2013  Volumen 70 n° 3

 

 

 

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Modificación de formas farmacéuticas sólidas: relevamiento en un hospital de la Provincia de Córdoba

Modification of solid dosage forms: survey in a hospital of the Province of Cordoba.

Luciana R. Parisiaa, María E. Oliverab,c, Norma R. Sperandeob*


Revista Facultad de Ciencias Medicas 2013; 70(3):134-143

 

a División Farmacia, Hospital J.B. Iturraspe, San Francisco, Pcia de Córdoba, Argentina.
b Dpto. de Farmacia. Facultad de Ciencias Químicas, Universidad Nacional de Córdoba, Haya de la Torre y Medina Allende, Ciudad Universitaria, X5000HUA-Córdoba, Argentina.
c Unidad de Tecnología Farmacéutica (UNITEFA)-CONICET.

*Autor Responsable: Prof. Dra. Norma R. Sperandeo. Dpto. de Farmacia. Facultad de Ciencias Químicas-Universidad Nacional de Córdoba, Haya de la Torre y Medina Allende, Ciudad Universitaria, X5000HUA-Córdoba, Argentina. E-mail: nrscor@fcq.unc.edu.ar

 

 



 

Introducción

Las formas farmacéuticas (FF) sólidas son las de elección para la administración de ingredientes farmacéuticos activos (IFA), ya que éstas representan una manera económica, compacta, estable y segura para la administración de dosis exactas (1). Sin embargo, en el caso de algunos pacientes (niños, personas con dificultades para deglutir, con sonda nasogástrica (SNG) o tubo endotraqueal, o los que deben recibir dosis no convencionales), las FF sólidas pueden no ser apropiadas, siendo necesario el uso de FF líquidas, las que no siempre están disponibles comercialmente (1,2).

En el ámbito hospitalario, para superar la falta de formulaciones líquidas,    suele recurrirse a la modificación de FF sólidas (mediante trituración de los comprimidos comerciales, apertura de cápsulas y vaciado de su contenido, etc.), transformándolas en FF líquidas extemporáneas  las cuales, idealmente, debieran prepararse a partir de materias primas de pureza y calidad establecida y no de FF sólidas modificadas (3,4)

La modificación de comprimidos y cápsulas comerciales puede afectar a sus características fisicoquímicas y biofarmacéuticas, a su perfil farmacocinético, al efecto farmacológico, provocar la aparición de efectos secundarios o, en el peor de los casos,  toxicidad (3,5).  Por ello, cuando una FF sólida comercial es alterada, se deben considerar las características fisicoquímicas y biofarmacéuticas del IFA, las propiedades de sus excipientes y su función en esa formulación; como así también, el vehículo que se utilizará para obtener a partir de estas una FF líquida (1-3). Por ejemplo, las formulaciones líquidas de isoniazida se deben preparar a partir  del IFA puro y no de comprimidos triturados para evitar problemas de incompatibilidad entre la isoniazida y los excipientes (1).  

La modificación de FF sólidas comerciales también tiene connotaciones legales. Así, en Estados Unidos de América, la modificación de una FF requiere la autorización firmada de un facultativo, ya que ello se considera un cambio de prescripción (6).  Asimismo, si no hay bibliografía que avale la modificación, en el caso de menores de edad es la familia la que debe dar su consentimiento por escrito, debido a que se considera que la modificación resultante no está aprobada para su uso en humanos (6).  En España, la utilización de medicamentos en pacientes aislados, y al margen de un ensayo clínico, para indicaciones o condiciones de uso distintas de las autorizadas, es posible sólo para uso compasivo, cuando el médico bajo su exclusiva responsabilidad lo considera indispensable (3). En Argentina, a través de la Ley Nº 17132 se establece que los  médicos y odontólogos son los únicos profesionales habilitados para prescribir medicamentos así como “certificar las comprobaciones y/o constataciones que efectúen en el ejercicio de su profesión, con referencia a estados de salud o enfermedad, a administración, prescripción, indicación” (7). En el caso de la Provincia de Córdoba, conforme a la Categoría y Actividades en los establecimientos asistenciales, se autoriza a sus Farmacias, a efectuar el fraccionamiento de unidades de venta elaboradas por un laboratorio cuando no sea posible otra forma de dispensación unitaria. El subfraccionamiento también es posible, pero utilizando un sistema apropiado de división de las unidades, reacondicionamiento y rotulado; y guardando la debida seguridad en orden a la trazabilidad por lote y fecha de vencimiento, cumpliendo con las buenas prácticas de distribución, y teniendo en cuenta un circuito cerrado de dispensa a los pacientes internados en dichos establecimiento asistenciales (8).

