TRABAJO DE REVISIÓN
Nefritis Lupica
Paula B. Alba *,
Eduardo H Albiero *,Marcelo A. Yorio **
Revista Facultad de Ciencias Médicas 2008; 65(3):73
*Servicio de Reumatología del
Hospital Córdoba. Postgrado de Reumatología. Universidad
Nacional de Córdoba.
** Cátedra de Medicina I. UHMI
3. Hospital Córdoba. Universidad Nacional de Córdoba
Introducción
El Lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad
autoinmune, multisistémica que se caracteriza por numerosos
patrones de manifestaciones clínicas e inmunológicas. Uno de
los marcadores distintivos es la producción de
autoanticuerpos, especialmente a antígenos nucleares que
incluyen DNA doble cadena ( ds-DNA), histonas y
ribonucleoproteínas solubles (RNP) y antígeno Sm. Numerosos
factores contribuyen a la formación de los mismos y éstos
incluyen: la pérdida de la tolerancia de las células B y T,
un aumento de la concentración y una presentación anormal
de autoantígenos (e.g. nucleosomas), y defectos en el
clereance de células apoptóticas entre otros. La
variabilidad en estos eventos influencian la naturaleza y el
compromiso orgánico en el LES. (1)
El compromiso renal es reconocido como una de las
complicaciones más serias en el LES, que ocurre en el 40 al
75% de los pacientes, a menudo dentro de los primeros cinco
años de la enfermedad y es uno de los factores más
importantes de mal pronóstico. (2)
El pronóstico de pacientes con LES ha mejorado
significativamente en las últimas décadas (3-5). La
sobrevida de pacientes con nefritis lúpica (NL) también se
ha incrementado a más del 80% a los 5 años en la década del
90 comparado con el 50% previo reportado en los años 60 (6).
La mejoría es particularmente marcada en los tipos
proliferativos de glomerulonefritis y puede ser atribuído al
reconocimiento y diagnóstico temprano así como al uso de
terapias como los agentes citotóxicos y un mayor acceso a la
diálisis y al trasplante (7). A pesar de estos resultados,
la insuficiencia renal crónica y la mortalidad continúan
siendo significativos. En 1997 la NL continuaba siendo el
diagnóstico en el 2% de pacientes con insuficiencia renal
crónica en diálisis y un 5 % de pacientes quienes recibieron
trasplante, así como un 20% de mortalidad relacionada a la
enfermedad y sus complicaciones. ( 8)
El objetivo de esta revisión es actualizar los avances en
los mecanismos, el diagnóstico y manejo de la nefritis
Lúpica (NL).
Mecanismos patogénicos
Actualmente existe evidencia que la NL es causada por
depósitos inmunes glomerulares, que ha sido demostrado por
la presencia de inmunoglobulinas y productos del complemento
en biopsias renales de pacientes con NL activa. Uno de los
mayores avances en la investigación en el lupus fue el
descubrimiento de que la enfermedad es en parte el resultado
de una respuesta inmune conducida por autoantígenos. (9)
Respuesta de anticuerpos conducida por
cèlulas T helper especìficas por histonas.
