (reducción
de eventos) en diabéticos que en no diabéticos, lo que,
indudablemente nos motiva y justifica el esfuerzo.
|
• Para prevención de daño en el cerebro, retina y
riñón: cuanto más baja la TA, mejor.
• Para la prevención de cardiopatías: hay curva J
debajo de 130 mmHg de TAS, y debajo de 70 mmHg de TAD, sobre
todo en hipertensos diabéticos coronarios
El objetivo tensional en DBT 21-9
En la enorme mayoría de los pacientes se recomienda
llegar debajo de TAS 140 mmHg; lo más cercano posible a
valores de 130/80 mmHg.
El beneficio debajo de TAS 130 es solo para ACV, no
para cardiopatía isquémica.
El beneficio debajo de TAS 120 no está demostrado.
En los diabéticos de reciente diagnóstico la meta
tensional debiera ser estricta.
En diabéticos de mayor tiempo de evolución que ya
presentan daño de órgano blanco y comorbilidades, el
objetivo debe ser más flexible para evitar daños por un
tratamiento demasiado estricto.
Evitar la hipoperfusión coronaria y los trastornos
hipostáticos, en especial en la población de pacientes más
frágiles (DBT 2 + edad avanzada + enfermedad coronaria).
Cuadro 3
Las medidas no farmacológicas
Se imponen en todos los diabéticos hipertensos, sobre
todo mantener un peso lo más adecuado posible, plan de
actividad física y suspender / mantenerse en abstinencia
tabáquica. |
Plan alimentario 1-9
Las comidas deben repartirse en
3-4/d y al menos 2 colaciones, dependiendo del esquema de
vida y del tratamiento antidiabético del paciente.
Hidratos de carbono: deben ocupar 55-60% de las
calorías ingeridas, sobre todo HC complejos (vegetales,
frutas y granos). Los edulcorantes se permiten, pero con
bajo Na.
Proteinas: 0.8-1 g/kg, prefiriendo las de origen
animal, pero los cereales y legumbres también, por las
fibras.
Fibras: 30 g/d preferentemente solubles.
Grasas: no más del 30% del total ingerido; saturadas
<10% (lácteos), poliinsaturadas 10% (aceites vegetales,
frutas secas, pescados) y monoinsaturados >10% (pollo,
aceitunas, palta).
Na: 4-6 g ClNa. Esto se logra evitando agregar sal en
los momentos de cocción, y comer menos alimentos muy ricos
en sal (fiambres crudos) y enlatados, que usan sal como
conservantes. Cuidar la ingesta de sodio del agua para la
hidratación. Las sales modificadas, con menos sodio y más
potasio, son útiles, pero hay que regular la cantidad total.
Los diabéticos, sobre todo añosos, son muy sensibles
a la sal, por lo que la dieta hiposódica es de suma
importancia. |
Calcio: cuidar la cantidad de Ca está recomendado
especialmente en dietas hipocalóricas. Hay drogas que
interfieren la absorción de Ca.
Potasio: las necesidades se suplen con frutas y
verduras.
Cafeina: Hasta 2 pocillos de café por día están
permitidos.
Alcohol: la cantidad de alcohol ingerido tiene
relación directa con la TA, y el alcohol reduce el efecto de
algunos antihipertensivos; el máximo permitido es 30 g/d en
hombres y 15 g/d en mujeres, pues absorben mucho más.
Actividad física: En este grupo de pacientes, el
sedentarismo está relacionado y es fuerte predictor de
mortalidad CV,en forma independiente de la TA y otros
factores de riesgo.
La intensidad del ejercicio se debe adaptar a la
condición clínica del paciente. Para esfuerzos leves, que no
excedan un 60% de consumo de Oxigeno (caminar,etc) una
evaluación clínica es suficiente. Para esfuerzos mayores hay
que evaluar la posibilidad de complicaciones diabéticas.
Atención especial sobre enf cardíacas silentes o
compensadas en reposo, retinopatía proliferativa, neuropatía
incipiente, enf arterial periférica,neuropatía autonómica, y
osteoartropatías, sobre todo de miembros inferiores, por
posibles lesiones en los piés.
Se debe diseñar un programa de ejercicios aeróbicos
moderados, 3-4 veces/semana, de al menos 30 min cada vez,
precedidos de algunos minutos de calentamiento y seguidos de
algunos minutos de relajación.