  Dado que la modificación de la integridad de las FF sólidas, ya sea por la dificultad del paciente para deglutir como para ajustar la dosis o administrar por SNG, es frecuente y no siempre justificada, el objetivo de este estudio fue identificar los medicamentos cuya FF es modificada en un hospital de la Provincia de Córdoba (Argentina) para su administración, conocer la manera en que las FF se modificaron y establecer  si dichas modificaciones fueron correcta o incorrectamente  llevadas a cabo. Hasta donde sabemos, no existen estudios previos que indiquen cuán habitual es la modificación de la FF de medicamentos en hospitales públicos de nuestro país.

 

Materiales y Métodos

Estudio observacional exploratorio y descriptivo sobre la prescripción y modificación de la FF de medicamentos industriales en un hospital de tercer Nivel de Atención de Salud, polivalente (neonatos, niños, adolescentes, adultos y gerontes) dependiente del Ministerio de Salud de la  Provincia de Córdoba, Argentina. El hospital cuenta con 200 camas, distribuidas en 8 servicios de internación: Clínica Quirúrgica, Unidad de Cuidados Intensivos, Neonatología, Pediatría, Ginecoobstetricia, Clínica Médica, Salud Mental y Gerontología.

La toma de datos se realizó en forma retrospectiva entre el 5 y 11 del mes de mayo de 2012 y refleja la información obtenida durante 7 días consecutivos. Para el estudio, se relevaron todas las prescripciones médicas de los pacientes internados y/o ambulatorios a los cuales la Farmacia de la institución les dispensó medicación y se identificaron las indicaciones que solicitaban modificación de la FF de los productos farmacéuticos. Complementariamente, se visitó a cada servicio de la institución con el fin de realizar entrevistas abiertas al personal de enfermería para recabar información acerca de la metodología y elementos empleados para llevar a cabo las modificaciones indicadas, así como para indagar si poseían conocimientos sobre los potenciales problemas de eficacia y/o seguridad vinculados a la modificación de la FF de medicamentos.

 

Resultados

En el período investigado, Farmacia dispensó medicamentos a 113 pacientes, de los cuales 106 eran   hospitalizados y 7 eran pacientes de día (pacientes hospitalizados durante el día que de noche se retiran a sus hogares). El número de prescripciones fue de 700. De éstas, 421 medicamentos (60,14 %) estaban formulados como FF orales sólidas (comprimidos: 412; cápsulas: 2; comprimidos efervescentes: 5 y polvos: 2); 264 (37,71 %) como FF líquidas para uso intravenoso (ampollas) y 15 (2,14 %) como FF orales líquidas (suspensiones y jarabes) (Figura 1).

A 61 pacientes se les administraron medicamentos con la FF sólida  manipulada (Figura 2a). De esos pacientes, a 49 se les modificó la FF  por indicación médica,  debido a que necesitaban una dosis de IFA menor y no porque tuvieran problemas de deglución; 7 pacientes eran polimedicados y enfermería les modificó la FF de los medicamentos prescriptos para poder administrarlos por SNG; 3 pacientes modificaron la FF por decisión propia (división de comprimidos)  y a los 2 restantes se les alteró la integridad de la FF (división de comprimidos en un caso y, en el otro,  pulverización de  comprimidos y dispersión en agua) por decisión de enfermería (Figura 2b).

En la Tabla 1 se presentan los 23 medicamentos que experimentaron modificación de su FF inicial. En la misma se consignan también  las   dosis de cada medicamento, se clasifican sus IFA de acuerdo al Sistema de Clasificación Anatómica, Terapéutica, Química (Sistema ATC) (9),  se identifica quiénes decidieron y llevaron a cabo las manipulaciones y se indica el tipo de alteración de la FF que experimentaron. Por otra parte, en la Tabla 2  se describen los riesgos asociados a la modificación de los medicamentos presentados en la Tabla 1, se consignan recomendaciones para su correcta administración y se indican las presentaciones comerciales alternativas  existentes en nuestro país.

De los 23 medicamentos cuyas FF fue alterada, 5 (21,74%) contenían IFA de riesgo sanitario alto (10) (Carbamazepina, Carbonato de litio, Lamotrigina, Valproato de magnesio y Clozapina) y los restantes (18) contenían IFA de riesgo sanitario intermedio, bajo o bien eran medicamentos que deben ser dispensados bajo receta archivada.