Algunos estudios han indicado que la llamada respuesta de
anticuerpos células B en el lupus era conducida por celulas
T helper Histona específìcas. Las células B atrapan
proteínas unidas al DNA circulantes como nucleosomas y
traves de la unión a la membrana de inmunoglobulinas (Ig)
reconocen DNA. El complejo es endocitado y procesado y los
péptidos catiónicos son presentados al complejo de
histocompatibilidad mayor clase II restringidos al camino de
celulas T helper especificas para histonas. En presencia de
señales coestimuladoras como CD40-CD40L (CD154) o
CD28-B7.1/B/.2 (CD80/CD86), y su interacción resulta la
activación y proliferación de celulas B en particular a
través de la producción de citoquinas. (10,11,12)
Deterioro del clearance de cuerpos apoptóticos
El siguiente paso es comprender como los nucleosomas
aumentan y porque llegan a ser inmunogènicos en el LES. El
clereance de cuerpos apoptóticos por macrófagos y otros
fagocitos esta deteriorado en pacientes lúpicos, y el
material apoptòtico fue encontrado con células dendríticas
en nódulos linfáticos lúpicos. Estos resultados sugieren que
los autoantìgenos son procesados por cèlulas presentadoras
de antìgenos restringidos a cèlulas T helpers. El material
apoptòtico que contiene nucleosomas en lugar de ser
fagocitados y eliminados por macròfagos sin inducir
respuestas inflamatorias e inmunes, llega a ser
inmunogénico. (14,15)
Complejos Nucleosomas/Antinucleosomas
El rol de los nucleosomas/antinucleosomas ha sido
recientemente hipotetizado. Los anticuerpos antinucleosomas
son detectados en los sueros de pacientes con NL y sus
títulos se correlacionan con la actividad de la enfermedad
renal. (16)
La perfusión renal de complejos de nucleosoma/antinucleosoma
induce depósitos inmunes glomerulares y proteinuria en
modelos animales. (17,18) Por otro lado los antígenos
nucleosómicos son detectados en la membrana basal glomerular
en los pacientes con NL. (18)
En otras hipótesis la parte de la histona catiónica de los
complejos nucleosoma/ antinucleosoma podría unirse a la
molécula heparan sulfato expresada en la membrana basal
glomerular. La unión de anticuerpos mediada por nucleosomas
a la membrana basal glomerular podría iniciar la
glomerulonefritis a través de la activación del complemento
y a través de mecanismos independientes inducidos por
interacción de receptores Fc/Fc.
Clínica y Laboratorio
La nefropatía lúpica se puede presentar con cualquier
síndrome renal y puede afectar todos los componentes
anatómicos del riñón.
Klippel ha
descripto 5 tipos clínicos de nefritis lúpica: 1) oculta
(silente), 2) nefritis activa crónica, 3) rapidamente
progresiva (curso fulminante), 4) síndrome nefrótico y 5)
Insuficiencia renal progresiva en pacientes con sedimentos
de orina normales. La glomeruloesclerosis, la hipertensión
arterial y las drogas probablemente causen la insuficiencia
renal en el último grupo. (19,20,21)
Las variables
serológicas han sido evaluadas extensamente como indicadores
de actividad en la NL. Las anormalidades del complemento se
han correlacionado con el grado de actividad histológica
renal en algunos estudios. El descenso persistente del
complemento también ha sido asociado a la progresión de la
enfermedad renal en algunos grupos. (21). Los anticuerpos
antinucleares y los anticuerpos anti ds-DNA se han
relacionado con clínica de glomerulonefritis activa . Los
hallazgos serológicos pueden desarrollarse algunos meses
antes de la detección de un sedimento urinario activo o el
aumento de la proteinuria.
Biopsia renal
La biopsia renal
basal debería realizarse en todos los pacientes con clínica
de NL. El objetivo primario de la biopsia renal en la NL es
identificar pacientes con factores pronósticos adversos para
enfermedad renal progresiva y orientar el tratamiento.
Las
manifestaciones del lupus en la biopsia renal incluyen:
cambios glomerulares, tubulointersticiales, y vasculares. La
clasificaciòn de la NL ha sufrido considerables
cambios en los últimos años. Desde la primera clasificación
de la Organización mundial de la Salud del año 1974 (WHO),
ésta fue modificada nuevamente en los años 1982 y y 1995(
22,23). En el año 2004 un grupo compuesto por la Sociedad
Internacional de Nefrologìa (INS) y la sociedad de patología
Renal (RPS) propuso una nueva clasificación cuyo objetivo
fue clarificar las definiciones de lesiones glomerulares y
estandarizar los informes de las biopsias renales en la
NL(24).( Tabla1)
Esta clasificaciòn
tiene similitudes a la del año 1974, pero introduce
importantes modificaciones con respecto a las diferencias
cuantitativas y cualitativas de las lesiones clase III y IV.
Clase I
La clase I es
definida como NL mesangial mínima con acumulación mesangial
de inmunocomplejos identificados por inmunofluorescencia, o
microscopía electrónica sin alteraciones concomitantes en la
microscopía óptica. Una ausencia completa de anormalidades
renales por microscopía óptica, inmunofluorescencia y
microscopía electrónica no califica más como clase I y éste
es un cambio con respecto a la calsificaciòn WHO 1974.