Se recomienda usar ropa cómoda sobre todo en los
piés, y autocontrol glucémico pre y post ejercicio para
prevenir hipoglucemias y motivar al paciente sobre la
importancia del ejercicio sobre el control glucémico.
El ejercicio intenso está contraindicado si hay
retinopatía proliferativa, neuropatía o neuropatía clínicas
Tratamiento farmacológico
Si bien las medidas no farmacológicas aplican a todos
los pacientes, en la mayor parte de los casos se deberá
utilizar medidas farmacológicas. |
Los beneficios de reducir la TA en diabéticos se
probó fehacientemente en los estudios HOT y UKPDS24-26,
entre otros. Los pacientes diabéticos pueden requerir
tratamiento mas intenso que los no diabéticos para lograr
los mismos niveles tensionales. Por ello, los diabéticos
necesitarán, en la mayoría de los casos, además de las
medidas no farmacológicas, una combinación de drogas, para
llegar a las metas tensionales, lo antes posible.
Las metas tensionales para lograr una protección
cardio y cerebrovascular óptima ha sido motivo de debate. En
el pasado reciente se recomendó una TA < 130/80 mmHg, pero
nuevos resultados de estudios randomizados demostraron que
el control tan exigente impactaba sobre la incidencia de
ACV, pero no de enf coronaria, que hasta en algunos casos,
mostró mayor incidencia sobre todo si la TAS < 120 mmHg. En
conclusión,se debería recomendar una TAS entre 130 y 140
mmHg, lo mas cercana a 130 (estudios Accord y Advance), TA
que parece segura y puede ser mas efectiva en reducir o
prevenir microalbuminuria.30-32
Como meta diastólica, los estudios permiten concluir
que debemos lograr valores entre 80 y 85 mmHg.
En diabéticos con disfunción renal, en especial con
albuminuria, se sugirió TA aún menor, pero el análisis de
los estudios de investigación no avalan dicha indicación, de
allí que se sugiera en ese grupo de pacientes, metas
tensionales similares a las de todos los diabéticos.
Dado que los cinco grupos terapéuticos (diuréticos,
bloqueantes beta, IECA, ARA II y Ant Ca) han demostrado
eficacia no solo antihipertensiva sino también preventiva
cardio y cerebrovascular, todos ellos pieden considerarse de
primera elección en hipertensos diabéticos.
Si se opta por iniciar el tratamiento con
monofármaco, se prefieren bloqueantes del SRA (IECA o ARA
II), fundamentalmente por su efecto nefroprotector. Los ARA
II son mejor tolerados.
Los antagonistas del sistema renina - angiotensina
han demostrado, más allá de la eficacia hipotensora, efectos
nefroprotectores y antiproteinúricos. Por vasodilatación
eferente reducen la presión glomerular y poseen acciones
antiproliferativas mesangiales y vasculares. Los
antagonistas de los receptores AT1 (sartanes) como
Irbesartán y Losartán (estudios IRMA II, IDNT y RENAAL)
32-34 y Telmisartan (estudios DETAIL Y AMADEO)30,31 han
probado en grandes estudios una especial capacidad
nefroprotectora, probablemente por su efecto sobre el SRA
tisular renal, por lo que son una indicación formal en
pacientes con nefropatía diabética.
En distintos estudios los bloqueantes del SRA
demostraron además reducir los casos nuevos de diabetes,
sugiriendo un rol del SRA en la génesis de la patología
Las entidades regulatorias (FDA y EMEA) para los
pacientes de alto riesgo vascular (por ejemplo los
hipertensos diabéticos) sugieren como IECA ramipril, y como
ARA II telmisartan, basados en los estudios HOPE y ONTARGET
38.
Los fármacos antirreninas son efectivos
antihipertensivos, con buena tolerancia, aunque no tenemos
evidencias de efectos preventivos de eventos cardio ni
cerebrovasculares.
Se elegirán fármacos de acción prolongada que cubran
24 hs, para poder administrarlos en monodosis, lo que
aumenta la adherencia al tratamiento.