Varias modificaciones se efectuaron por decisión de enfermería o de los propios pacientes, e involucraron a Biperideno, Carbonato de litio, Clonazepam, Clorpromazina, Clozapina, Haloperidol, Ibuprofeno, Levomepromazina, Omeprazol, Ranitidina, Risperidona y Valproato de magnesio.

La modificación de la integridad de la FF abarcó la división de comprimidos, la pulverización de los mismos (Tabla 1) y la apertura de cápsulas.   La división de comprimidos se realizó en forma manual o con ayuda de una tijera y se dividieron comprimidos con o sin ranura y con o sin recubrimiento.  Por otra parte, la pulverización de comprimidos se realizó colocando una o más unidades en un recipiente que permitiera su trituración, ya sea un mortero (de cerámica o madera), un medidor volumétrico de FF líquidas o directamente sobre un papel. El polvo obtenido se trasvasó a un medidor volumétrico de FF líquidas, se dispersó en diferentes volúmenes de agua y se colocó en una jeringa para su administración por vía oral o por sonda nasogástrica (en el caso de esta última vía las FF sólidas sufrían el mismo tratamiento sin tener en cuenta que se debe administrar de a un medicamento por vez, con previo lavado de la sonda con agua (5)) a la hora indicada en la prescripción médica. Si bien este procedimiento se realizó inmediatamente antes de administrar el medicamento, en el caso de comprimidos difíciles de desintegrar, el procedimiento se efectuó 2 horas antes de la administración conforme a lo expresado por el personal de enfermería.

          El personal de enfermería (Tabla 1) efectuó las modificaciones antes mencionadas,  excepto el caso de 7 medicamentos,  cuyas FF fueron modificadas por los propios  pacientes (n = 2). Es importante destacar que  la Farmacia de la institución no cuenta con un área de Farmacotecnia y no participa de estos procedimientos.  

De las modificaciones realizadas (Tabla 1), 12 se efectuaron correctamente desde el punto de vista de la FF, ya que se modificaron comprimidos ranurados y cápsulas de gelatina dura, todos de liberación inmediata (Ácido fólico, Biperideno, Carbamazepina, Clonazepam, Clorpromazina, Clozapina, Haloperidol, Ibuprofeno, Lamotrigina, Levomepromazina, Meprednisona, Pregabalina), aunque 2 modificaciones no debieron efectuarse porque los medicamentos contenían IFA de alto riesgo sanitario (Carbamazepina y Lamotrigina).  Por otra parte, 11 modificaciones se efectuaron incorrectamente porque los IFA estaban formulados como  comprimidos de liberación modificada no ranurados, comprimidos con recubrimiento entérico y cápsulas de gelatina dura conteniendo microesferas con recubrimiento entérico, y abarcaron a Acido acetilsalicilico, Carbonato de litio, Glicazida, Omeprazol, Prometazina, Ranitidina, Risperidona, Sulfato ferroso, Valproato de magnesio y Venlafaxina y Zolpiden (Tabla 1). En el caso de Ranitidina, Risperidona y Zolpiden, la modificación incorrectamente realizada fue la pulverización de los comprimidos ya que estos poseían recubrimiento, no así la división de los mismos pues eran comprimidos ranurados.

A partir de las entrevistas realizadas (n = 12), se pudo comprobar que el personal de enfermería de los distintos servicios refirió el mismo relato en cuanto al modo de modificar la FF de los medicamentos. Además, manifestaron desconocer si dos o más medicamentos pueden o no ser triturados juntos o pueden o no ser administrados de manera individual o conjunta en el caso de pacientes polimedicados con o sin dificultades para deglutir. También, manifestaron desconocer que en caso de pacientes con SNG los medicamentos deben ser administrados de a uno por vez, previo lavado entre una y otra administración (12).

      

Discusión

El presente relevamiento pone de manifiesto que la modificación de la FF de especialidades medicinales es un procedimiento habitual en el hospital analizado, siendo dos los motivos para dicha manipulación: la carencia de medicamentos formulados con dosis menores a las contenidas por las especialidades farmacéuticas disponibles en el hospital, y la falta de formulaciones líquidas para administrar por vía oral o por sonda nasogástrica. Además, pone en evidencia el desconocimiento por parte del personal de enfermería sobre los procedimientos correctos para la manipulación de FF sólidas orales y los riesgos que estos conllevan.