Clase II
La clase II es
definida como NL proliferativa mesangial caracterizada por
algún grado de hipercelularidad mesangial en asociación con
depósitos inmunes mesangiales. En la microscopíìa
electrónica o inmunofluorescencia puede haber pequeños
depósitos inmunes aislados que comprometan las paredes
capilares periféricas. Sin embargo, la identificación de
algún depósito subendotelial por microscopía electrónica
podría designar NL clase III o IV dependiendo de la
extensión y la distribución de los mismos. Por otro lado la
presencia de alguna cicatriz global o segmentaria , que sean
interpretadas como secuelas de proliferación endocapilar
glomerular previa, necrosis o semilunas, es incompatible con
la calse II y serìan consideradas clase III o IV dependiendo
del número de glómerulos esclerosados.
Clase III
La clase III es
definida como NL focal que compromete menos del 50% de todos
los glomérulos. Los glomérulos afectados presentan lesiones
proliferativas endocapilares segmentarias o cicatrices
glomerulares inactivas, con y sin necrosis de la pared
capilar y semilunas, con depósitos subendoteliales
(usualmente de distribución segmentaria). En la evaluación
de la extensión de las lesiones las lesiones activas y
escleróticas deben ser analizadas. Los parámetros de
actividad y cronicidad deben ser descriptos. (
Tabla 2)
Clase IV
La clase IV es
definida como NL difusa que compromete al 50 % o más de los
glomerulos. Las lesiones anteriormente descriptas pueden
ser segmentarias o globales. Esta clase es subdividida en NL
segmentaria difusa ( clase IV S) cuando mas del 50% de los
glomérulos comprometidos tienen lesiones segmentarias y NL
global cuando más del 50% de los glomérulos tienen lesiones
globales. La clase IV S muestra proliferación endocapilar
segmentaria , invadiendo en la luz capilar con y sin
lesiones de necrosis, y pueden estar superpuestas en
cicatrices glomerulares. La clase IVG es caracterizada por
proliferación endocapilar, extracapilar y mesangiocapilar
difusa y global. La nueva subdivisión de lesiones globales
y segmentarias esta basada en la evidencia que sugiere que
la clase IV G puede tener un pronóstico diferente que la
calse IV S. Los parámetros de actividad y cronicidad deben
ser descriptos. ( Tabla 1 y 2)
Clase V
La clase V es
definida como NL membranosa con depósitos inmunes
subepiteliales granulares segmentarios o difusos, que a
menudo presentan depósitos inmunes mesangiales .Algún grado
de hipercelularidad mesangial puede ocurrir en esta clase y
los depósitos subendoteliales cicatrizales pueden ser
identificados por microscopía electrónica o
inmunofluorescencia. Si hay presencia de depósitos
subendoteliales en la microscopía óptica un diagnóstico
combinado con clase III o IV será realizado dependiendo de
la distribución de los mismos.
Clase VI
La clase VI ( NL
en estadio avanzado) designa a las biopsias con un 90% de
glomeruloesclerosis global y en las cuales hay evidencia
clìnica y patológica de que la esclerosis es debida a la
NL. No debe haber evidencia de enfermedad glomerular
activa.
Los índices de actividad (IA) y cronicidad (IC) ofrecen una
información semicuantitativa de la severidad del daño
glomerular agudo y crónico así como de los componentes
tubular, vascular e intersticial del riñon en la NL.
Austin y col. identificó a los IA e IC como marcadores
predictivos de fallo renal. Numerosos estudios han
identificado los hallazgos histológicos como semilunas,
necrosis fibrinoide, fibrosis intersticial, depósitos
endoteliales así como un IC mayor de 5 en biopsias repetidas
como indicadores de deterioro de la función renal. ( 25-29).
Algunos estudios no han podido encontrar un claro punto de
corte de los índices que sean clínicamente útiles para
predecir fallo renal y mortalidad. (29). Debido a la
fluctuación del proceso patológico en la NL y la potencial
reversibilidad de algunas lesiones histológicas, los
factores pronósticos pueden diferir dependiendo del tiempo
de realización de la biopsia renal y del tratamiento
realizado. Esdaile y col. demostraron que el IA, el
compromiso tubulointersticial y los depósitos
subendoteliales eran predictores significativos del
pronóstico, mientras que los hallazgos del laboratorio
fueron útiles en predecir el pronóstico a corto plazo (30) .