Llegar al control de la TA es difícil. Aún en
estudios de investigación, el nivel de pacientes diabeticos
normotensos, o sea bien controlados, es bajo (alrededor de
30%). Se deben hacer esfuerzos en lograr la normotensión, la
medida más efectiva para protección cardio y
cerebrovascular. O sea que en la mayoría de los pacientes se
necesitan asociar dos o mas drogas para lograr las metas, si
la PAS/PAD pretratamiento es superior a 160 y/o 100 mmHg se
puede comenzar con una asociación fija de fármacos, y se
aconseja que uno de los componentes de la asociación sea un
IECA o ARA II. El otro componente de la asociación puede ser
un AC dihidropiridinico de acción prolongada o una tiazida.
Una asociación muy atractiva es la de dos grupos de
drogas que se sinergizan en su efecto antihipertensivo, pero
además tienen claros efectos protectores vasculares, y
reducción de la presión central, como es la asociación de un
IECA o un ARA II más un bloqueante de los canales de calcio
DHP de acción prolongada. Está demostrado que la asociación
reduce los edemas por dihidropiridinas, mejorando la
tolerancia de los pacientes.
Si se necesitan 3 fármacos se preferirá IECA o ARA II
+ AC + tiazida.
Dentro de los diuréticos tiazídicos o simil tiazidas,
clortalidona tiene mayor vida media y potencia, e indapamida
menos efectos adversos metabólicos.
En pacientes con filtrado glomerular <30 mL/min , el
diurético tiazídico debería ser reemplazado por un diurético
de asa en dosis adecuadas (Ej: furosemida 2 veces/d).
Al asociar fármacos se recomienda elegir aquellas
asociaciones cuyos componentes cubran 24 hs de acción.
La asociación IECA + ARA II sinergiza efectos
antiproteinuricos aunque no ha demostrado efectos
preventivos de eventos CV, por lo tanto se recomienda su uso
por especialistas (nefrólogo) con un seguimiento estricto
del K+, Cr y de la PA.39-41
En los pacientes con compromiso renal y/o cardíaco,
es posible obtener mejoría en la proteinuria y en la función
cardíaca con la utilización de antialdosterónicos.
Diuréticos y BB (atenolol) empeoran la resistencia a
la insulina y el control glucémico, sobre todo si se
asocian, evitar ésta asociación en hipertensos diabéticos .
Si están indicados BB, (cardiopatía isquémica, ins
cardíaca, arritmias, etc) parece razonable que los BB con
acción vasodilatadora serían una opción a tener en cuenta, a
pesar de no contar con evidencias preventivas suficientes en
HTA.
Los bloqueantes alfa mejoran la resistencia a la
insulina, podrían asociarse, aunque no se recomiendan como
monoterapia, pues el efecto preventivo de nuevas IC es menor
que otros grupos terapéuticos; son recomendables en los
pacientes con síntomas prostáticos.
En los pacientes más complejos, aquellos con
disfunción renal y/o cardíaca y proteinuria, e HTA
resistente, el manejo tensional y la disfunción cardíaca
puede mejorar con el agregado de antialdosterónicos
(espironolactona, eplerenona), pero debe haber un estricto
control de K y la función renal.42
RECOMENDACIONES PARA HIPERTENSOS DIABETICOS EN
CONDICIONES ESPECIALES1
- IAM Y/O DISFUNCIÓN VENTRICULAR IZQUIERDA: Bloqueo
del SRAA y BB, probablemente un Antialdosterónico.
- PACIENTES > 65 años CON HTA SISTOLICA AISLADA:
ACa++, diuréticos ó ARA II.
- PACIENTES CON ANGINA DE PECHO: ACa++ ó BB en
general asociados.
- PACIENTES CON Enf Renal Cronica : preferiblemente
bloqueo del SRAA por su efecto nefroprotector.
- PACIENTES CON Enf Arterial Periferica:
preferiblemente uso de BCCa++.
- PACIENTES CON FA PERMANENTE: preferiblemente BB ó
ACa++ NDH son útiles para el control de la frecuencia
cardiaca.
- PACIENTES CON HVI: preferir el uso de IECAs, ARA II
o ACa++.
- PACIENTES CON HBP: uso de los bloqueantes alfa.
Todo
antihipertensivo eficaz mejora el pronóstico de
los pacientes diabéticos ya que, como vimos, en
estos pacientes es prioritario disminuir la TA.
Las combinaciones, al usar menores dosis, disminuyen
el riesgo de efectos adversos.
Las combinaciones con dosis fijas en un mismo
comprimido optimizan la adherencia al
tratamiento. |
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