Varias alteraciones se efectuaron sin indicación médica, asumiendo el paciente o el enfermero una responsabilidad que no le compete. Si se modifican las condiciones de uso o la integridad de la FF, los medicamentos pueden no mantener su eficacia y resultar incluso peligrosos. Por ello, es muy importante respetar las instrucciones del prospecto y del laboratorio elaborador, y no alterar la integridad de la FF de un medicamento sin consultar previamente al farmacéutico, el cual debe asesorar e informar a prescriptores y pacientes sobre el modo correcto de empleo de los medicamentos (12)

En teoría, todos los medicamentos deben ser administrados sin modificaciones (3) y se considera que “la responsabilidad, (si algún daño le ocurriera al paciente), de un medicamento es del fabricante, de quién lo comercializa, del director técnico que lo avala, o de los tres, siempre que su integridad no se vea afectada. En el momento que esto ocurra, esta  responsabilidad pesa sobre quien lo ha modificado” (3). Sin embargo, en ciertas ocasiones la modificación de una FF es inevitable. Como recomendación general, sólo se pueden triturar o dividir aquellos comprimidos sin cubierta, ranurados y abrir las cápsulas de gelatina dura (1,3). Una vez realizado este procedimiento, el polvo obtenido debe mezclarse con una pequeña cantidad de alimento blando o de agua fría y administrarse inmediatamente (13,14).   En cambio, los comprimidos de liberación modificada, ya sea sostenida o retardada  (en este trabajo: los de Carbonato de Litio, Glicazida y Venlafaxina), no deben ser modificados ya que esto comprometería el mecanismo que controla la liberación del IFA, lo cual podría dar lugar a una liberación masiva o incontrolada del IFA, pudiendo llevar a infradosificación, sobredosificación y/o mayor probabilidad de efectos adversos (Tabla 2) (1,3). Aunque   algunos comprimidos de liberación modificada ranurados se pueden fraccionar, este no fue el caso de este trabajo. En el caso de las cápsulas de liberación modificada de Omeprazol (Tabla 1), las mismas se pueden abrir y los microgránulos intactos se pueden mezclar con yogurt o zumos ácidos (3) o bien administrar por SNG, pero no se pueden pulverizar.

Cabe señalar que la alteración de la integridad de la FF de medicamentos no es un procedimiento exclusivo del hospital investigado. De hecho, es una práctica habitual en muchos hospitales del mundo. Por ejemplo, en un relevamiento efectuado en una ciudad de Australia (Queensland) (1) se encontró que el 79 % de los hospitales encuestados (97 hospitales) manipulaban la FF de medicamentos, y que en 8 de ellos se pulverizaban comprimidos de liberación modificada y en 11 se pulverizaban comprimidos con IFA de índice terapéutico estrecho (medicamentos con pequeñas diferencias entre las dosis terapéuticas y tóxicas, lo que implica que pequeños cambios en ellas o interacciones con otros medicamentos podría causar serios efectos adversos (17)), siendo ambos procedimientos incorrectos debido a que con la pulverización se producen  pérdidas   de la dosis,  porque los utensilios utilizados en la trituración no suelen ser los adecuados, y además debido a que el trasvasamiento de los polvos no es cuantitativo y quedan  restos  en los utensillos utilizados para la pulverización (13). En España también se efectuaron relevamientos sobre la manipulación y forma de administrar medicamentos por sonda nasogástrica y, al igual que en este estudio, se encontró que las modificaciones las efectuaban casi en su totalidad los enfermeros (3,4,15). Además, se constató que se efectuaban   muchas manipulaciones de manera incorrecta, pues se trituraban comprimidos con cubierta entérica y   comprimidos de liberación modificada, los cuales no deben manipularse (4,15).

 Conclusión

El presente estudio pone de manifiesto la práctica hospitalaria de modificar la FF de medicamentos industriales. Se constató que muchas modificaciones se efectúan sin indicación médica y que varias de ellas no debieron efectuarse sobre la base de la información científica disponible, fundamentalmente aquellas que involucran a IFA con índices terapéuticos estrechos y medicamentos que se presentan como comprimidos de liberación modificada, comprimidos sin ranuras o cápsulas con microesferas recubiertas.

A fin de mensurar a cabalidad la problemática de la alteración de FF en hospitales de nuestra provincia y país, resulta necesario efectuar un análisis exploratorio más amplio (incluyendo un número mayor de hospitales provinciales y nacionales) y prolongado en el tiempo.  Asimismo, resulta importante establecer una colaboración más estrecha entre el personal de enfermería y la División Farmacia del hospital investigado, ya que los farmacéuticos como expertos en medicamentos pueden asesorarlos sobre la factibilidad o no de una dada manipulación.

 

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

 

 

 

Bibliografía

 

 

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