Terapéutica
El manejo óptimo de la NL continúa siendo un desafìo, debido
a la heterogeneidad de la enfermedad así como la
presentación y su curso impredecible. Aunque no existe un
consenso acerca de las definiciones de resultados, de
remisión y recaídas, la mayoría de los médicos acuerdan que
los objetivos terapéuticos en un paciente nuevo con NL
deberían : 1) lograr una rápida remisión renal, 2) evitar
los recaídas, 3) evitar la insuficiencia renal crónica, y 4)
lograr estos objetivos con la menor toxicidad. A pesar de la
mejoría en la sobrevida renal lograda en la última decada,
los regímenes inmunosupresores alcanzan todavía resultados
subóptimos.
Uno de los avances en la terapia de la NL ha sido la
introducción de la utilización de los inmunosupresores de
manera secuencial (inducción y mantenimiento). El concepto
es inducir remisión en un período corto de inmunosupresión
agresiva (glucocorticoides (GC) más ciclofosfamida (CF) EV)
y luego mantener la remisión a largo plazo, ya sea con el
mismo agente administrado con menor frecuencia ( CF EV) ó
con otro agente inmunosupresor más seguro (azatioprina AZA)
con el objetivo de disminuir toxicidad. Es importante
recordar que: 1) no hay una definición ampliamente aceptada
de remisión en la NL , 2) no hay acuerdo en el tiempo en que
se logra la remisión y la fase de inducción, 3) el 20% de
los pacientes nunca logran la remisión renal, 4) el
pronóstico final depende del resultado de las fases de
inducción y mantenimiento y existe todavía debate de cual
sería la mejor droga para cada una de ellas. ( 31)
Ciclofosfamida
En las décadas de los 70 y 80 la CF oral y los
glucocorticoides fueron considerados el gold estándar para
el tratamiento de la nefritis. Posteriormente la CF EV en
pulsos reemplazo a la administración oral. Austin y col en
el trial NIH (CF EV) encontraron que los pacientes tratados
con altas dosis de CF ev a largo plazo disminuían la
probabilidad de insuficiencia renal crónica terminal
comparado con los que solo recibieron GC. (32)
En un segundo trial Boumpas y col mostraron que los
pacientes con NL severa que recibían un tratamiento más
largo con CF (> 30 meses) tenían menor probabilidad de
duplicar la creatinina comparados con los que recibieron GC
(33). Por otra lado los que recibieron un tratamiento corto
(6 meses) tenían mayor chance de recaída.
En el último trial NIH la terapia combinada de GC más CF EV
logró un porcentaje màs alto de remisión y ningún paciente
que recibió terapia combinada llegó a insuficiencia renal
Terminal a los 11 años de seguimiento (34).
Algunos problemas de este régimen incluyen: 1) la falta de
influencia en la sobrevida, 2) la alta toxicidad gonadal ,
3) el incremento en las infecciones, y 4) un alto índice de
recaídas.
Hughes y col. propusieron un régimen de minipulsos de
ciclofosfamida a dosis fijas de 500 mg quincenal y posterior
mensual en un período corto de inducción ( 6 meses),
seguidos por un mantenimiento con AZA. (35,36) Este esquema
fue usado para NL con resultados alentadores en estudios
abiertos y con baja toxicidad.
Posteriormente el Euro-Lupus Nephritis Trial comparó ambos
regímenes de tratamiento con CF EV seguidos por un
mantenimiento con AZA en pacientes con NL proliferativa
documentada por biopsia. No se encontraron diferencias
significativas en la respuesta al tratamiento entre los
grupos y las infecciones fueron menos frecuentes en el grupo
de baja dosis después de 41 meses de seguimiento. (37) El
análisis fue actualizado y no encontraron diferencias en la
probabilidad de fallo renal Terminal o la duplicación de
creatinina entre los grupos a los 73 meses de seguimiento.
Uno de los hallazgos más interesantes fue que la respuesta
favorable inicial al inmunosupresor en los primeros 3 a 6
meses predijo el pronóstico a largo plazo. (38)
Un reciente metaanálisis sugiere que la combinación de GC
más CF permanece como la mejor opción de tratamiento para
preservar la función renal en pacientes con NL proliferativa
y sugieren que la menor dosis efectiva así como tratamiento
más corto deberían usarse para evitar la toxicidad gonadal
sin comprometer la eficacia. (39,40,41)
Micofenolato Mofetil
Micofenolato Mofetil (MMF) es un inhibidor de la inosina
monofosfato dehidrogenasa; enzima que controla la síntesis
de novo de los nucleótidos de guanosina, que es un paso
esencial para la síntesis de DNA de en los linfocitos.
Además el MMF tiene otros efectos inhibitorios en la
proliferación de de la célula mesangial , en la expresión de
moléculas de adhesión de las células endoteliales y en la
expresión de la sintetasa de oxido nítrico inducible de la
corteza renal. (42,43)
Chan y col. realizaron el primer trial en Hong Kong donde
compararon al MMF ( 2 g/d por 6 meses y 1 g/d 6 meses) vs
CF oral ( 2.5 mg/kg 6 meses) seguidos por AZA (2.5 mg /k 6
meses) como terapia de inducción. Todos los pacientes fueron
mantenidos con AZA (1 a 1.5 mg/k) después de 1 año. No hubo
diferencias en la respuesta temprana entre ambos grupos,
pero en un seguimiento posterior los pacientes con inducción
con MMF tuvieron recaídas más precoces, probablemente
relacionadas a la dosis o al abandono precoz por
intolerancia. (44)
MMF fue recientemente comparado con CF EV como terapia de
inducción en 3 trials. El grupo de MMF logró remisión más
frecuentemente que con CF EV y las infecciones fueron más
frecuentes en el grupo con CF EV. (45,46,47)
MMF también ha sido estudiado como droga de mantenimiento.
Contreras y col. Compararon a CF EV vs AZA vs MMF como
terapia de mantenimiento después de tratamiento con
inducción con CF EV (4 a 7 pulsos). No se encontró
diferencias significativas en la sobrevida renal en los 3
grupos pero el grupo de CF EV presentó una mayor mortalidad,
morbilidad relacionada a la droga y mayor índice de
recaídas. No se observó diferencias significativas entre el
MMF y la AZA. (48)
El trial europeo MANTAIN está comparando actualmente estas 2
drogas como terapia de mantenimiento.
Plasmaféresis
Lewis y col. Evaluaron la utilización de la plasmaféresis(
PF) al régimen de CF más GC. Después de un seguimiento > a 2
años no encontraron diferencias significativas en términos
de muerte, insuficiencia renal y cambios en la proteinuria.
En base a este estudio no se recomendarìa la combinación de
PF a la terapia inmunosupresora, aunque esta podría ser
beneficiosa cuando la condición sea severa y amenace la
vida. (49)
Dosis Inmunoablativas de CF
Petri y col propusieron el uso de dosis inmunoablativas de
CF EV sin rescate de célula Stem . Nueve de 14 pacientes
tenían NL y experimentaron mejoría de la proteinuria sin
muertes en esta serie. (50)
Terapia anti CD20
Rituximab
Rituximab (RTX) es un anticuerpo monoclonal quimérico anti
CD20 de células B , que ha sido ampliamente usado en
linfomas. RTX induce una depleción prolongada de celulas
periféricas CD 20 positivas. El principal efecto del RTX es
la eliminación de las células B periféricas sin interferir
con la regeneración de las células B por las células
precursoras.
Algunos estudios observacionales no controlados han
demostrado buenos resultados con RTX en el LES. Leandro et
al. publicaron el primer estudio de pacientes con LES que
tenían una pobre respuesta al tratamiento convencional
tratados con RTX en combinación con 2 dosis de 750 mg de CF
y altas dosis de esteroides por vía oral. La actividad de la
enfermedad medida por BILAG disminuyó considerablemente a
los 6 meses de seguimiento. La duración promedio de La
depleción de células B fue de 4 meses sin eventos adversos
de relevancia.(51).
Looney et al. estudiaron el tratamiento con RTX en 18
pacientes con SLAM mayor a 5, excluyendo los que habían
recibido pulsos de esteroides o CF. La mejoría del SLAM fue
evidente solo para los pacientes que lograron depleción de
las células B después de 12 meses de seguimiento. La
depleción de células B fue independiente de las dosis
administradas, indicando que existen otros factores que
pueden influenciarla. Los niveles de complemento y DNA no se
modificaron independente de la depleción y la respuesta
clínica. (52)
El tratamiento con RTX también ha sido evaluado en la NL.
Sfikakis et al. trataron 10 pacientes con NL proliferativa
con RTX y dosis bajas de esteroides, logrando una respuesta
completa en 5 pacientes y parcial en 3 de ellos. En este
estudio se encontró una disminución sostenida de la
expresión de CD40L en las células T de ayuda que precedió a
la remisión clínica de la NL. (53)
Gunnarsson et al. revisaron el efecto del tratamiento
combinado de RTX y CF en NL proliferativa. Siete pacientes
con LES fueron evaluados clínicamente y las biopsias renales
realizadas basalmente y a los 6 meses del seguimiento. Estos
autores encontraron una mejoría del índice de actividad de
la enfermedad, una reducción de los títulos de los
anticuerpos anti-ds-DNA y anti-C1q y un cambio en la
histopatología renal con una caída en los índices de
actividad. (54) Es importante destacar que en la mayoría de
los estudios las poblaciones de pacientes fueron
heterogéneas y los efectos del RTX fueron investigados
principalmente como agente de inducción y no como terapia de
mantenimiento. Algunos pacientes demostraron una respuesta
completa en los parámetros de función renal, la excreción de
proteinuria y los títulos de anticuerpos anti-ds-DNA,
mientras que otros no tuvieron respuesta o esta fue parcial.
(51,54,55,56) La variabilidad de esta respuesta puede estar
afectada por diferentes factores que incluyen la cantidad de
CD20 circulante disponible, la presencia de anticuerpos
antiquiméricos humanizados (HACA), la proteinuria y el
polimorfismo genético FcgRIIa que conduce a un fenotipo de
baja afinidad al RTX. (57).
Los principales eventos adversos incluyen las reacciones
relacionadas a la infusión y el desarrollo de infecciones
severas. Las reacciones durante la infusión son infrecuentes
y pueden ser prevenidas con la administración previa de
esteroides, antihistamínicos y paracetamol. Las infecciones
han sido descriptas en el tratamiento con RTX. Sin embargo,
ante la falta de estudios controlados no se puede afirmar
que la incidencia de infecciones esta aumentada. En
diciembre del 2006 laFDA describió 2 casos de
Leucoencefalopatía Multifocal Progresiva (LMP), cuyo
síndrome clínico esta asociado a la reactivaciön del virus
JC en el SNC. Esta rara complicación fue descripta en en 2
pacientes con LES y 1 con vasculitis tratados con RTX
(58,59). Por otra parte, ningún paciente con artritis
reumatoidea tratado con RTX desarrolló esta complicación.
Una hipótesis razonable es que la reactivación no sería
únicamente la consecuencia de un tratamiento sino que puede
ocurrir en el contexto de una enfermedad específica con un
fenotipo inmunológico combinado con el tratamiento.
En conclusión, la depleción de las células B por el
rituximab ha demostrado ser una terapia exitosa en pacientes
con LES en algunos estudios no controlados. Sin embargo, el
régimen óptimo así como el momento apropiado de su uso
permanecen indefinidos. Los resultados de estudios
controlados que se están realizando en LES y en NL
proliferativa reponderán algunas de las preguntas sobre su
eficacia y seguridad.
LJP 394
LJP 394 es un agente inmunomodulador que se une a las
células B productoras de ds-DNA y es llamado tolerógeno de
la célula B cuya función es reducir la producción de
anticuerpos anti ds-DNA, y así disminuir las recaìdas
renales. En un reciente trial los brotes renales no
disminuyeron en el grupo LJP 394 vs placebo, excepto para
los pacientes con ds-DNA de alta afinidad. (60,61)
CD40-CD40L
2 anticuerpos monoclonales dirigidos contra CD40 L (CD154)
han sido desarrollados y probados en pequeños trials con
resultados desalentadores en NL. Eventos trombòticos severos
fueron reportados y obligaron a la suspensión del trial.
(62,63)
Abatacept
CTLA4Ig ( abatacept) es una proteína de fusión entre el
dominio externo del antígeno 4 asociado al linfocito T
citotóxico humano y la región constante de a cadena pesada
de IgG1. CTLA4, expresado en las células T activadas, es un
receptor de alta afinidad para CD80(B7.1) y CD86 (B7.2
expresado en las células presentadoras de antígenos y
células B) que se unen con alta afinidad. Por su unión al
CD80 y al CD86, CTLA4Ig previene la unión del CD28 a las
cèlulas T y en consecuencia una adecuada coestimulación.
Numerosos trials clínicos se están realizando en pacientes
con LES.
Bloqueo de citoquinas
Numerosas citoquinas, especialmente IL 10, Blys, e INF-α,
juegan un rol en la fisiopatogenia del LES como mediadores
de inflamación y daño. Algunos trials están siendo
realizados para probar el beneficio del bloqueo de la
citoquinas correspondientes.
NL Membranosa
El tratamiento de NL clase V no está estandarizado como
resultado de la falta de estudios controlados. Hu y col.
estudiaron retrospectivamente la eficacia de ciclosporina en
combinación con GC y remisión completa y parcial fueron
logradas en un 52 y 43% respectivamente. (64) Moroni y col.
reportaron que GC más clorambucil pueden inducir una
remisión más estable del síndrome nefrótico y prevenir el
daño renal comparado con los GC. (65) Mok y col trataron a
38 pacientes con GC más AZA, y un 67% logró la remisión
completa a los 12 meses.(66) MMF ha demostrado reducir la
proteinuria en un estudio piloto no controlado(67).
Recientemente Rituximab ha sido utilizado en nefropatía
membranosa idiopática lo que sugiere la posibilidad de
efectos beneficiosos en NL membranosa.
Terapia No Inmunosupresora
El control de la tensión arterial debe ser estricto y los
valores deberían ser mantenidos por debajo de 130/80 como se
recomienda en todas las enfermedades glomerulares crònicas.
La dislipemia debe ser tratada precozmente así como las
medidas antiproteinuricas en pacientes con proteinuria de
rango nefrótico. El tratamiento preventivo con calcio y
vitamina D debe ser indicado para prevención de osteoporosis
inducida por GC.
Conclusiones
Los pacientes con LES deberían ser estrechamente seguidos
en la búsqueda del compromiso renal. Una biopsia renal basal
debería realizarse en todos los pacientes para discriminar
el tipo de nefritis, medir la actividad y cronicidad y
orientar el tratamiento. El tratamiento de elección en las
NL proliferativas de nuevo diagnóstico es la administración
de pulsos de CF EV más GC en la menor dosis eficaz. El MMF
es la nueva alternativa para el tratamiento de inducción y
mantenimiento. La terapeútica con drogas biológicas abre una
nueva perspectiva para el futuro.
Tabla
1 :Clasificación abreviada de Nefritis Lupica
Clase
I Nefritis lúpica mesangial
mínima. |
|
|
Clase
II Nefritis
lupica proliferativa mesangial |
|
|
Clase
III Nefritis lúpica focal |
|
|
|
Clase
IV Nefritis lupica difusa
segmentaria (IV-S) o global (IV-G) |
Clase
V Nefritis lúpica membranosa |
|
|
Clase
VI Nefritis lúpica esclerosante
avanzada. |
|
Tabla 2 : Lesiones de actividad y cronicidad en nefritis lúpica
Lesiones
activas
-
Hipercelularidad endocapilar con o sin infiltracion
leucocitaria con reduccion luminal
-
Cariorexis
-
Necrosis Fibrinoide
-
Ruptura de membrana basal glomerular
-
Semilunas celulares
-
Depositos subendoteliales identificados por MO
-
Agregados inmunes intraluminales
Lesiones Cronicas
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